XI

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- Qué pasó.? –preguntó Gabe desorientado- Dónde estamos.?
- No lo sé… -respondió Bree.
- Tú nos trajiste hasta aquí.?
- Así parece.
- No sabía que podías hacer eso, creí que solo tu madre…
- Creo que ninguno tiene idea de lo que es capaz, Gabe. Qué diablos pasaba contigo.?! Ibas a matar a tu padre y  a Cameron.?!
- … claro que no.
- Pues no lo parecía.!
- Me desesperé, lo siento.
- No debes disculparte conmigo sino con tu padre, Cameron y el resto que debe estar intentando contener el caos que generaste. Al menos no podrán reconocerte en los medios…
-  Tú no hubieras perdido la cabeza si hubieran secuestrado a quien amas.?!
- Sí, supongo que sí… -suspiró Bree.
- Conozco ese negocio, está cerca de Mick’s… Crees que nos hayas traído al lugar que dijo Cam.?
- Fue la última ubicación que tuve en mente, es probable… Mira.! El depósito.! –dijo señalando unas enormes puertas en la cuadra de enfrente.
- Bien, vamos por Em.
- Aguarda, promete que harás las cosas pensándolas antes. Yo te acompañaré.
- Lo intentaré.
- No.! Lo harás porque no solo tu vida estará en juego, Gabriel: la de Em y la mía también.! Y si algo llega a pasarnos te matarán aunque estés muerto.! Y te prometo ser un fantasma insoportable.!
- De acuerdo. –sonrió.- Qué sugieres.?
- Primero averiguar si Emma en verdad está allí dentro. Si es así, la sacamos y una vez a salvo te desahogarás a gusto. Con el edificio y sin matar a nadie.!
- Ok.
- Bien, vamos.
Ambos cruzaron la calle rumbo al depósito. La poca luz y las nubes que Bree hizo aparecer oscurecieron la noche ocultándolos. Algunas personas estaban reunidas cerca de la entrada conversando y fumando, Bree hizo un gesto de desagrado al sentir el olor de lo que no eran cigarrillos “normales”.
- Dame la mano. –susurró ella.
- No temas, no me perderé.
- Debemos pasar cerca de ellos, creerán que somos una pareja caminando. –dijo tomando su mano.
- Me gustaría que Cam viera esto…
- Cállate.!
El depósito tenía ocupaba una esquina, la puertas se encontraban una en cada calle. Rodeándolo había una especie de camino que conducía a las escaleras de incendio, en ambos extremos del camino había puertas con rejas y candados.
Gabe y Bree pasaron caminando desinteresadamente no muy cerca de ellos. Algunos silbidos, una especie de piropo y un par de miradas fue todo cuanto recibieron. Se detuvieron dando vuelta a la esquina opuesta.
- Puedes devolverme mi mano antes de romperla.? –pidió Bree dolorida.
- Lo siento. Creo que la reja que da a esta calle es la mejor opción, nos permitirá usar las escaleras para subir a ver.
- De acuerdo, crearé una distracción y tú abrirás la reja y la cerrarás cuando estemos dentro. No deben sospechar nada.
- Ok.
 Bree se concentró en las luces de la calle y una a una las fue apagando, luego hizo sonar las alarmas de todos los autos estacionados en la esquina opuesta a la entrada. Los sujetos fueron de inmediato a ver qué ocurría mientras Gabe se escabulló con Bree. El derritió el candado con su mano, entraron y lo volvió a soldar.
Subieron sigilosamente la escalera de metal hasta llegar al piso superior donde había ventanas por las cuáles observaron dentro.
Emma estaba inconciente atada con firmeza a una silla. Cerca de ella unos tipos se paseaban observándola y sonriendo. Gabe quería simplemente entrar, eliminarlos y salir con ella.
- Piensa.! Si entras ahora se escudarán con ella y no podremos protegerla de todos a la vez.!
- Está bien.! –gruñó.- Yo iré por ella mientras tú los distraes e intentaré despertarla, con Em conciente las cosas serán muy diferentes.
- Ves.? Ese es un buen plan. –sonrió.
Bree apagó los dos focos que iluminaban el pasillo por el que entrarían. Tenía el piso metálico y rodeaba todo el perímetro del depósito, una enorme grúa se desplazaba por dos rieles en forma paralela a dónde estaban. Tenían una visión completa del lugar desde su posición. La única forma de bajar era por una pequeña escalera en una de las esquinas que daba de frente a una mesa dónde muchos tipos discutían mientras jugaban cartas. Sobre la mesa había un par de armas de fuego. Ese sería su primer objetivo: desarmarlos.
Se deslizaron sigilosamente aprovechando las sombras que Bree creaba quemando focos para acercarse a la escalera.
- Hey.! Algo está quemando las lámparas.! Será mejor subir a ver si no hay un problema eléctrico.! –advirtió unos de los tipos.
- Sube tú.! –espetó otro.
- Bah, olvídalo.
Bree y Gabe volvieron a respirar. Una vez cerca, ella creó una brisa que movió las cartas sobre la mesa. En un lugar cerrado una brisa era imposible así que empezaron a pelearse entre ellos acusándose de hacer trampa. A trifulca terminó con dos de ellos golpeándose duramente mientras el resto los arengaba. Gabe aprovechó la distracción para atraer las armas hacia él.
- Espera, cómo sabemos que el resto no está armado.? -susurró Bree.
- No lo sabemos, por eso debemos alejarlos de Em.
- Qué sugieres.?
- Creo poder traer a Em aquí arriba si creas una distracción lo bastante importante como para que no noten a una chica sentada flotando por el aire con su silla.
- Se me ocurre algo… -dijo Bree observando la enorme grúa cuyos controles estaban en una cabina del piso inferior.
Dejó a Gabe y buscó un mejor punto de vista de la cabina y sus controles. Una vez allí intentó manipularlos a la distancias in tener idea de cómo funcionaba provocando que el gancho subiera y bajase estrepitosamente. Al menos la distracción estaba en marcha: todos fueron a ver qué ocurría excepto los dos que estaban ocupados peleando. 
Gabe elevó a Em con la silla hasta estar a nivel del andamiaje y la trajo con él.
- Emma, estás bien.? –preguntó al liberarla y sacudirla ligeramente. Tenía sangre en mechones de su cabello.
- Auch… mi cabeza… -se quejó.
- Estás a salvo, no te preocupes.
- Dónde está la chica.?! –exclamó el ganador de la pelea al advertir que Em ya no estaba.
La distracción de Bree ya no tenía efecto, debían huir cuanto antes. Dejó su lugar y volvió junto a Gabe y Em. En breve buscarían en el único piso superior, el único lugar por dónde salir aparte de la puerta principal.
- Llévate a Em, yo los distraeré. –dijo Gabe.
- Estás loco.?! Nos vamos juntos o no nos vamos.! –exclamó Em.
- Silencio.! Creo que escuché algo arriba.! –gritó uno de los tipos empuñando un arma.
- Ustedes son más rápidas y yo más fuerte.! Vayan.! Nos veremos en Mick’s.!
- Pero…
- Te amo, no lo olvides. –dijo Gabe antes de besarla y salir al descubierto.
- Allí está.! Deténganlo.!
Los disparos comenzaron a sonar mientras Bree tironeaba de Em hasta hacerla correr a la par de ella fuera del depósito. Se detuvieron a unos cincuenta metros esperando que Gabe saliera, los disparos sonaban constantes y se sentían gritos y vidrios rotos hasta que repentinamente hubo silencio. Completo silencio. Y todo estalló.
Los tipos que se encontraban fuera salieron volando hasta la calle de enfrente donde se estrellaron contra la pared. Nuevas sirenas sonaron en la noche mientras ellas esperaban ver a Gabe salir de entre las llamas, sin embargo el tiempo pasó y Gabe jamás salió.
- Estará bien, debemos ir a Mick’s.! –insistió Bree.
- No.! No me iré sin él.!
- Dijo que nos encontraría allí y el nunca rompe sus promesas, verdad.?!
- No…
- Entonces allí estará.! Vamos.!
Ambas corrieron hasta el punto de encuentro donde esperaban verlo, pero Gabe tampoco estaba allí. Aguardaron fuera un buen rato mientras observaban el desfile de bomberos, policía y ambulancias que vivían una noche agitada. Luego entraron y revisaron sus teléfonos en busca de alguna señal de él pero solo tenían decenas de llamadas perdidas y mensajes de su familia las cuales contestaron mientras continuaban esperando.
- Chicas, alguien las busca. –dijo Mick acercándose a ellas.
Gabe estaba sentado en una mesa con tres tazas humeantes, al igual que él.
- Gabriel Kloster.! Eres un idiota.! –exclamó Em al acercarse y abrazarlo.
- Dije que nos veríamos aquí, no.? Nunca rompo mis promesas. –sonrió.
- Estás bien.?
- Bien tostado, sí. Descuida, Bree: nadie salió herido; saqué a todos antes de volar el lugar.
- Estás más tranquilo.? –preguntó Bree.
- Completamente, tengo todo lo que necesito. –respondió observando a Em.
Terminaron sus bebidas y salieron para esperar a sus familias. La noche continuaba oscura y la calle desierta pues la gente estaba o bien en sus casas viendo las noticias o en uno u otro lugar donde se produjeron los extraños incidentes.
Un sonido seco parecido a un trueno atravesó la calle. Em y Bree miraron al cielo buscando relámpagos cuando Gabe comenzó a caerse soltando la mano de Em. Ella intentó sostenerlo sin entender lo que sucedía hasta ver que sus manos estaban llenas de sangre.
- Sabía que te encontraría, desgraciado.! –exclamó un tipo chamuscado que empuñaba un arma humeante en dirección a ellas.
Sin pensarlo Em saltó al tiempo que los ojos de Bree destellaron y el tipo voló contra la pared y cayó al suelo donde aterrizara luego Em. Un sonido parecido a un globo lleno de agua estallando se escuchó cuando el cuerpo de ella impactó. Permaneció agazapada sobre su víctima con sus pequeños ojos rojos brillantes hasta estar segura que nunca más traería problemas. Después retornó junto a Gabe.
- Estarás bien, no es nada. –sollozó sosteniendo su cabeza mientras Bree presionaba la herida en su costado.- Promete que estarás bien.!
- Lo… siento… -suspiró antes de cerrar los ojos.
La lluvia comenzó a caer.

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