XXVI

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El avión tocó tierra en Holanda poco después del mediodía, Anne había reservado habitaciones en un hotel céntrico y alquilado un par de autos para trasladarse. Durante la cena acordaron dividirse en grupos para recaudar la mayor cantidad información en el menor tiempo posible, era necesario descubrir el destino de Gabe cuanto antes.
Kay y Rose investigaron por la noche en las noticias locales y redes sociales, dudaban que Gabe se conectara pero a veces lo obvio es descartado precisamente por obvio y eso es lo que lo hace seguro para dejar algún mensaje. Kay sabía las claves de su hermano, y de casi todos, desde hacía tiempo. Bree, Cam, Jayden y Em fueron al lugar donde una extraña explosión había arrasado con el último piso.
- Sí, no hay duda: Gabe estuvo aquí. –afirmó Jayden observando el edificio semi destruido.
- Fue el único incidente.? –preguntó Bree.
- El único. Y mira quién fue una de las víctimas. –dijo Em mostrándole en su teléfono la tapa del periódico local.
- Se supone que lo conozca.?
- No es importante quién era, sino qué hizo. Tiene más homicidios y delitos que Al Capone; sin duda estaría marcado en la cruzada de Hoffman.
- Diablos.! Realmente lo merecía.! –exclamó Jayden al leer la nota.
- No es nuestro lugar decidir sobre la vida de nadie, Jay.
- Aún así, el tipo este está mejor muerto.
- Estás de acuerdo con Hoffman.? –inquirió ella seriamente- Porque si es así…
- Claro que no.! Pero no puedo decir que lo lamente, el tipo era un maldito desgraciado.
- Hey, miren.! –interrumpió Cam aproximándose- Un camión de noticias aún está aquí.
- Y qué con eso.?
- Qué mejor lugar para buscar noticias que con aquellos que las investigan.?
- Hablas holandés.? –sonrió
- No, por eso utilizaremos identificaciones de un agencia de noticias internacional para hablar un idioma que casi todo el mundo habla: inglés.
- Cuáles identificaciones.?
- Estas. –dijo extrayendo del bolsillo de su chaqueta un par de credenciales de la CNN.- Me las prestaron aquellos periodistas.
- Ellos saben que te las prestaron.?
- Detalles, detalles. –sonrió.- Vamos, Bree; debemos ahcer una nota.
- Y por qué deben ir ustedes dos.? –preguntó Em.
- Porque parecemos más normales que ustedes, Merlina Addams.
Antes que Em reaccionara ante las carcajadas de Jayden, ellos ya estaban a pocos metros de la camioneta donde un par de técnicos aguardaban sentados con cara de aburrimiento.
- Disculpa, hablas ingles.? –preguntó Cam.
- Claro. –respondió con desdén.
- Quizás puedas ayudarnos, estamos investigando sobre los extraños incidentes que acontecen en varios países.
- Te refieres a las explosiones.?
- Exacto.
- Bien, dime que tienes y te diré qué podemos aportar.
- Eh… las explosiones arrasan con todo y no dejan indicios de que hayan sucedido accidentalmente ni se hallaron remanentes de explosivos, lo cual las hace inexplicables. –teorizó rápidamente.
- Vaya, tenemos un genio aquí.! Dime algo que nadie sepa… Eddie. –dijo con sarcasmo al leer el gafete de Cam.
- Primero ustedes, después nosotros. –acotó Bree.
- Y por qué haríamos eso, lindura.?
- Porque yo se los pido con amabilidad. –sonrió Bree seductoramente.
- Lo que tú digas… Alex.? –preguntó confuso al leer el gafete de ella.
- Alexandra. Hubo explosiones similares cerca de aquí o algún patrón particular.?
- Un poco de ambas. Los incidentes ocurren a distancias no muy lejanas y siempre las víctimas tienen un extenso currículo delictivo conocido por todos y amparados por personas de poder en los gobiernos de turno. En el fondo no puedo decir que me desagrade la obra del fantasma.
- Fantasma.?
- Fantasma y demonio son los motes que le pusieron a la extraña figura blanquecina parecida a un hombre en llamas que las cámaras de vigilancia más lejanas captan luego de la explosión. Si me preguntas, es bastante escalofriante.
- No lograron identificarlo.?
- Te parece que de haberlo hecho seguiría jugando al bombardero loco.?
- Entiendo, gracias.
- Eh, espera. Tu turno: dime qué es lo que sabes.
- Bien, es un hombre de aproximadamente un metro noventa, complexión mediana, entre 18 y 30 años y muy mal carácter.
- Alex, eso describe a la quinta parte del planeta.
- Nunca dije que supiera quién es. El resto coincide con lo que ustedes dijeron.
- Me huele a que has hecho trampa….
- Vaya, tenemos un genio aquí.! –se mofó al darse la vuelta y partir con Cam.
- Kay acaba de llamar, hubo un incidente en Escocia: de un edificio solo queda un cráter humeante. –dijo Em al acercarse corriendo.
- Gabe. Dile a Anne que necesitamos pasajes a Escocia en el próximo vuelo. –instruyó Bree.
- Lástima… me hubiera gustado comprarte un par de zuecos. –sonrió Cam.
- Esto no es un juego.! –exclamó furiosa.- Muchas vidas se han perdido y muchas más se perderán si no detenemos a Gabriel.!
- Lo sé, lo siento. Solo quería… olvídalo. –suspiró metiendo las manos en los bolsillos.
Cuando llegaron al hotel Kay ya tenía las reservas para el nuevo vuelo. Cameron pensaba que de no haberse subido nunca a un avión pasó a tomar  dos vuelos distintos y visitar dos países en menos de 48 hs. Nada mal para alguien que jamás había viajado a más de 30 km de su casa.
Una vez en Escocia visitaron casi de inmediato a Duncan, ya que tal vez Emily y Nate pudieran proporcionarle información sobre Gabe y Hoffman.
- No veo qué información útil podamos hallar en un cementerio. –dijo Cam parándose ante la gran verja que separaba los vivos de los muertos.
- Es cuestión de saber qué preguntar. –tronó la voz de Duncan sobresaltando a Cam.- Por ejemplo: quién diablos eres tú.?
- Eh… Cameron Poe, un placer conocerle.
- Otro estirado.? Nate se alegrará de verte.
- Es un amigo nuestro, viene a ayudarnos a encontrar a Gabe. –explicó Bree.
- Gabe está perdido.?!
- Algo así. Entremos, hay mucho por contar.
Atravesaron el vivero donde ahora vivía Duncan, su labor como jardinero era realmente asombrosa. Antes de entrar a la casa dieron un pequeño rodeo para visitar la tumba de Michael a los pies del gran y frondoso árbol del cementerio.
- Este es… -murmuró Cam a Bree.
- Sí, es el hijo de Anne.
- Y quien es Emily.?
- Ella. –dijo Jayden señalándola con el dedo sin que Cam lo viera.
- Ahá, entiendo... esperaba algo más explicativo.
- Qué quieres saber.? –preguntó Emily acercándose rápidamente. Cam tropezó y cayó al suelo pálido como una hoja de papel.
- Es… es… es un fantasma.! –titubeó.
- Es un tipo perspicaz, tengo que reconocerlo. Está contigo, Bree.?
- Sí, insistió en venir a pesar de ser normal.
- Te refieres a que no tiene ningún poder.?
- Así es.
- Y aún así te siguió hasta aquí en esta peligrosa aventura.? O está loco o te ama, y me inclino por…
- Emily.! –la interrumpió Bree- Sabes acerca de Gabe.?
- Sí, Nate y yo estamos al tanto. También Duncan.
- Qué es Nate.? –preguntó Cam aún en el suelo observando a Bree hablar con Emily como si fuera lo más normal del mundo.
- Eso es Nate. –señaló Jayden detrás de Cam.
- Nathaniel Downhill, un placer conocerle. –se presentó Nate con su acostumbrada formalidad.
- Quieren que cave mi propia tumba así les ahorro el trabajo.?! –exclamó Cam al arrastrarse lejos de él.
- Ya cálmate, no seas enclenque.! –bufó Duncan.
- Pero… están muertos.!
- Es un cementerio: la mayoría de los residentes lo están, chico listo.
- Pero estos dos caminan y hablan y se aparecen y…
- Y… qué.?
- Nada, supongo que debo acostumbrarme a esta normalidad anormal. –dijo rascándose la cabeza.
- No me respondiste acerca de Gabe. –insistió Bree.
- Lo haré yo. Hay un gran revuelo respecto a las actividades de Gabriel Kloster. –afirmó Nate- Sus acciones no están equilibrando luz y oscuridad, de hecho la oscuridad está ganando terreno; y lo que no es menos importante, Gabe está condenando su alma cada vez más a las tinieblas.
- Mi hermano irá al infierno.? –exclamó espantada Kay.
- No si logran detenerlo a tiempo y separarlo de ese Seth Hoffman. Pero deben apresurarse, Hoffman sabe que lo están buscando y ha marcado su próxima víctima.
- Sabes quiénes serán sus víctimas.? Por qué no lo dijiste antes.?!
- Solo sé de aquellas que conozco y considero mis amigos.
- Aguarda, quieres decir que es el turno de uno de ellos.? –inquirió Cam ante el silencio colectivo.
- Me temo que sí, uno de los pocos que podría dañar sin verse atado por las reglas de los tres clanes.
- Mi padre.? –murmuró Rose temblorosa.
- No, el mío. –afirmó Em- Es el único que acarrea suficientes muertes para merecer ese destino.
- Lo lamento. –dijo Nate.
- Pero eso fue anterior a la gran batalla.! Ya no cuenta.! –exclamó Jayden.- Se reformó, tiene una familia, se casó con una ángel o algo así.! Hasta murió para conseguir su alma.!
- A Hoffman no le interesa, es una estrategia básica eliminar a aquellos que pueden eliminarte.
- Quiere decir que si no lo detenemos luego irá por los padres de Rose…  
- Y finalmente cuando su alma ya no esté y la oscuridad lo haya dominado por completo librándolo de toda regla, irá por todos ustedes; y el infierno irá con él.
Em no podía creer lo que acababa de escuchar. En cuestión de horas su familia sería atacada y asesinada si no lo detenían, y era más que seguro que Gabe no se detendría ante nada ni nadie, ni siquiera ella. Para salvar a su familia, Em debía detener a Gabe como fuera; aún si eso implicaba matar a la persona que amaba. Era una decisión imposible de tomar y sin embargo debía hacerlo.
Devastada cayó de rodillas llorando porque sabía lo que tenía que hacer, y muy pronto las sombras del gran árbol la cubrirían a ella o a alguien más.


 
 

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