Era la última noche juntos de Gabe y Em por un tiempo. Estaban comiendo pizza en el mismo lugar en el que días atrás estuvieran Bree y Cam. Ambos tenían algo que decir, algo muy importante y solo encontraba silencios incómodos por lo que finalmente juntaron valor y dijeron al mismo tiempo:
- Iré a vivir a parís.!
- Vendré a vivir aquí.!
Se miraron uno al otro sonriendo sin entender.
- Qué.?! –repitieron al unísono.
Em hizo señas de que él hablara primero.
- Iré a estudiar a París para estar cerca de ti, lo tengo decidido.
- Yo decidí venir aquí, adelanté mis estudios un año para poder estar contigo.
- Pues no tiene sentido que nos crucemos, no.? –rió.
- Y qué haremos.?
- Yo iré allá, tú aún eres menor y necesitas el permiso de tus padres el cual, al menos Ethan, jamás te dará. Es más probable que lluevan sapos azules.
- Gabe: no hablas francés. Ni media palabra. Y tendrías que rendir equivalencias para poder cursar una carrera allá.
- Tú también, es lo mismo. Excepto por el idioma, claro.
- No, mi instituto tiene rango internacional así que puedo continuar una carrera aquí o en otros cinco países.
- …tu padre no te dejará.
- Ya veremos, pienso decírselo al llegar a casa. Sino, entonces vienes tú. Tenemos un trato.? –sonrió.
- Hecho. No puedo creer que dejes atrás tu vida por mí… -dijo tomando su mano.
- Yo tampoco puedo creer que tú estés dispuesto a hacer lo mismo.
La cena transcurrió sin incidentes, algo que últimamente resultaba novedoso para ellos. Mientras la acompañaba al hotel donde se alojaba con su padres hicieron planes para lo que sería el próximo año juntos, donde fuera que lo compartiesen.
- Qué estudiarás.? –preguntó Em.
- Ingeniería, creo. Será bueno construir cosas en lugar de destruirlas. Tú.?
- Bree me dijo que seguiría medicina, me parece que haré lo mismo. Siempre me interesó y tendré una compañera de estudios.
- Dos excelentes médicas… y perfectas asesinas. Es tierno y aterrador… -bromeó.
- Cállate, Kloster.! –rió golpeándolo- Escuché que Cameron seguirá bellas artes, música si no me equivoco.
- Sí, eso había dicho.
- Crees que le vaya mejor de ahora en adelante.? Es decir, sus padres ni siquiera se presentaron y cuando Bree no está parece cargar el peso del mundo en sus hombros…
- Eso espero, tengo que admitir que lo juzgamos apresuradamente. Bree también se merece una vida sin tener que estar mirando por sobre el hombro preocupada por casi todo. Es estresante, lo sé.
- Crees que ellos dos…
- Quizás, no lo sé.
- Espero que resulte, si es el caso. No creo que Bree haya tenido mucha vida social…
- Tú sí.?
- He vivido un poco, nada raro ni formal…. –dijo un tanto incómoda al ver dónde se había metido.- Tú también habrás tenido algunos besos memorables…
- Solo uno. –contestó seriamente.
- Uno.?! La conozco.?
- Sí, te has cruzado con ella decenas de veces.
- Ah… -dijo pensativa, esperaba tener otra respuesta.- Quién es.?
- …
- Vamos, Gabe.! Odio los acertijos.! Aparte no conozco a tus amigas y…
- Y…? –inquirió al ver como Em se detuvo en seco con los ojos abiertos como platos.
- En serio.?
- Sí, lamento no haber vivido tanto como tú.
- Es increíble…
- Bueno, quise esperar la persona indicada no creo que sea tan malo…
- Y de verdad crees que sea la persona indicada.?
- De qué hablas.?
- No puedo creer que hayas besado a Bree….
- QUÉ.?! –exclamó- Es mi prima.! Por Dios Emma, en qué piensas.?!
- Dijiste que la conozco, la crucé decenas de veces y sé que tan apegados son ustedes…
- No TAN apegados, créeme.!
- Y quién entonces.?
- Tú, Emma, tú fuiste mi primer y único beso memorable noches atrás.
- Pero dijiste que me la crucé decenas de veces…
- Notaste que tienes un problemita con los espejos o cualquier cosa que refleje.? No puedes evitar mirarte aunque sea de reojo, así que sí: te has cruzado a ti misma decenas, miles de veces.
- Yo… lamento no poder decir que fuiste mi primer beso.
- No importa, me conforma con que sea siempre el último.
Gabe se acercó a ella, tomó su rostro entre sus manos y la besó allí mismo, en plena calle bajo la luz de un semáforo que titilaba. Ella lo miró en la profundidad de sus ojos y él se perdió en los de ella, no existía pasado; solo futuro. Y ambos estaban en él.
***
- Vivir aquí.? Estás segura.? –preguntó Sophie.
- Sí, mamá. Amo a Gabe y quiero hacer mi carrera aquí junto con Bree cuando me reciba.
- Es decir en unos meses… -sentenció Ethan.
- Así es. Es importante para mí, papá. Tengo más amigos aquí que allá, además estaremos en contacto todos los días. Lo prometo.
- No lo sé, Em. Y no es por Gabe, me alegra que estén juntos, pero… irte… Ethan, ayúdame. Dí algo.!
- Me parece bien. –dijo él serenamente.
- Qué parte de ayúdame no entendiste.? Em, le estás haciendo algo a tu padre.? Lo golpeaste demasiado fuerte cuando jugaban y dejaste tarado.?
- No, -rió- no lo golpeé demasiado fuerte y no tengo el poder de controlar la mente de nadie. Creo….
- Dije que te ayudaré y lo haré. –afirmó Ethan levantándose y tomando las manos de Sophie.- Te ayudaré a dejarla ir y tú me ayudarás a mí a aceptarlo. Deberías saber que si tomó una decisión…
- No la abandonará. Lo sé. –dijo tristemente Sophie.
- Tengo a quienes salir, no me culpen. –sonrió Em.
- Eres un ángel endemoniado.
- Literalmente.
- De acuerdo, una vez que te recibas podrás ir. Hablaremos con Franz y Sam. –afirmó Ethan.
- Gracias, gracias, gracias.! –exclamó saltando y abrazándolos.
***
- Gabriel… –llamó Franz al colgar el teléfono la mañana siguiente. Gabe estaba recostado leyendo. –Podemos pasar.?
- Seguro, qué sucede.? –preguntó incorporándose.
- Acabo de hablar con Ethan y me hizo un pequeño comentario sobre Emma. Hay algo que quieras decirnos.?
- Eh… bueno, ustedes saben que nos hemos estado viendo cada vez que pudimos, y que…
- Cuando estás cerca de ella actúas de forma más rara que lo normal, lo cual se traduce en que estás enamorado de ella. Sí, lo sabemos. Más bien tu madre y hermana lo sabían, yo me acabo de enterar.
- No dije nada nadie…
- Lo sé, créeme. Con ellas a veces no es necesario, es como tener una oficina del FBI en tu cabeza.
- Cállate, Franz.! Nos alegramos por ustedes, de verdad, pero prometí cuidar a Emma y sabes que lo haré. Soy clara.?
- Mamá, tiene casi dieciocho años…
- Casi, cuando los cumpla será libre de hacer lo que quiera. En tanto estará bajo nuestra tutela. Cuento contigo, Gabe.
- Por supuesto. –sonrió.
- Cuéntame los detalles.! –dijo Kay intentado saltar y aterrizar en su cama pero Gabe la detuvo en el aire.
- Kaytleen… -advirtió Sam.
- Cómo si tú no quisieras saberlo.!
- Vamos, Sam. –rió Franz tomándola de la mano.
- Pero…
- Deja que le cuente a Kay si es que quiere, ya te enterarás después.
- Está bien. –bufó Sam saliendo de la habitación.
- Y bien.? –sonrió expectante Kay aún flotando sobre la cama.
- De acuerdo, tendrás tu historia romántica narrada por uno de los protagonistas. –afirmó haciendo que cayera suavemente sobre el colchón.
Franz estaba feliz por su hijo, quizás Em le trajera la estabilidad que tanto ansiaba, merecía una vida normal llena de dicha y felicidad. Aunque en verdad le preocupaba lo que Gabe podría llegar a hacer si le rompieran el corazón.
Más que preocuparle, Franz en realidad le temía.
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Penumbras
FantasyVarios siglos han pasado desde la batalla ancestral que tuviera lugar entre los tres clanes más poderosos de la Tierra y las fuerzas oscuras para mantener el frágil balance entre el bien y el mal. Sin embargo esa batalla no concluyó el día que inici...