Des observaba a Cam despatarrado en el sofá. Tenía un moretón sobre su ojo izquierdo y parte de la mandíbula inflamada. Gabe se había encerrado en el dormitorio con la notebook de Claire esperando localizar a Hoffman.
- Toma. Te hará falta. –dijo Des al arrojarle una bolsa de hielo a Cam cuando éste recuperó el conocimiento.
- Sigo vivo.?
- Los muertos no sienten dolor…
- Entonces estoy extremadamente vivo. –afirmó al colocarse el hielo sobre el rostro.
- Qué es lo que lleva a una bicicleta a enfrentar un tren de carga.?
- Eh.?
- Te das cuenta que lo único que logras atacando a Gabe es terminar con contusiones, magulladuras y golpes.?
- No es lo único: sabe que lo enfrento, establezco mi posición; no me vencerá sin dar pelea.
- Lo mismo dijo Rocky en su primer película y perdió.
- Pero ganó en las otras.
- Te das cuenta que no eres Rocky.?
- Ni Gabe es actor. Esto es la realidad, por bizarra que sea. Nosotros dictamos las reglas y definimos nuestro destino, no hay guión que seguir. Puedes ser espectador o protagonista. Tú qué eres, Des.?
- Hmmm… camarógrafo.
- Ya veo. –sonrió dolorido.
- Oye, en verdad hay algo entre tú y Claire.?
- Claro que no.!
- No lo parece…
- Estás celoso.?
- No.! Solo curioso, nunca la vi actuar tan… normal.
- Dónde está Gabe.?
- En la habitación enfrascado con la notebook, aunque es claro que también quiere evitar que veamos el buen golpe que le atinaste. Te das cuenta que eres el único que logró ponerle las manos encima.?
- Sí… es lo que me dice que debo seguir haciéndolo, tarde o temprano caerá.
- No crees que antes de eso se deshará de ti.? No dejará que el único tipo capaz de dañarlo continúe vivo mucho más.
- Y tú serás el encargado de matarme.? –preguntó alzando la vista.
- Conociéndolo, se lo pedirá a Claire.
- Entiendo. Es más… enroscado.
- Aunque no estoy seguro que ella lo haga dados los últimos acontecimientos.
- Entonces te pedirá a ti que nos elimines a los dos.
- Empiezas a entender. –sonrió con cierta satisfacción.
- Pero tú también dudarás.
- Y por qué haría eso.?
- Porque el balance de poder cambiaría: serían solo Gabe y tú contra el resto, y sabes que a él le importa un bledo tu vida o la de cualquiera. Dejarlo solo sería quizás arriesgado pero más seguro, te pondrías del lado del único que logró dañarlo y que cuenta con el apoyo de aquellos capaz de vencerlo.
- Cada vez entiendo más por qué Gabe te escogió y no te deja ir.
- Mantén a tus amigos cerca…
- Y a tus enemigos más cerca.
- Qué pasará con Bree.? Gabe ya logró dañarla en la forma que quería y Claire tampoco salió ilesa. Dos mujeres con el corazón roto son peligrosas, y tratándose de ellas dos, diría que tus perspectivas no son nada buenas.
- Sí… Para ser honesto, en este momento le temo más a Bree que a Gabe. –suspiró inclinando la cabeza hacia atrás.
***
Los ojos de Bree continuaban llenándose de lágrimas, no podía evitarlo. Caminaba con los brazos cruzados sobre el pecho mientras una copiosa lluvia caía a raudales. Sabía que debía haber una explicación para lo que vió, Gabe debía estar detrás de todo esto pues fue él quien la llamó; sin embargo era claro que nadie los estaba forzando a besarse. Lo que presenció fue un acto consensual y conciente solo detenido por su presencia. Qué habría sucedido antes.? O qué pasaría después.? La imagen estaba arraigada en su mente y cada vez que la veía un violento relámpago cruzaba la noche seguido por un ruidoso trueno que movía los vidrios y hacía sonar las alarmas de los autos. Debía controlarse, llegar a casa y contar lo sucedido, buscar consuelo y apoyo a su teoría de que todo había sido orquestado. Sin embargo su madre se encontraba en otro continente, dejando a Em, Kay, Jay y Rose como única compañía. No eran poco, pero tampoco eran Ayden.
- Cuéntame. –dijo Kay bajando su revista poco después que Bree cruzara la puerta. Jay se aproximó al escuchar llegar a su hermana.
- Lo intuyes.? –preguntó Bree.
- No hace falta tener ninguna habilidad salvo la vista para saber que algo malo pasó. Estás bien.? –inquirió Jay.
- Físicamente, sí. –titubeó al sentarse junto a Kay.
- Te traje una toalla… -dijo Rose al arrojársela.
- Esta tormenta no es natural, verdad Bree.? – preguntó Em-Dinos qué pasó, te prepararé un té caliente.
Bree se sintió cobijada entre sus amigos, su interés era sincero al igual que su preocupación.
- Fui a Mick’s tal como me dijo Gabe. –explicó.
- QUE.? FUISTE SOLA.? –bramó Jay.
- Cálmate, lo que menos necesita es que la reten. –pidió Kay.
- Pero…
- Jayden: cállate.
- Era la condición que me impuso para ver a Cam, dijo que él no estaría. –continuó Bree.- Y así fue, él no estaba pero sí Cam y Claire.
- Seguramente Desmond no estaría lejos. –afirmó Rose.
- Supongo, solo los ví a ellos dos sentados en una mesa.
- Pudiste hablar con Cam.?
- No, él estaba… ocupado.
- Oh, oh… -dijo Kay llevándose las manos a la boca- Qué tan ocupado estaba.?
- Bastante. –suspiró secándose una lágrima que cayó furtiva.
- Estaban besándose.?! Delante de ti.?! –exclamó Jay.
- No sabían que estaba parada en la puerta hasta que hice estallar las copas en la mesa.
- Espero que ambos hayan resultado mortalmente heridos.!
- No, solo estaban sorprendidos.
- Seguro fue un retorcido plan de Gabe. –afirmó Em al entregarle la taza de té que Bree tomó con ambas manos.
- Es lo que quiero creer, pero no es lo que ví, lo que sentí. Nadie estaba forzando a nadie a hacer nada.!
- Mataré al imbécil. Y luego a ella. O mejor a ambos al mismo tiempo, será más breve. –sentenció Jay.
- No. No harás nada.
- Pero… el tipo te engañó.! Nunca te abres a nadie y la única vez que lo haces, que confiamos en él, te engaña en tus narices.! Estás loca.?!
- No, está enamorada. Sé cómo es y la entiendo. No dañará a Cameron. –afirmó Em.
- Entiendo, por eso dije que yo lo haría.
- No dejará que nadie lo dañe, captas o te hago un dibujo.?!
- Tú estás dispuesta a detener a Gabe por cualquier medio.!
- Gabe es Gabe y Cam es Cam, no hay punto de comparación, no seas idiota.!
- Hey.!
- Basta.! –exclamó Bree.- Ya tenemos suficiente problemas como para pelearnos entre nosotros. Esto es personal, haré lo que crea conveniente.
- Coincido en que fue una maniobra de Gabe. –dijo Kay- Mi hermano es ahora lo suficientemente desgraciado para planear algo semejante.
- Acaso tiene un poder que nosotros no conocemos.? Puede manipular las mentes de las personas.?
- Siempre lo hizo sin necesidad de ningún poder, Bree. Haz memoria. Pudo amenazar a Cam con dañarte u ordenar a Claire que orquestara toda la escena.
- “Si no besas a Claire mato a Bree.”? –sonrió- Es muy de telenovela, no crees.?
- No si tienes enfrente a un sádico psicópata que sin duda cumplirá lo que dice y sabe que tú harías lo que fuera por proteger a quien amas. Si fueras tú, qué harías aún a riesgo de perder a esa persona.?
- … lo protegería.
- Escucha a Cam antes de desterrarlo de tu corazón.
- Puedo matarlo luego del destierro.? –preguntó Jay.
- Jayden.! Basta de querer matar a Cameron.! –sentenció Em.
- Todas son demasiado suaves.! Es increíble.! –protestó al irse.
- Y si en realidad se enamoró de Claire.? –inquirió Bree.
- Fácil: dejaremos que tu hermano mate a ambos. –sonrió.
***
Gabe estaba a punto de agotar su escasa paciencia. Los trucos que su padre le había enseñado no bastaban para ubicar a Hoffman ni entrar a todos los archivos en la computadora de Claire, eso sumado al fuerte golpe que Cam le había propinado hacían que su capacidad de controlarse para no estallar estuviera al máximo. Cómo era posible que un tipo ordinario como Cameron pudiera golpearlo dos veces sin dificultad.? La pregunta daba vueltas en su mente desde la primera vez que Cam lo atacó; la teoría de que guardaba un secreto que ni él mismo conocía se hacía cada vez más fuerte. Vio sus ojos enrojecer pero no brillar, algo típico en una persona extremadamente alterada. Cam era un interrogante que precisaba resolver antes de deshacerse de él, o mejor dicho, pedirle a Claire que se deshiciera de él antes que éste cobrara demasiada importancia para ella, en cuyo caso pediría a Des que lo hiciera y quizás también que se encargara de Claire pues ya no le sería útil al haber perdido su frialdad.
El televisor estaba encendido en el canal de noticias como casi siempre lo estaba, los fenómenos inexplicables llamaban la atención y era otra forma de estar al tanto de los movimientos del resto, si bien hacía un buen tiempo que procuraban no ser noticia.
El relato del periodista pasaba desapercibido hasta que una palabra captó de inmediato su atención: Egmont. Recordaba ese nombre perfectamente. Giró en su silla para observar las imágenes de lo que estaba pasando, el sobreimpreso relataba un feroz tiroteo en la parte superior del edificio y extrañas explosiones. De inmediato utilizó la computadora para entrar a las cámaras de vigilancia pero le fue imposible, la seguridad era demasiado buena. Supuso que Hoffman estaría haciendo lo mismo e intentaría en breve dejar instrucciones para Claire, ése sería el momento clave si en verdad eran su padre y amigos los que estaban en el edificio.
Observó durante varios minutos hasta que la parte inferior del edificio se iluminó y estalló derrumbándolo por completo. “Franz Kloster...”, pensó. Mientras rastreaba en la notebook toda conexión externa, escuchó el relato del bombero aludiendo que un escape de gas le había hablado. No había dudas: su padre era el responsable. La pantalla arrojó un par de datos y a continuación comenzó a llenarse de información, tenía las claves de acceso a todos los archivos; también pudo conectarse a la computadora de Hoffman para descargar todo cuanto pudiera mientras el programa de localización intentaba dar con él. Pocos segundos antes de concluir el rastreo la conexión se perdió pero al menos finalmente tenía las claves y mucha información incluyendo centenas de mensajes. Trabó la puerta de la habitación para no ser interrumpido y comenzó a leer lo descargado empezando por él último registro de lo que parecía ser una bitácora. Hacía mención a una tal Isabelle Cohen, a Michael y Anne. Leyó y releyó atentamente para comprender por completo la trama y luego reclinarse elaborando la siguiente parte de su plan. En él eliminaría muchos pájaros con una sola piedra sin ser quien la arrojase. Sería espectador de un combate fraticida que pondría a todos contra todos. “Tal vez lleve palomitas de maíz…”, sonrió.
Gabe continuó leyendo mientras truenos y relámpagos agitaban la oscura noche.
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Penumbras
FantasyVarios siglos han pasado desde la batalla ancestral que tuviera lugar entre los tres clanes más poderosos de la Tierra y las fuerzas oscuras para mantener el frágil balance entre el bien y el mal. Sin embargo esa batalla no concluyó el día que inici...