Infantil {Adrien Agreste y tu} [FINALIZADA]

#39

Rebuscó en internet la dirección de dónde Adrien, porque aunque fuera su novia nunca había ido a su casa e incluso no conocía a Emily, su futura suegra, porque siempre decía que estaba falta de tiempo.

Adrien no era un buen novio según ella, sentía que le escondía secretos, nunca estaba el 100% de las veces que Marinette quería, discutían con constancia por las inseguridades de la chica. La azabache simplemente se necesitaba utilizada cuando él requería de atenciones de cualquier tipo y para ella, el rubio estaba como un foco de atención en los medios.

Tal vez nunca serían una pareja feliz, pero ella se quería ver en las revistas como "Marinette de Agreste" y ser la envidia de otras mujeres.
Parecía estar consiguiéndolo hasta que apareció esa 'entrevistadora', que ni siquiera tenía nombre alguno en los medios. Desde la llegada de _______, Adrien la ignoraba con constancia sus citas se redujeron al 0 desde el desastre de la cafetería y por ello la azabache lucharía hasta el final en su relación sin sentido.

Tras sacarle la información a Nino y que Agreste faltara una vez más a clase decidió aparecerse en la dirección que había sonsacado. Se terminó de arreglar el cabello en un pequeño reflejo y tocó la puerta. Enseguida abrió un hombre mayor de ojos rasgados y semblante serio, pero la francesa no se sintió intimidada y se aclaró la garganta.

—Estoy buscando a Adrien, soy Marinette, su novia.—Ella levantó la cabeza con orgullo y esperó que la dejaran pasar con rapidez.

—Lo siento, ahora no puede ser atendida porque el señorito está en una importante reunión familiar.—Todos los aires de la chica cayeron al suelo de un sopetón y la pequeña paciencia que tenía se esfumó.

—Pero necesito hablar urgentemente con él, soy su novia estoy seguro que Adrien me dejaría entrar.

—No puedo asegurar que usted sea la verdadera novia del señorito, por favor le pido que se retire sino quiere que la eche yo misma.

—¿Cómo se atreve a tratarme así?¡Es indignante!

Con todo el ruido que se escuchaba Odette bajó con rapidez hasta llegar a la entrada principal.

—¿Qué ocurre Fu?

—Señora esta señorita dice ser la novia del señorito Adrien y exige hablar con él.—La más mayor hizo un check de la chica de pies a cabeza de la joven y pudo saber de forma clara que era una joven de etiqueta con su ropa de marca y su tez blanquecina y fuera de imperfecciones con bonitos ojos azulados.

—Pero déjala pasar, no tenemos razón para dudar de ella.

El rostro de Marinette pasó de ser a uno histérico a uno completamente amable y mientras pasaba a la mansión miró por encima del hombro al empleado que se aguantaba la cólera

—Dime querida que te trae por aquí.—Cuestionó Odette mientras la conducía a la sala de estar.

—Es que estaba muy preocupada por Adrien porque no ha venido durante varios días a clase y prefería venir a verlo personalmente para ver que estuviera bien.—Mentira, pero tampoco le iba a decir sus problemas con él.

—Mi nieto tan imprudente, perdona mis modales no me he presentado soy la abuela de Adrien.

—Un gusto, me llamo Marinette.

—Espero que no te molesto pero, ¿eres francesa?

—Sí, vengo de París.

"¡Oh! ¿Qué más puedo desear una joven francesa seguramente de la misma clase social que mi nieto"

—Que bien, nosotros también somos de París, una última cosa no te importa si te hago compañía hasta que venga mi nieto, ¿no?

La azabache tocó su pecho para aparentar gratitud.

—No me importaría en absoluto.

La señora Agreste hizo un ademán para que la joven se sentara.

—¿No quieres nada de beber?

—Un té estará bien.—Aunque Marinette no tenía ninguna intención de quedarse hablando con ella, solo quería encontrar y hablar con Adrien.

Gina entró con dos tazas de té y enseguida se retiró.

—Y dime querida, ¿cuánto tiempo lleváis saliendo mi nieto y tú?

—Durante 2 años.—"Pero para mi no es el suficiente tiempo" pensó la universitaria.

—¿Y tenéis planes de boda?—Esa pregunta casi provoca que la azabache estuviera a punto de escupir el té pero lo evitó a tiempo.

—Abuela deja de preguntar es tipo de cosas por favor—habló una voz en el marco de la puerta, era Adrien.

Ambas se levantaron pero Odette fue más rápida y corrió a abrazar a su nieto.

—Ha pasado un tiempo.—Dijo él con total calma.

La señora se alejó un poco avergonzada al recordar a la invitada.

—Ay mi niño, había olvidado que tu novia había venido a visitarte.

Ambos jóvenes cruzaron miradas y Marinette se sintió un poco cohibida al recordar que en realidad Adrien y ella ya no eran nada porque él había acabado con todo días antes de dejar de venir a la universidad.

—Abuela siento no poder estar contigo ahora pero tengo que hablar con Marinette, así que si nos disculpas—el rubio conservó un semblante neutro.—Sígueme por favor.—La chica se despidió de Odette y fue detrás del joven que se dirigió hasta el patio trasero.

Abrió las ventanas para que la habitación ventilara y apreciar un poco los olivos del patio trasero donde estaba la “casita” de Chat Noir, que era más grande que los lugares donde había vivido _______.

Se colocó un auricular para distraerse un poco con buena música y que su mente no estuviera pensando en tonterías. Había comenzado a sacudir las almohadas de Plagg cuando escuchó dos voces que le eran totalmente familiares, uno de ellas sabía que era Adrien, pero, ¿y la otra?
Se sacó el auricular y trató de escuchar con atención mientras fingía vagamente que está limpiando el polvo del filo de las ventanas, una técnica de una chismosa con 20* años de experiencia.

—¡Adrien yo no entiendo por qué soy la única que no sabe nada!—Exclamó una voz femenina.

“¡Mierda esa es Marinette!” ________ golpeó suavemente su boca con asombro porque sabía que ahí había pleito*.

—¡Es que no sé a qué te refieres!—Contestó Adrien del mismo tono.

—¡Que ya sé que me estás ocultado!

Estaba vez la niñera se golpeó la boca con fuerza y perdió los colores del rostro, ¡esa serpiente sabía el secreto de Adrien!
Trató de recapacitar con calma y no podía, no entendía como era posible, si tal vez había sido un descuido de la joven u otra cosa, pero su cabeza estaba en juego y si lo sabía Odette, ¡_______ iba a acabar bajo tierra!

*Pleito: Problema