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Des podía ver los cristales sobre ellos mientras caían descontroladamente, de seguir así en cuestión de segundos serían una mancha en el suelo. Se abrazó fuertemente a ella colocándose debajo, quedando Rose y el cielo ante él; si ella no lograba aminorar la caída al menos tendría una leve chance cayendo sobre él.

La expresión de Rose cambió al ver la resignación en los ojos de Des. No tenían miedo ante la muerte, sus miradas estaban fijas el uno en la del otro mientras el horrible final se acercaba inexorablemente. No había culpas ni rencores, solo el viento entre ellos y los gritos de los guardias que se alejaban detrás y los de la gente que se acercaban conforme se aproximaban al suelo. Rose lo había intentado una y otra vez pero nada funcionaba. Las palabras de su padre surgieron como una luz en al más profunda oscuridad: "No lo intentes, hazlo; sabes que puedes." Recordó el pasado, el presente y su posible futuro y entonces sus ojos finalmente destellaron. El viento dejó de agitar poco a poco sus ropas, cerca del quinto piso su velocidad disminuyó drásticamente de una mortal caída a un tranquilo descenso. Una especie de burbuja gigantesca los rodeaba, Rose maniobró para quedar de pie frente a Des. Ambos estaban abrazados contemplando el lento desplazar del edificio a un costado.

- Alguna vez habías hecho esto.? –preguntó él mientras sacaba lentamente la mano de la burbuja. Afuera el tiempo seguía su ritmo normal, una bala lo rozó levemente a toda velocidad.

- No, así que ten cuidado.! –exclamó al correrlo para esquivar otro proyectil que perforó la burbuja y aminoró su velocidad al entrar. Des lo empujó con un dedo y éste se desvió, al salir de la esfera recuperó su velocidad inicial e impactó en un auto.

- Qué pasará cuando toquemos tierra.? Las personas y los guardias se nos vendrán encima y ya no tengo balas. –preguntó al revisar nuevamente la recámara vacía de sus armas.

- Tengo una idea, tú sígueme la corriente.

Des asintió, no tenía opción.

Rose eliminó la burbuja temporal un par de metros antes aterrizar, al caer sus ojos y todo su cuerpo brillaron intensamente por un segundo como un gigantesco flash y el tiempo se detuvo por completo. Tomó de la mano a Des y corrieron entre la gente alejándose del lugar hasta estar a salvo, solo entonces el tiempo recuperó su ritmo normal. Rose estaba extenuada, Des apenas alcanzó a sostenerla evitando que cayera presa del cansancio.

- Lo... logré... -titubeó sonriente y orgullosa.

- Por supuesto. Ahora es mi turno de ponernos a salvo. –dijo al detener un taxi e introducirse con ella rumbo al hotel.

Des descendió primero, Rose estaba profundamente dormida en el interior, tanto que tuvo que sacarla en brazos. El portero abrió prestamente las puertas de par en par. Des se había asegurado de ocultar sus armas antes de descender, no quería levantar la mínima sospecha y el hecho de llevarla en brazos ya era sospechoso aún para un par de amigos.

- Sucedió algo.? –preguntó el conserje al verlo entrar.

- No, unas copas demás. La pobre no está acostumbrada. –explicó Des sonriendo.

- Entiendo. Pensé que habían estado en el incidente.

- Qué incidente.?

- Uno muy extraño, lo están pasando en varios canales. –afirmó al indicarle la TV que estaba en el hall.

- Si no le importa lo veré en mi habitación, esta chica no es tan liviana como aparenta... -rió al acomodar mejor a Rose en sus brazos.

- Por supuesto. –respondió con una sonrisa cómplice tras lo cual llamó al elevador por él y oprimió el botón del piso correspondiente.

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