Infantil {Adrien Agreste y tu} [FINALIZADA]

#46

En realidad no quería salir, bueno le parecía raro tener dinero para poder llegar a fin de mes así que solo pensó en que podría ir a tomar un par de copas con su Kate.
Pero pensó en el verdadero motivo por el que no debería estar en la casa y trató de darse prisa para alistarse y salir de ahí.
Emily había olvidado el pequeño detalle de decir a qué hora llegaba su suegra así que estaba atentando contra su suerte. Así que en menos de 1 hora y 30, ya estaba tomando las llaves de la casa.

—¿Te vas?—Preguntó Fu bajando por las grandes escaleras principales.

—Sí.—Respondió mientras sonreía con simplicidad.

—Si no vas a volver esta noche, no te olvides de avisar a la señora.

—Está bien, gracias Fu y buena suerte hoy.—_______ volvió a sonreír esta vez con un poco de piedad y el hombre solo pudo suspirar con resignación.
Así ambos se despidieron.

Tomó el autobús y había estado tan perdida en la música que había perdido la noción del tiempo.
Pasó al lado de una cafetería y decidió que tomaría un batido antes de llamar a Kate, después de todo necesitaba un tiempo para replantearse qué estaba pasando con su vida.

Cuando su pedido estaba en sus manos, se sentó alejada de la ventana, aunque amaba ver a la gente pasar, odiaba el sol de junio y todo ese calor que reflejaba, solamente quería pensar tranquila con el aire acondicionado.

Tapó su cara con ambas manos y respiró profundamente y puso en lugar todo lo que estaba en su vida, y siendo sinceros primero iba ella.

_________ estaba cansada de sentirse así de inútil frente a toda su vida diaria, ahora que tenía una casa que era su trabajo no salía de ahí, necesitaba separar su vida laboral de su vida privada, por mucho que Chat Noir la necesitase, ella necesitaba vivir.
La gente obsesionada con el trabajo preferiría vivir su vida en un constante trabajo, pero ella no podía seguir así, no podía tener sus fines de semana atrapados en cuatro paredes.
Tenía casi 21 años y no tenía un hogar propio, un trabajo de lo que había estudiado y no había viajado todo lo que deseaba.

Así que rápidamente supo que su primer paso era planear el viaje que tenía pendiente con una de sus hermanas menores desde hace algún tiempo. Se dedicó a hacer un esquema detallado en su móvil sobre el presupuesto, el tiempo, el lugar y todo lo que debía tomar en cuenta. No estaba dispuesta a quedarse los 20 días de vacaciones encerrada en un hogar que no era el suyo.
Era cierto que esa primera idea se iba a lograr como que se llamaba _______, pero también era cierto que le iba a doler dejar solo al pobre Chat Noir.

Pero antes de que cualquier otro pensamiento la hiciera para atrás siguió ordenando sus ideas.
El siguiente problema era Luka, después de aquel espectáculo por el que había pasado cuando llegó de imprevisto y se fue por ahí mismo dejándole un absurdo mensaje, le hizo replantearse que ya no podía vivir pensando él y que era hora de dejar de pensar que volverían a tener una relación. Lo cierto es que solo pensar en esa idea le dolía el pecho de una forma terrible y se autocuestionó que si era necesario cortar de raíz.
Pero si ella misma no tomaba distancia, nadie lo haría, después de todo _________ pensaba que era la única enamorada.

Tomó un sorbo de su batido y procedió a eliminar la carpeta que tenía de fotos antiguas con su ex, fotos a las que deseaba volver pero sus caminos habían tornado opuesto y ninguno deseaba lo mismo.
También borró las conversaciones y dejó su chat en blanco.
No era lo más maduro, pero era en lo único que podía pensar en hacer, no sabía cuándo volvería a ver a Couffaine y solo quería mentalizarse para que el día que se reencontrasen agradecerle lo más posible todo y pedirle que no volviesen a tener ningún encuentro más.

Solo le quedaba el último pensamiento pero no por ello el menos importante; Adrien y Chat Noir. Por una parte estaba Chat Noir, el niño con su personalidad tierna y la razón por la que estaba ahí, pero por otra parte estaba Adrien, el universitario quién últimamente no paraba de tener cambios de temperamentos repentinos, sin mencionar todos los problemas que se estaban desatando al rededor de ellos.
Pero lo que más le molestaba a ________ era ese sentimiento que la incordiaba desde hace unos días y era que esa pequeña necesidad de ver cómo estaba Adrien y hablar con él, aunque no lo había logrado.

Estaba tan confusa para ese punto de la tarde que supo que necesitaba otra cabeza pensante. Ahí es cuando entraba Kate, a quien le había mandado un mensaje hace un rato y ya no tardaba en llegar.

—¿Y esa cara tan larga mujer?

Una voz suave habló frente a ella y la latina levantó la cabeza para encontrar a su amiga.

—¿Que quieres que te diga?—La pelinegra sonrió levemente con un poco de amargura y jugueteó con una servilleta.

Kate se sentó al lado de ella y la abrazó, entonces la niñera se apoyó sobre ella y se aferró más fuerte.

—¿Estás así por Luka?

_______ no supo que responder y simplemente se mordió el labio inferior con frustración por no saber que decir.

En realidad era todo, quería tomarse un descanso de todo lo que estaba ocurriendo y solo quería huir de sus problemas.

—No pensé que fuera a ser así de idiota.—La morena se apartó y dio un golpe la mesa con furia, entonces todo el mundo la miró y por reacción natural sonrió un poco avergonzada y disculpándose.

—No sé si está bien defenderle pero al final yo fui la única que esperaba algo más.

—Pero, ¿tú viste ese absurdo mensaje que te puso? O le gustaba mandarte indirectas sin sentidos o aún sentía algo por ti, pero si hubiese sido lo segundo no te hubiese tratado así—tomó aire profundamente tratando de calmarse y soltó la amenaza—la próxima vez que le vea, lo castro.

______ rió y pudo relajarse.

—Luka es uno de mis segundos problemas, bueno ha sido un detonante para todo pero ahora mismo hay otra persona que me está torturando mentalmente.—La joven se apoyó con el respaldar del sofá y masajeó sus sienes.

—¿Quién?

—Adrien.