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Le pareció tan extraña la actitud de Axel, pero ya a estas alturas ya no tenía motivo para tener ese sentimiento. Desde que había llegado a esa casa su vida se había vuelto un drama y la visita de Odette fue la gota que derramó el vaso.

—Lo único que ha hecho ha sido atrasar mi trabajo.—Murmuró ______ cuando no vio al mayor regresar.

Tardó alrededor de 2 horas para terminar la habitación y una vez que comprobó que todo estaba correcto, dejó que Plagg entrase a la habitación. El gato llevaba un rato tocando la puerta y eso estaba comenzando a estresar a la joven.

—Ya puede entrar su majestad.—La niñera hizo una reverencia mientras permitía entrar al felino, quien caminó con elegancia por el interior de la habitación.

La latina observó al minino jugar con su peluche de queso y por impulso se sentó junto a él.

—Ojalá tener tu vida, comer cuando quiera, que me limpien mi habitación, salir y volver cuando quieras—le habló la chica mientras lo acariciaba.—Tienes que apreciar esta vida, quien sabe si en la siguiente te toca trabajar.

Plagg la observó atentamente con sus grandes ojos verdes y solo pudo ronronear y restregarse con su pierna.

—¿Le estás hablando al gato?—Una voz apareció por la puerta y la de cabello oscuro se levantó de un solo cuando se dio cuenta de quien era.

—¿Adrien?¿Qué haces aquí? Tendrías que estar descansando.—______ se exaltó cuando vio lo apoyado contra el marco de la puerta agotado.

—Estoy bien.—Sus ojeras, los labios pálidos y su cabello revuelto no decían lo mismo.

—Voy a hacer como que te creo-la chica puso una mueca de disgusto.—Vamos te voy a acompañar.

—Puedo ir solo, no estoy tan enfermo, solo es un pequeño resfriado.—Dijo la joven mientras caminaba lentamente rumbo a la habitación, iba cerca de él por si se caía pero no llegó a hacer contacto directo.

—¿Qué haces aquí? ¿Qué te cuesta quedarte en la cama?—Ella se mostró molesta y Agreste, que estaba siendo un poco inconsciente, no había pensado razonadamente el porqué.

—¿Quería caminar?—Eso parecía más otra pregunta que una respuesta.

—Eso no resulta muy convincente.—Ella rió levemente, después de todo el supuesto enfado no le iba a durar mucho tiempo.

La conversación no se alargó mucho más tiempo puesto habían llegado a la puerta de la habitación del enfermo.

—¿Quieres que también te deje en la cama?—La de ojos oscuros quiso tomarse un pequeño atrevimiento y burlarse pensando que el chico le respondería de alguna forma seria, pero cuando lo vio callado y con la cara roja como un tomate, no supo que decir.—Voy a seguir con mi trabajo, a si que creo que voy a irme por ahí.—Titubeó.

—Espera.—Habló el rubio y la niñera se quedó tiesa al lado de él.

—¿Sí?

No te pongas nerviosa, seguro que es como los leones, huelen el miedo.

—¿Por qué no volviste a la habitación?

_______ se quedó procesando la pregunta porque parecía que su cerebro se había apagado momentáneamente.

—¿Qué?

—Oh por favor no me hagas repetirlo, ya me siento bastante avergonzado.—El universitario colocó su mano izquierda en su rostro tratando de ocultarlo.

—Es que no sé a que te refieres, ¿por que no volví? En realidad sí entre, pero estabas descansando, no te iba a despertar.

Adrien no dijo nada, pero ni él mismo entendía su actitud tan estúpida, según él.

Mejor voy a acostar antes de decir cualquier otra tontería por la fiebre.” Pensó el chico.

—Ah, está bien.—Y sin decir nada más, se dispuso a entrar a la habitación.

La niñera debía irse, pero no quiso, esta vez lo acompaño hasta dentro, e hizo bien porque el chico se tropezó y la latina reaccionó de forma rápida y se colocó frente a él apoyando sus manos en sus hombros.

—Deja de salir de la cama por favor, sino mejoras pronto no podré ir con Chat Noir al parque de atracciones.—Ella trató de que la situación fuera lo menos incómoda con esa cercanía.

El rubio tragó saliva y no dijo nada con un rostro serio, esa acción hizo que la joven se asustara, pero la realidad es que él se estaba cuestionando sobre muchos sentimientos.

Ninguno dijo nada más al respecto y cuando el chico se quedó en la cama, la de cabello oscuro salió de ahí.

—Dios mío.—______ se abanicó el rostro con las manos con la intención de recuperar su temperatura corporal correcta.

Nada de dios mío, no hagas estupideces _______.” Habló su voz interior y ante eso se golpeó la cabeza para reaccionar correctamente.

Después de unos días, Adrien mejoró ante los cuidados de su madre y de la doctora, mientras que la niñera se encargó de limpiar cuando el chico dormía, ni siquiera habló con Chat Noir, porque hasta él estaba enfermo

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Después de unos días, Adrien mejoró ante los cuidados de su madre y de la doctora, mientras que la niñera se encargó de limpiar cuando el chico dormía, ni siquiera habló con Chat Noir, porque hasta él estaba enfermo. O sea que después de todo lo que había pasado, Adrien y ella no habían hablado en absoluto, y aunque no quería pensar algo extraño, la de ojos oscuros se había sentido terriblemente atraída a hablar con el chico sobre cualquier tema. Tal vez ese día era su oportunidad.

_______ removió el cola cao mientras miraba a la nada, era un sábado y aunque eran las 8:00 de la mañana no podía dormir. Sus ojeras se habían vuelto un tanto oscuras y tenía todo el cabello revuelto.

—Buenos días.—Saludó Emily entrando por la puerta de la cocina y la chica, aún en pijama, se levantó del asiento de un solo

—Buenos días señora

—¿Te puedo pedir un favor?

La latina asintió sonriendo levemente.

—Te noto un poco cansada y aunque sé que no lo has querido hacer de notar, has estado al pendiente de Adrien durante las noches, aunque te dije que yo me haría cargo.

_______ se mordió el labio inferior cuando recordó una breve conversación que tuvo con su jefa la noche en la que se enfermó el rubio.

—Sí lo sé, pero después de todo es mi trabajo.—La chica se rascó la nuca y rió nerviosamente.

—Hoy es sábado y necesito que salgas y tomes aire, no quiero sonar grosera pero necesitas un descanso mental de todo este lugar que en los últimos días ha sido un caos.

Aquella conversación sonó como un deja vù para la chica de algunos meses atrás.
Pero también se dio cuenta con esas palabras que estaba descuidando su vida personal por una vida ajena a la suya.

—Está bien, si es lo que desea.—La peli-negra sujetó su taza y miró hacia abajo.

—No quiero que pienses que no te quiero aquí o algo por el estilo, pero hoy viene Odette y no soy tonta, sé que ella no te quiere cerca de Adrien—la joven sintió como su pecho se presionaba y miró a la rubio con un poco de desesperación—no quiere decir que ella sea mala, pero es mejor evitar que te encuentres con ella.

La de ojos oscuros asintió sin protestas y ambas se despidieron.

“¿Qué le he hecho yo a la señora Odette para que sea así conmigo?” ________ se autopreguntó mientras terminaba su desayuno y cuanto más pensaba la pregunta, más fruncía el ceño.

Infantil {Adrien Agreste y tu} [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora