Bree la estaba esperando cuando regresó, por más sigilosa que fuera ella sabía que su amiga se había metido en algún problema esa noche.
- Que hiciste qué.?! Estás loca.? Cómo vas a irrumpir en la oficina de un profesor.?
- Por la ventana.
- No me refiero a la forma, Em, sino al hecho.! Podrías haber sido detenida.!
- Pero no lo fui y descubrí que tenías razón: esa famosa beca es una tapadera para algo que involucra a Gabe.
- Estás segura.? Estuvo aquí buscándote apenas te fuiste, estaba muy molesto porque sus padres tomaron partido en el asunto.
- Muy segura, escuché a Hoffman hablando de su visita y de que no habían quedado conformes. Luego mencionó que tendría que ser para fin de año.
- Qué cosa.?
- No lo sé, Bree. Pero no tenemos demasiado tiempo, estamos a mitad de año y Gabe continúa cambiando.
- Tenemos que hablar con él.
- Antes quiero hablar con alguno de los candidatos anteriores de esta supuesta beca.
- Y cómo lo harás.? No puedes pasearte por ahí haciendo preguntas.
- Sí, mira. –afirmó mostrándole el gafete de periodista- Trabajo para el periódico de su facultad.
- Eres tan inteligente como demente. –sonrió.
No le contó que Hoffman sabía de ella y su investigación, seguramente él la contactaría al día siguiente. Y ella no haría nada para evitarlo.
***
Edward Burmwell era el nombre que había conseguido, se trataba del último aplicante a la beca. Había abandonado el proyecto, o más bien fue invitado a abandonarlo, el año anterior al ingreso de Gabe.
No fue difícil ubicarlo, además de la foto que obtuvo del anuario era el único tipo que estaba solo en un rincón de la biblioteca contando moscas con un lápiz. Un auténtico nerd desquiciado.
- Disculpa, eres Edward Burmwell.?
- Sí.! No.! Tal vez….
- Decídete.
- Y tú quien eres.? –preguntó sin prestarle atención.
- Mi nombre es Emma Bentley, trabajo para el periódico escolar.
- No te conozco. Y conozco a casi todos.
- Bueno, soy parte del “casi”. Aparte ni siquiera me has visto.
Edward giró desganadamente para verla. Sus ojos se clavaron en ella como dos dardos, quedaba claro que nunca la había visto porque jamás la habría olvidado.
- Eres lo más hermoso que he visto.!
- Gracias. Podrías responder algunas preguntas.?
- Lo que quieras.!
- Bien. –dijo al tomar asiento frente a él- Es sobre el profesor Hoffman.
- Ah… -sonaba como alguien que acababa de despertar de un maravillo sueño.- Qué hay con él.?
- Estuviste trabajando en el proyecto Némesis, verdad.?
- Sí, lo intenté pero él quería cosas imposibles, no había forma de cumplir con lo que pedía.! –afirmó exaltado.
- Cálmate, quiero saber sobre el proyecto y por qué te fuiste.
- Yo… no puedo, no debo… él… -titubeó negando con la cabeza.
- Edward… -susurró mirándolo directamente a los ojos con una gran sonrisa.- Confía en mí, es importante.
- No entiendes, es… peligroso.!
- No dejaré que nada te pase. –dijo tomando su mano. En ese punto Edward se hubiera arrancado el corazón si se lo hubiera pedido. Em en realidad odiaba rebajarse a usar estas técnicas para obtener datos, pero siempre resultaba.
- Qué quieres saber.?
- De qué trata exactamente Némesis.
- Nadie lo sabe con exactitud, la beca en sí consiste en una serie de pruebas de habilidad y destreza mentales. Algunas muy estrafalarias.
- Cómo cuales.?
- Si tienes suerte de no volverte loco antes de tiempo, llegar al punto en que te pide que intentes imaginarte que las cosas pueden flotar o moverse con solo pensarlo. O incluso insiste en que si eres lo suficientemente hábil puedes encender un fósforo sin rasparlo, solo… “mirándolo”.! Está demente.! Eso es imposible.!
- Y qué tiene que ver todo esto con la ingeniería.?
- Al principio, todo. Diseñas diferentes equipos, buscas tecnologías alternativas… pero luego todo se distorsiona y empieza a hablarte de luz y oscuridad, de algún tipo de balance universal que hay que restaurar… -Edward hizo una pausa, claramente lo afectaba recordarlo- Y se mete con tu cabeza, Emma. Terminas pensando cosas… “raras”.
- Cómo qué.?
- Como que todo lo que dice es posible, pero que tú no estás a su nivel por lo tanto mereces ser descartado. Sabías que el anterior a mi se suicidó.?
- Se mató.?! Por qué.?
- Porque Hoffman le dijo que no era lo que buscaba y que no merecía ocupar un lugar. El tipo saltó del tejado esa misma noche.! Puedes creerlo.?!
- Me cuesta un poco… estás seguro.?
- Cayó a tres metros de mí. Ves esta mancha en mis zapatillas.? –dijo apuntando a un redondel bordó grisáceo- Era parte de su cerebro que estalló como un maldito melón.
- Y cómo es que Seth Hoffman sigue dando clases y la beca se sigue entregando.? Nadie hace nada.?
- Hubo alguien anterior al que se mató, su nombre era Will.
- Era.?
- Denunció a Hoffman por discriminación y acoso. Nunca se lo volvió a ver. Sin acusador, no hay acusado. Entiendes.?
- Entiendo. –se lamentó Em.
- Deberías hablar con el nuevo, tal vez él tenga las respuestas que buscas.
- El problema es que él es ahora mi mayor interrogante y temo que Hoffman ya se haya metido en su cabeza.
- Entonces no tienes mucho tiempo. Si este sujeto te interesa, debes alejarlo de Hoffman cuanto antes.
- Es lo único que me interesa, Edward. Gracias por tu tiempo.
Em abandonó la facultad pensativa, debía abordar a Gabe para contarle todo esto. Le envió un mensaje citándolo en su casa cuanto antes. Un par de horas más tarde Gabe estaba sentado en su silla junto a Em, Bree no se encontraba.
- Sucede algo.? Dijiste que querías verme urgente.
- Es sobre tu beca.
- Qué hay con ella.?
- Creo que debes abandonarla.
- Estás loca.? Primero me convences de que la acepte y ahora me dices que la deje.? –exclamó.
- Estuve investigando a Hoffman y su beca, hay algo muy raro, diría que peligroso. Sabías que uno de los participantes se mató, otro desapareció y tu antecesor caza moscas con un lápiz en la biblioteca.?
- Eran débiles, no tenían la capacidad requerida.
- Débiles.?! De qué demonios hablas.?! Se supone que estudias ingeniería, Gabe.!
- Primero mis padres y ahora tú.! Por qué no me dejan en paz.? Hoffman solo me presiona para que conozca mis límites.! Y aún no he llegado allí.! –protestó enfadado.
- Y qué pasará cuando llegues, eh.?! Volarás el aula.? O acaso él ya sabe de qué tanto eres capaz.?
- No soy idiota, Em. Y no te metas en mis asuntos. –espetó al levantarse.
- Tú eres mi asunto, Gabriel.! Lo recuerdas.? Tú y yo.! –sollozó enfurecida.
- Buenas noches, dale mis saludos a Bree.
No hubo beso de despedida como antes, solo lágrimas derramadas. El timbre del portero sonó poco después, creyó esperanzada que era Gabe arrepentido que volvía a pedirle perdón y decirle que dejaría el maldito proyecto. Pero no; no era él.
- Seth Hoffman. –dijo la voz a través del portero.
Em empalideció.
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Penumbras
FantasyVarios siglos han pasado desde la batalla ancestral que tuviera lugar entre los tres clanes más poderosos de la Tierra y las fuerzas oscuras para mantener el frágil balance entre el bien y el mal. Sin embargo esa batalla no concluyó el día que inici...