Sabía que tarde o temprano hablaría con ella, pero no a esta hora y en su propia casa estando sola.
- Lo siento, pero no es un buen momento. Mañana pasaré por su oficina. –respondió a través del aparato.
- Me temo que mañana será demasiado tarde.
- No le entiendo…
- Baje y se lo explicaré.
Em dudó unos momentos. Era conciente de que la idea de bajar en plena noche sola a hablar con alguien a quién investigaba por hechos fraudulentos era pésima, pero la realidad era que ella podía defenderse sola perfectamente llegado el caso. Igualmente se mantendría en la puerta, a la vista de todos donde el grito de una chica llamaría de inmediato la atención.
- Qué es lo que quiere.? –preguntó al enfundarse en su abrigo y cerrar la puerta tras ella la puerta del edificio.
- Es precisamente lo que iba a preguntarle, señorita Bentley. Por qué anda haciendo preguntas sobre mí, mis estudiantes y mi trabajo.?
- Es un país libre y soy periodista, aparte tengo interés en su proyecto.
- Hubiera sido más conveniente acudir a mí en primer lugar, no cree.?
- Usted no concede entrevistas.
- Cierto, pero a usted quizás se la hubiera concedido teniendo en cuenta que es la novia de Gabriel Kloster.
- Cómo lo sabe.?
- El habla mucho de usted.
Em ocultó una sonrisa al pensar que Gabe después de todo aún la tenía muy en cuenta.
- Es más, estoy dispuesto a concederle la entrevista ahora mismo. –dijo Hoffman envarándose.
- Ahora.? No lo sé…
- Dónde usted quiera.
- De acuerdo… Le parece Mick’s en media hora.? No está lejos de aquí.
- Sé dónde queda, la veré allí.
Hoffman se despidió esbozando una lúgubre sonrisa y despareció en la noche. Llamó a Bree varias veces, le envió mensajes y hasta habló con Cam para ver si estaba con ella pero no fue así. Pensó en llamar a sus padre pero no quería preocuparlos, tal vez hubiera ido al cine con Jayden o estuviera en la biblioteca; en ambos casos siempre apagaba su teléfono.
Se abrigó algo mejor, tomó su bolso y preparó su teléfono para grabar la conversación; era imperativo tener pruebas para mostrar a Gabe y a quien hiciera falta lo que estaba sucediendo.
La noche era más oscura de lo habitual, el cielo se encontraba repleto de nubes que apenas dejaban entrever una curiosa luna rojiza lo cual era raro teniendo en cuenta que fue una tarde soleada y no había pronóstico de lluvias.
Hoffman la esperaba sentado en una de las mesas más apartadas.
- Gustas tomar algo.?
- Ya pedí un café, gracias. –respondió Em.
- Muy bien, pregunta. Puedes dejar tu teléfono en la mesa, sé que grabarás la conversación.
- Cómo lo sabe.?
- Todos los periodistas lo hacen, Em. Puedo llamarte Em.?
- Prefiero Emma. Solo mis amigos me dicen Em.
- Bien, Emma, soy todo oídos.
- De qué se trata el proyecto Némesis.?
- Cómo ya habrás averiguado, es un proyecto conjunto para intentar restituir el balance esencial de las cosas en el mundo.
- Y qué tiene que ver la ingeniería en eso.?
- Nada, realmente. Es solo una forma de encontrar el candidato perfecto para la beca.
- Se refiere a Gabe.?
- Precisamente. Sus habilidades son esenciales para este proyecto.
- Qué habilidades.?
- Tú ya sabes a cuáles me refiero. –sonrió.
- Disculpe, pero no tengo idea. Gabe es extremadamente brillante si a eso se refiere.
- Coincido, él brilla en muchos aspectos. Es una luz en las tinieblas, una antorcha en plena oscuridad.
- Sí, lo es. Pero aún así no entiendo qué…
- Oh, vamos… -dijo reclinándose en la silla- Luz, oscuridad, antorcha, fuego… -enumeró al aproximarse a ella.- No te son conocidas esas palabras.? MUY conocidas.?
- Bueno, sí… no son palabras raras…
- Emma, sé quién y qué es Gabe.
- A qué se refiere.? Gabe es… Gabe, solo eso.
- Estuve buscando durante años, investigando una antigua leyenda que hablaba de tres clanes encargados de mantener el balance entre luz y oscuridad. Aparecían y desaparecían sin dejar rastros, fueron cazados, desaparecieron y luego reaparecieron de la nada dejando un rastro de extraños sucesos. Finalmente en escocia encontré quien relatara la misma leyenda, un lugareño de un pueblo que conocía a un tal Duncan, el guardián del cementerio local. El me contó de una explosión, extrañas llamaradas y bolas de fuego, luces en el cielo y personas que nunca había visto por allí. Con mis colegas retomamos la investigación hasta que fuimos capaces de encontrar el rastro nuevamente de esos clanes pese a que ahora guardaran silencio y permanecieran ocultos. No teníamos la certeza de sus verdaderos nombres, solo que algunos residían aquí, así que asumimos que uno de sus descendientes tarde o temprano cursaría la universidad. Buscamos pequeños hechos fuera de lo común años atrás asociados con alumnos brillantes e hicimos una lista. Por eso las becas y el proyecto, todos sabemos lo que pasa cuando se presiona demasiado a alguien. Una vieja riña con una pandilla en el secundario, tu secuestro, todo ello nos llevó a Gabriel Kloster, o debiera decir Gabriel O’Doherty, último descendiente del clan O’Doherty.
- Linda leyenda.
- No toda son leyendas, Emma. Lo sabes, al igual que tu padre y el resto de tus amigos.
- Debería consultar un psiquiatra, está chiflado. Me encargaré de que Gabe lo sepa. –dijo al levantarse.
- Seguro que lo harás, pero él no te creerá. Verás, él piensa que sus padres y tú están en su contra, que solo quieren aplacarlo y mantenerlo calmado como un lindo cachorrito. Aún no sabe el motivo real de su elección, es feliz haciendo esas odiosas maquetas y dibujos, viendo engrosar su ego, teniendo libertad absoluta y escuchando nuestras particulares conferencias acerca de que el fin justifica los medios. Es hora de realmente balancear este desastre, Emma. Y no de la forma en que ustedes y sus padres lo vienen haciendo, sino de una forma más práctica.
- Está loco.! –exclamó asombrada al ver la coherencia de su relato.
- Muchos han sido llamado locos, pero unos pocos han sido llamado dioses y Gabe será uno de ellos con nuestra ayuda.
- Lo detendremos, no tiene idea de lo que sería capaz de hacer.! –espetó con sus ojos brillando vivamente en un color rojizo.
- No harán nada, Emma, excepto lo que yo quiera. Y te diré por qué: recuerdas tu secuestro.?
- Usted qué cree.?!
- Pues lo he hecho nuevamente.
- Qué.?!
- Antes sirvió para reducir posibilidades: estabas tú, Bree, Gabe, Jayden, Kay y ese tal Cameron. Después del incidente se redujeron a Bree y Gabe, el proyecto confirmó a Gabe aunque fue una mera formalidad.
- No me secuestrarás esta vez, imbécil.! Te lo aseguro.!
- No tengo intenciones de hacerlo, en esta ocasión elegimos a alguien diferente.
- Quién.?
- Tu amiga Bree.
- No te creo, ella sabría que estaba en problemas antes de siquiera estarlo.
- Muy cierto, puede prever lo que va a pasar cuando se lo planea, pero no cuando simplemente se pasa junto a ella y se la adormece con un tranquilizante en forma espontánea. Nadie puede prever lo imprevisible, ni siquiera Samantha Lane. Además en la actualidad temer que algo malo pasará es cosas de todos los días. –ironizó.
Em tomo su teléfono y llamó a Bree, lo que Hoffman decía tenía sentido, no había atendido ninguna de sus llamadas.
Se alegró al escuchar el sonido único del teléfono de Bree, era la balada Moonlight escrita pos su padre, quería decir que estaba cerca, seguramente allí mismo tomando algo con Cameron o leyendo.
- Creo que no podrá atenderte. –dijo Hoffman al sacar de su bolsillo el teléfono de Bree.
Em lo tomó temblorosa de sus manos. En la pantalla se leía “Llamada entrante: Em. Mensajes: 12. Llamadas perdidas: 10.”
- Qué es lo que quieres.? –preguntó al colgar y dejar ambos teléfonos sobre la mesa.
Hoffman sonrió.
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Penumbras
FantasyVarios siglos han pasado desde la batalla ancestral que tuviera lugar entre los tres clanes más poderosos de la Tierra y las fuerzas oscuras para mantener el frágil balance entre el bien y el mal. Sin embargo esa batalla no concluyó el día que inici...