VII

9 2 0
                                    

“Llegaré dos días antes.”, leyó Gabe en su teléfono. Era Em anunciando su arribo para estar presente en la ceremonia junto con sus padres y Anne.
Gabriel tenía decidido hablarle sin falta sobre su relación; la invitaría a cenar a algún lugar tranquilo donde pudieran conversar solos sin interrupciones naturales o sobrenaturales.
Los ensayos continuaron todas las tardes, Bree continuó asistiendo puntualmente temprano para practicar con Cam antes que llegara el resto. Piano, guitarra, canto, todo parecía serle natural a ella. Cameron adoraba improvisar con el piano y que ella se le uniera con la guitarra tarareando con su hermosa voz.
- Eres una sirena, una auténtica musa. –dijo anonadado mientras las notas surgían perfectas y el dejaba de tocar de a ratos solo para escucharla.
- Deberías escuchar a mi madre.
- Con todo respeto, no puede ser mejor que tú.
- Gracias. –sonrió algo sonrojada.- Qué tienes pensado hacer para la graduación.?
- Creí que teníamos una cita… -respondió sorprendido.
- Me refiero durante la graduación. Y dije que lo pensaría.
- Que lo pensarías seriamente.
- Recuerdas cada palabra de lo que digo.? –inquirió alzando sus cejas y dejando entrever los hermosos ojos claros heredados de su padre mientras acomodaba un mechón de pelo negro tras la oreja.
- Solo las más importantes, que suelen ser casi todas. –respondió sin parpadear para no dejar de verla.
- Eh… tus ojos se están poniendo raros...
- Mira quién habla. –respondió sosteniendo la mirada.
- En serio, debes parpadear. Aparte me siento rara siendo acosada por tu vista. 
- Es que no quiero dejar de verte, eres como un sueño y si cierro los ojos aunque sea solo un segundo temo que lo único bueno que me pasó en años ya no esté cuando los abra.
- Cameron, creo que estás yendo un poco rápido: somos amigos, no te hagas falsas ilusiones.
- Las ilusiones son lo único que siempre tuve, no me las quites aunque sean mentira.
- Yo… -titubeó Bree sintiéndose compasiva y confundida.
- Ya estamos casi sobre la fecha, qué tocaremos.? –interrumpió Jayden entrando a la sala seguido por Kay y Gabe.
- Qué quieren tocar.? –preguntó él parpadeando rápidamente.
- Ocurre algo con tus ojos.?
- Esa pregunta siempre sonará extraña viniendo de ustedes.
- Tengo una petición, si están de acuerdo. –dijo Gabe.- Quisiera que tocáramos algún tema para Emma.
- Quieres dedicarle un tema para declararte.? Qué romántico.! –sonrió Kay.
- No quiero dedicárselo, solo interpretarlo con ustedes. Ella entenderá.
- Solo si tú lo cantas. –dijo Cam.
- Yo.? Cantar.?! Bree es la que tiene buena voz, sus padres cantaban.! El mío toca la batería.!
- Phil Collins también y no canta mal. Además tu madre cantaba, la vi ante el micrófono en los posters.
- Bueno, sí, pero…
- La única forma de que Em se entere que lo que tocamos es para ella si no lo dedicamos, es que TU la cantes. Al menos intenta, si tienes voz de perro asmático lo hará otro.
- Está bien. –bufó sacando de su mochila la partitura.
- “I want to know what love is.”, excelente elección Gabe. Ahora lo difícil: debemos transformarnos en Foreigner.
- Eso no será tan difícil, tocar como ellos y cantar bien será lo complicado.
- A eso me refería... veo que tengo que ser más puntual al hablar con ustedes o terminaré viéndome como Lady Gaga.
Gabe repartió copias de la canción. Cam se sentó frente al piano, Bree tomó la guitarra, Kay el bajo y Jayden la batería. “Más les vale no reírse.”, advirtió al sentarse en el banquillo. Cam se sintió afortunado de estar frente al piano.
El primer intento fue patético, el segundo un desastre, el tercero pasable, el cuarto interesante, pero el quinto… el quinto fue soberbio. De un auto viejo sin afinar pasaron a ser un motor ronroneando en perfecta sincronía. Una vez que Gabe se tranquilizó su voz cambió y dejó de graznar. Tenía un tono grave y suave a la vez, la letra se deslizaba armoniosa y complementaba en forma perfecta la música. Aún sin micrófono se lo escuchaba alto y claro.
Cuando dejaron de tocar esperaron la crítica de Cam, el único músico con experiencia.
- Tú y Bree deben cantar algo juntos. Y quiero escucharlos a ustedes dos, porque si ellos cantan así ustedes no deben ser muy diferentes. –afirmó.
- Entonces crees que gustará.? –preguntó Gabe.
- Viejo, la única forma en que no guste es que todos tengan un serio trastorno mental. No puedo creer que nunca se haya animado a tocar en público.
- Solo tocamos hace pocos meses, antes éramos un desastre. Fue una suerte que nadie nos escuchara cuando tomamos los instrumentos de nuestros padres… de poder, la guitarra de Erik se hubiera estrangulado con su propia cuerda.
- A mí me llevó años aprender a tocar y ustedes ya están casi  a mi nivel. Son increíbles, los envidio.!
- No digas eso, no querrás envidiarnos. –sentenció Gabe bajando del banquillo para tomar otra guitarra.- Ahora te toca a ti.
- A mí.?
- Si yo canté, tu también lo harás. Es injusto que solo Bree te escuche. –sonrió.
- Cómo quieran, son sus oídos.
Cameron dejó el piano y tomó la guitarra de Bree. Una brillante versión acústica improvisada de “Spending my time” brotó de las cuerdas y su garganta. Kay apagó las luces con un gesto de su mano y Gabe encendió su pulgar alzándolo y moviéndolo lentamente de lado a lado como si fuera un encendedor. Bree conocía la canción, estaba convencida de que su elección no fue al azar y la sonrisita estúpida de Kay al mirarla confirmaba su sospecha. Al concluir, las luces se encendieron con los merecidos aplausos.
- Debes cantarlo en el recital y dejarnos tocar contigo.! –pidió Kay.
- Seguro, no hay problema. Pero el tema está hecho para Bree.
- Qué.? –preguntó ella.
- Es para una voz femenina.
- Ah… sí, claro.
- Aguarda, tú pensaste que…
- Nada.
- Pero…
- Nada.! No se puede hablar contigo sin que des otro sentido a las palabras.!
- Lo siento.
- Olvídalo, es tarde y estoy cansada. Kaytleen: cállate.
- Pero si no te dije nada.!
- Ibas a hacerlo. –afirmó tomando sus cosas y saliendo seguida por Jayden.
- Tienes un mensaje de Em. –dijo desganada Kay.
- No…-dijo Gabe al tomar el teléfono que sonó en su mano mientras hablaba. Sonrió y se apartó para leerlo.
- También puedes predecir el futuro.? –preguntó intrigado Cam.
- Más o menos, hay cosas que son impredecibles.
- Como Bree.
- Por ejemplo. No es una mala chica, nuestras vidas son complicadas como entenderás y la tensión a veces juega malas pasadas con nuestro humor.
- Nunca creería que es mala… es… perfecta… -respondió pensativo.
- Nadie es perfecto, Cam. Solo parecemos serlo. –sonrió.
Esperó a su hermano y luego partieron juntos tras despedirse de Cameron que quedó ordenando los instrumentos.
Antes de salir se sentó al piano y tocó nuevamente la canción que antes hiciera en la guitarra mientras sonreía al pensar “Sabías que era para ti, Bree; y no te molestó saberlo, sino que te gustase.”


PenumbrasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora