LVI

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Bree y Cam volvieron al hotel horas antes de la medianoche; Em aguardaba sentada en su habitación con expresión de madre regañona. Ni bien escuchó el clic del picaporte se apresuró para increparlos por la hora; había mucho que hacer y, aunque últimamente lo pareciera, este no era un viaje de placer. Sin embargo ahogó sus regaños al ver el rostro serio y sombrío de Bree. Quizás por eso el cielo se había tornado gris inesperadamente.

- Sucede algo.? Están bien.? –las dos preguntas de rigor salieron atropelladamente de su boca.

- Sí, es Rose quien me preocupa... presiento que algo no va bien. –explicó Bree al tomar asiento. La mano de Cam se posó en su hombro y ella la tomó de inmediato.

- Define "algo".

- Peligro, Em, riesgo. Demasiado.

- Peligro del tipo "nos van a descubrir y pasaremos un mal rato" o "si nos descubren estamos fritos."?

- Fritos. Muy fritos. No puedo sacarme de la cabeza la idea de que Des traiciona a Rose pero al mismo tiempo la salva... Tuve imágenes de vidrios estallando y el suelo acercándose. –relató con ojos muy abiertos.

- Saltaron por una ventana.?! –exclamó Cam.

- Supongo, no puedo precisar si es algo que sucedió o que pasará.... todavía no soy muy buena en esto. –se disculpó Bree afligida.

- Si algo realmente malo hubiese ocurrido ya nos habríamos enterado. El teléfono no ha sonado ni hay mensajes, como dice el dicho: el que no haya noticias, son buenas noticias.

- Tiene razón, llena tu mente de buenos recuerdos. Los de esta tarde me parece que son bastante buenos... -sonrió Cam.

Bree esbozó una sonrisa al sonrojarse.

- Dónde diantre estuvieron.? –preguntó Em levantando una ceja.

- Eso no te concierne, Snoopy.

- Te dije que no me llames así.! –bramó colocándose a pocos centímetros del rostro de Cam.

- Quieres algo conmigo.? –ironizó con tono desafiante acortando aún más la distancia entre ambos.

- No tienes idea.! –gruñó sin amedrentarse ni retroceder.

- Eh... chicos, estoy aquí... -sonó la vocecita de Bree que se encontraba sentada entre medio de ambos. El resultado de esa discusión podría tomar giros inesperados que ella no pretendía ni quería descubrir.

- Será mejor que cambien su apariencia de "Beach Boys" por algo más acorde a la situación. –espetó Em al tomar distancia.- Los espero en el lobby.

- Sí, mamá. –respondió Cam en tono burlón.

Em se detuvo un instante, suspiró negando con la cabeza y cerró la puerta tras ella.

Sentada en uno de los cómodos sofás del hotel, se tomó unos momentos para pensar en Gabe. Descubrió que hacía bastante tiempo que no pensaba en él, al menos no en la forma que solía hacerlo. Esperaba que se encontraran cuanto antes, pero también temía el instante en que ocurriera. Habría la paliza de Cam y la lejanía de Hoffman cambiado su actitud.? Su pensar, su actuar.? Sería el Gabriel Kloster del que estuvo enamorada prácticamente toda la vida o sería una simple sombra, un suspiro inerte y frío del amor que alguna vez sintiera.? Podría defenderse ella misma de quien antes la defendiera aún si eso implicase acabar con su vida, terminar con la existencia de Gabe en la tierra.? Demasiadas preguntas y ninguna respuesta certera; tan solo un hecho: se reencontrarían nuevamente y de una forma u otra sus vidas se definirían en ese instante.

- Te encuentras bien.? Luces algo pálida. –preguntó Cam.- Más de lo normal, quiero decir.

- Sí... solo recordaba. –respondió ella ignorando por completo la ironía de él.

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