Se duchó con rapidez y se colocó un simple pantalón negro y una camiseta gris con escote de manga corta, pero con una chaqueta vaquera por encima, se colocó un simple maquillaje y tras terminar su rutina, se dirigió a la habitación de Adrien. Tocó la puerta y luego entró, se mordió el labio para no decir que se veía como un auténtico niño pequeño, tapado con una manta blanca con gatitos negros como estampas y abrazando una pequeña muñeca de una superheroína de la cuál ________ no se había fijado quién era pero a lo mejor lo descubriría después.
—Adr...Chat Noir, levántate.—Dijo ella con un tono suave y meciéndolo lentamente, no se acostumbraba a saber que cada mañana no se encontraría con el serio y poco amable Adrien Agreste sino que despertaría al inquieto y algo caprichoso Chat Noir.
El joven se removió entre las sábanas y se tapó totalmente con la manta sin intención de levantarse.
—No quiero...—Murmuró el chico.
—Pero te tienes que levantar.—La joven hizo un intento por quitarle la tela con la que estaba envuelto.
—¡Que no!—Protestó haciendo más fuerza por no salir de su 'protección'.
—¡Que sí!—Exclamó la de ojos oscuros tirando con más fuerza. Ahora se había convertido todo en una lucha mañanera que pasaba de vez en cuando.
—¡Que me da frío!—Habló sin intención de dejar de hacer aflojar el agarre.
_______ se remangó las mangas de esa chaqueta, con la intención de hacer fuerza y sacar a Chat Noir de su capullo que había provocado al encogerse sobre sí mismo.
—¡Que me da igual!—Exclamó por última vez para después tomar la sábana con las dos manos y tratar de quitar las con fuerza, trató de hacerlo lo mejor posible hasta incluso se le puso la cara roja.
—¡Ahhh!—Gritó él cuando vio que la manta se le resbalaba de las manos, la peli-negra hizo un esfuerzo más y se cayó para atrás.
—Dios, hasta que por fin.—Murmuró tratando de recuperar el aire acostada en el suelo.—Buenos días.—Dijo con un último suspiro, el oji-verdes la miró con una cara de molestia y temblando se dirigió al baño, en realidad no debería hacer tanto frío no era invierno pero recién entraban en primavera y el cuerpo, ¿no estaba del todo acostumbrado? Supongamos que sea eso.
La de ojos oscuros se levantó del suelo, miró un par de segundos la manta del chico y suspiró con cansancio, eso era mejor que recibir a Adrien después que salía de la ducha.
Terminó de hacer la cama cuando el rubio salió esta vez con un rostro serio, sus cabellos mojados estaban hacia atrás y por alguna razón nunca lo había visto así, parecía relucir mucho más que de costumbre, tal vez era porque la camiseta blanca le quedaba muy bien con esa chaqueta vaquera y los pantalones negros apegados se veían muy bien con esas vans blancas, jodidas vans.
Agreste tomó su mochila de hombro de cuero negro y ni siquiera miró a la joven que estaba más adormilada que normalmente.
—Espera, espera.—Pidió ella llendo tras él.
—Escucha lo que pasó ayer no tiene importancia.—Habló el oji-verdes al ver su camino irrumpido por ______ que se colocó delante suyo.
—Lo que pasó ayer...—Murmuró sin saber a lo que se refería, para después caer en cuenta.—¡Lo que pasó ayer! No, no, no era eso tranquilo, es que no puedes ir con el pelo mojado, toma.—La peli-negra le brindó una toalla con una leve sonrisa y el joven se sintió avergonzando al ver que él mismo había sacado a flote el tema, por lo tanto rodeó a la joven y la ignoró.
—Déjame en paz, no necesito de ti.
—Claro que sí, por eso estoy aquí.
—Estás aquí porque mi madre te quiere aquí por mí ni siquiera estarías para limpiar a Plagg.
—¡Pero Chat Noir si me necesita!—Exclamó casi quedándose sin aliento
—Cállate, no me interesa lo que tengas que decirme. No tomes confianzas que no te mereces.—Él le dio un última mirada directamente a los ojos para después bajar las escaleras en dirección a la cocina y dejando a la chica atrás.
El camino hacia la universidad fue un poco incómodo, _______ quería hablarle porque sabía que tras esa máscara de chico cortante había una cara que ella no conocía, esa que le mostraba a los amigos con los que aún no trataba demasiado. Una idea fugaz pasó por su mente y no estaba segura de que fuera lo mejor de todo, quizá era un atrevimiento de su parte pero últimamente el cuento de que era una entrevistadora comenzaba a no parecer demasiado realista. Debía saber que hacer porque no tardaba en llegar a su destino y el tiempo se acababa.
—Dile a Gina que hoy no comeré en casa, tengo una cita y que no me espere.
—¿Con quién?—Preguntó en voz baja la niñera creyendo que así no parecería tan curiosa.
—No te importa.
—Si te lo pregunto es porque me interesa...-Titubeó. El joven suspiró con cansancio, ansiando llegar a la universidad, lugar donde prefería estar después de la llegada de la chica.
El coche se paró cerca de la entrada y Adrien bajó sin despedirse, la peli-negra tomó fuerza de voluntad.
—No me esperes, hoy voy con él.—Le avisó la joven al chófer y fue tras el oji-verdes.
—¿Qué haces aquí?¡Te he dicho que no te quiero ver! Es el único lugar donde no quiero estar de mal humor.
—Tus amigos y tu novia ya no parecen creer mucho el cuento de que soy una entrevistadora, sino quieres que sepan que soy tu niñe—él le tapó la boca.
—Cállate, por Dios cállate, no me dejes más en ridículo. Escúchame bien, solo por hoy.—Le advirtió Agreste con los ojos bañados en furia y con ganas de gritarle. _______ apartó la mano del chico y asintió para luego mostrarle una sonrisa.
—Vale.—Y no dijo nada más al ver como se acercaba el grupo del rubio. Podría ser una oportunidad para ver como se comportaba el "niño" a su cargo. Comenzaba el experimento: Conocer Adrien en el exterior.
A lo mejor era la mejor idea que había tenido en mucho tiempo o tal vez lo peor que le podía pasar después de convivir en el mismo techo con el hombre que más la odiaba en el mundo.
Mañana empiezo el insti y básicamente me voy a morir, este es mi último año para poder sacarme em título así que daré todo de mí (Ya me veo en el 2°trimestre mandando todo a la mierda) Así que no actualizaré tanto. Sorry.
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Infantil {Adrien Agreste y tu} [FINALIZADA]
FanficAdrien tiene una enfermedad que le hace comportarse como uno niño pequeño al que le gusta que le llamen Chat Noir. Nadie lo puede comprender. Hasta que tú llegas como su nueva cuidadora. ×PROHIBIDA SU ADAPTACIÓN O COPIA×