Kay observaba con su madre y Ayden los vestidos que Bree se probaba, esperaba que ella también pudiera llevarse alguno. De hecho lo sabía pero quería dar su mejor expresión de sorpresa cuando Sam le dijera “Anda, escoge uno.”
Después de muchas pruebas finalmente escogió uno color negro, como su cabello, y detalles del color de sus ojos. Un buen par de zapatos de taco alto, no demasiado porque Bree de por sí era alta, aros, pulsera y el hermoso collar de su familia completaban el atuendo. Ayden prometió ayudarla a darle unos retoques que Bree indicó cuando se lo probaba.
Ella era una excelente costurera aunque pocas veces haya utilizado hilo y aguja: en su baile de graduación, ella misma arregló su vestido, maquilló y peinó frente al espejo utilizando sus poderes.
- Nunca aprenderé a hacer el nudo de una corbata.! –protestó Gabe frente al espejo de la sastrería.
- Yo nunca aprendí del todo, es cuestión de… –dijo Franz parándose detrás de él. Pasó su mano por el cuello de la camisa siguiendo la tela de la corbata y cuando retiró la mano el nudo estaba perfectamente hecho. –… magia.
- Práctico. –sonrió.
- Luces bien. Muy bien.
- Gracias, es hereditario; no puedo evitarlo.
- Obvio. –rió orgulloso.
- Crees que a Em le guste.?
- Por supuesto, pareces un galán de cine.
- Mi nombre es Kloster, Gabe Kloster. –dijo envarándose e impostando su voz frente al espejo.
- Es una suerte que Ethan no esté aquí.
- Por qué.?
- El atrae gente un poco… rara.
- Más raros que nosotros.?
- Otro tipo de rareza, hijo. No te contaron nunca de Phil.?
- No… quién es.?
- Te contaré en casa, pero no debes decirle a Ethan que yo te lo dije.
- De acuerdo. –sonrió Gabe contemplando su imagen en el espejo. Era muy parecido a su padre.
Emma también se encontraba de compras en París. Acompañada por Sophie recorría tiendas buscando el vestido perfecto para una ocasión tan importante. A diferencia del resto de las chicas, Em tenía una manera peculiar y rápida de elegir su ropa: la veía, le gustaba, se la probaba y llevaba. No había opciones. Si algo le gustó y no quedaba en su talle, era capaz de recorrer medio París hasta encontrarlo porque eso era lo que le gustaba y no se daría por vencida. Ella también escogió un vestido oscuro y corto aparte de zapatos de taco bajo y aros brillantes con una pequeña piedra negra en el centro y otra violeta colgando.
Los días pasaron rápidos y llenos de preparativos. Cameron consiguió que la banda formada por ellos, aún sin nombre por lo que se presentarían como “Untitled”, tuviera un buen espacio esa noche. No era la ropa, ni la emoción o la ansiedad, cosa que parecía no afectar a Cam, lo que hacía temblar las piernas de los cuatro hermanos; sino el terror de estar ante todos y que algo saliera mal provocando que alguna otra cosa saliera aún peor. Si sus ojos comenzaban a brillar en medio de la tensión nada bueno pasaría. Es por eso que Sam estaría cerca de ellos usando su don de controlar las emociones para calmarlos en caso de ser necesario. Franz, Erik y Ayden también estarían en primera fila solo por si acaso; la noche debía ser recordada por grandiosa y no por desastrosa.
Emma llegó dos días antes como prometió, aunque no pasó mucho tiempo con Gabe debido a los preparativos. No pudo creerlo cuando le dijo que la invitaba a cenar, los dos solos, en uno de los mejores restaurantes de la ciudad. Podría contarle que había adelantado sus estudios y se recibiría este mismo año para luego continuar su carrera aquí y no en Francia lo cual les daría todo el tiempo del mundo para estar juntos. Ella estaba segura acerca de los sentimientos de Gabe aunque él nunca lo admitió, por lo que esa noche estaba decidida a decirle que lo amaba. Si acaso ella lo hubiese interpretado mal por alguna extraña e inverosímil razón, tenía la seguridad de que la amistad no se rompería, aunque ya no tendría sentido abandonar París.
- Un retoque aquí, otro allá y… listo.! –dijo Ayden al terminar el vestido de su hija.
- Quedó perfecto, gracias.! –exclamó feliz.
- Pareces salida de un cuento de hadas.! –sonrió Kay observándola tendida en la cama de Bree- Me pregunto si tú también tendrás un príncipe esta noche…
- Kay… -advirtió Sam.- Déjala en paz.
- Qué.? Gabe tiene a su princesa: Em. Ella podría tener a…
- Quienquiera cuando quiera, no es tu problema. Queda claro.?
- Ok. –bufó ojeando la revista de peinados.- Este te iría bien…
- Déjame ver… -pidió Bree tomando la revista- Es precioso.! Mamá, podrías hacerlo.?
- Claro, y sé exactamente cómo maquillarte para que resalten tus ojos. Solo un poco, no hace falta recargar un rostro tan hermoso. –respondió al besarla en la cabeza mientras observaba el reflejo de ambas en el espejo del tocador. Bree tenía el rostro de Ayden con el color de ojos y cabello de Erik, una perfecta combinación.
Ayden tronó sus dedos, colocó la revista en un lugar bien visible y puso sus manos a escasos centímetros del pelo de Bree el cual comenzó a flotar, girar y revolverse; minutos después una copia perfecta del peinado lucía en su hija. Luego pasó ambas manos delante del rostro de ella y el maquillaje ya estaba aplicado.
- Dios, te ves hermosa.! –exclamó Kay levantándose de un salto para observarla ya lista y vestida.
- Gracias.! –dijo complacida al ver su delgada, curvilínea y alta figura en el espejo del ropero. “Realmente me veo espectacular.!”, pensó.
- Tu turno, Kay. –dijo Ayden palmeando la silla frente al tocador. –Vístete, hoy estoy haciendo princesas.
- En serio.?! Me harás lo mismo que a Bree.?
- Lo mismo no, pero parecido; no pueden ir las dos iguales.
- Owen está llegando al aeropuerto, irá directamente a la graduación. –afirmó Sam al leer un mensaje en su teléfono.
- Mis padres y Jess también irán directamente. –agregó Ayden.
- Genial. Pensar que antes evitábamos estar juntos y ahora todos, incluyendo una nueva generación, estaremos bajo el mismo techo en público.
- Razón demás para disfrutarlo.
Hacía tiempo que Ayden no veía su madrina, Jessica Marie Davis. Ella tenía un hotel en un pueblo muy apartado y conocía a los padres de Ayden desde el principio de su historia. Sabía todo acerca de los poderes de cada uno y su casa fue asilo en varias oportunidades cuando por algún motivo alguien debía apartarse. A no mucha distancia de allí había una pequeña comunidad indígena donde residieron los tatarabuelos de Ayden y ella aprendió a usar y controlar sus poderes. Que esta noche estuviera presente significaba mucho para ella.
- Quiero que lleves esto contigo. –dijo Franz al entregarle unas miniaturas a Gabe.
- Estás seguro.? Es decir… sé que son muy importantes para ti y Erik.
- El estará de acuerdo, solo promete cuidarlas.
- Claro.! –aseguró al colocarlas en el bolsillo interno de su saco.
- Hijo, quiero que sepas que tu madre y yo estamos muy orgullosos de ti. Sé que pasaste tiempos difíciles y soportas una carga que no elegiste llevar, pero aún así supiste sobrellevarlo con esfuerzo y serás un gran hombre. Perdón: eres un gran hombre.
- Gracias, papá. Tengo a quien salir. –respondió al abrazarlo.
No muy lejos de allí, Cameron terminaba de vestirse. Consiguió un traje prestado cuyo olor a naftalina logró tapar con algo de perfume. Sacó brillo al único par de zapatos que tenía, planchó una camisa blanca y buscó por Internet cómo hacer el nudo de la corbata, el cual después de varios intentos se parecía más a un corbatín de feria que a un nudo. Más tarde le pediría a Jayden que le ayudase. Sin despedirse, pues no había nadie a quien saludar, partió rumbo al colegio. Estaba resignado a ser el único cuyos padres jamás aparecían, ni siquiera hoy. Al menos saldría con Bree y eso disipaba cualquier nube gris en el cielo.
El auditorio era enorme. Las columnas de sonido colgaban en los laterales, serpentinas, globos y adornos pendían de todos lados. Las mesas estaban dispuestas a suficiente distancia y preparadas para la cantidad de invitados por familia. Las más extensas eran las de los Taylor y Kloster. Cuando Cam caminó entre ellas vio sin asombro que no había ningún pequeño cartel que dijera “Familia Poe.”. “Al menos no estoy obligado a estar en un solo lugar.”, pensó buscando una justificación positiva.
Owen, Hailey y Rose fueron los primeros en llegar. A continuación entraron Ethan, Sophie, Emma y Anne seguidos de Jayson, Karen y Jess. El resto se presentó en un sólido y numeroso grupo presidido por Gabe y Bree. Mientras todos se saludaban entre sí, lo que llevó un buen tiempo, dos de ellos ignoraron por completo al resto sin dejar de apartar la mirada uno de otro.
- Eres lo más hermoso que vi en mi vida. –afirmó Gabe contemplando a Em.
- Lo mismo digo. –respondió ella con una gran sonrisa.
- Tengo una sorpresa para ti.
- Otra.?
- Sep.
- Se solicita la presencia de Gabriel y Kay Kloster y de Jayden y Bree Taylor en el escenario. –dijo la voz de Cameron por los altoparlantes.
- Vuelvo en un rato.! –exclamó al irse.
Los cuatro se detuvieron unos momentos frente al gran escenario repleto de cables, luces, micrófonos y enchufes. Todos pensaron lo mismo al mismo tiempo: “Mierda, esto será difícil.!”.
- Oigan, esperan una invitación por escrito o qué.?! –gritó Cam asomándose por el telón.
- Prueba correr y subir tarimas en tacos y con un vestido, Poe.! –se quejó Kay al ser ayudada por su hermano para subir por la endeble escalerilla.
- Qué pasa.? –preguntó Gabe.
- Tenemos un problema. Más bien el colegio tiene un problema.
- Cuál.?
- La banda que tocaría no se presentará, así que nosotros deberemos tocar buena parte de la noche.
- Qué.?! Apenas sabemos unos diez o doce temas.!
- Lo sé, por eso pensé que tal vez sus padres querrían tocar.
- Nuestros padres.? –sonrió Bree.
- Por qué no.? “Into the Light” vuelve al escenario dónde alguna vez comenzó.
- No es mala idea…
- Claro que los instrumentos… bueno, no son lo mejor. –dijo indicando una guitarra maltrecha, un teclado chueco, una batería emparchada y un bajo que más parecía una banana con cuerdas.
- Eso no es problema. Yo traje los instrumentos.
- En serio.?! Vamos por ellos.!
- Aquí están. –dijo sacando las miniaturas de su bolsillo.
- Eh… son un tanto pequeñitos, no crees.? Me parece que hay algo que no funciona bien en tu cabeza… muchas cosas, en realidad.
- Cállate y observa.
Gabe se aseguró que nadie más pudiera verlo, luego colocó los instrumentos en el suelo y los devolvió a su tamaño original. Los ojos de Cam estaban abiertos de par en par, como su boca, la cual Jayden cerró empujando su quijada con un fuerte “clack.!”
- “Into the Light”.! –leyó en el frente de la batería- Son sus instrumentos originales.?
- Así es, mi padre me los dio antes de venir. –respondió Gabe orgulloso al ver como Cam deslizaba su mano por la emblemática guitarra de Erik.
- Crees que toquen.?
- Me parece que en el fondo solo esperan la excusa para hacerlo. –dijo Kay.
- Pues entonces se la daremos. –afirmó Cam tomando un micrófono y saliendo al escenario.- Damas y caballeros, lamentamos informar que la banda que tocaría esta noche no podrá asistir.
Cam dio unos segundos para que el descontento se hiciera escuchar, luego continuó.
- Pero tenemos algo mejor para ustedes: hoy están presentes cuatro egresados de esta institución que hace tiempo dieron su primer recital aquí una noche como la de hoy, cuatro personas que tocaron decenas de veces en nuestro conocido Mick’s y recibieron incontables aplausos. Solo por hoy volverán al escenario para acompañar a sus hijos. Se trata nada menos que de Ayden Allen, Erik Taylor, Samantha Lane y Franz Kloster, más conocidos como “Into the Light”.!
Al principio hubo un silencio sepulcral pero poco después, como quién recuerda algo que había olvidado, los aplausos comenzaron a multiplicarse hasta ser una ovación.
- Hay que reconocerlo: el tipo tiene estilo. –afirmó riendo Franz.
- No sé si quiere que nos levantemos o está intentando volar… -dijo Erik señalando a Cam que agitaba los brazos arriba y abajo.
Los cuatro se levantaron y los aplausos fueron aún mayores.
- Sam, tú tienes algo que ver con esto.? No podemos ser tan conocidos, y menos después de tanto tiempo. Ni siquiera grabamos un disco.!
- No, Franz, te juro que no.! Pero creo que alguien hizo circular varias grabaciones nuestras… -dijo girando para ver a Sophie.
- Solo las subí a la página de este colegio donde figuran ustedes y su banda. –aseguró Sophie.- La cual tiene alrededor de un millón de visitas anuales.
- Bueno, parece que los chicos no serán los únicos que se diviertan esta noche. –sonrió Ayden.
La entrega de diplomas fue rápida y sencilla desfilando uno por uno los egresados para recibir su diploma y medalla, de ser el caso. Las cámaras disparaban con igual intensidad que si se tratasen de auténticas estrellas de Hollywood, excepto un caso en el que no hubo flashes ni nadie que acompañara al egresado para recibir su diploma: Cameron Poe. Franz se sintió algo identificado con el pobre chico, sin embargo Cam no estaba deprimido sino acostumbrado.
Terminada la entrega la hora del espectáculo debía comenzar.
Después de muchos, muchos años “Into the Light” volvía al escenario: Erik Taylor en guitarra y voz, Ayden Allen teclado y voz, Sam lane en bajo y Franz Kloster en la batería. Para ellos era un momento tan increíble y especial como para sus hijos y Cameron que los observaban de cerca. El tema “Moonlight” que Erik le dedicara a su futura esposa el día de graduación, fue uno de los más aplaudidos. Casi dos horas después los chicos debieron dejar de bailar para intercambiar lugares con sus padres.
- Listos.? –preguntó Cameron.
- Eh… no. –titubeó Jayden.
- Solo imaginen que están todos desnudos.
- No quieres que hagamos eso, créeme. –sonrió Bree.
Cam dio el primer acorde y la banda comenzó a tocar su serie de covers. Solo hubo dos temas propios compuestos por Cameron que fueron intercalados con el resto y aplaudidos como los de las grandes bandas. Ahora había llegado el turno de Gabe. Cam le cedió la posición al frente en el micrófono, respiró hondo, buscó a Em en el público y cuando las luces disminuyeron, sin dejar de mirarla, cantó ante todo el público solo para ella. Ese fue el cierre de “Untitled”, y la enorme sonrisa que se dibujaba en el rostro de Em mientras le arrojaba un beso, el cierre perfecto para él.
La noche apenas comenzaba.
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Penumbras
FantasyVarios siglos han pasado desde la batalla ancestral que tuviera lugar entre los tres clanes más poderosos de la Tierra y las fuerzas oscuras para mantener el frágil balance entre el bien y el mal. Sin embargo esa batalla no concluyó el día que inici...