Se quedó mirando un rato al suelo hasta que el chico de cabellos oscuros volvió a hablar.
—¿Eres su nueva niñera?
—¿Yo? Bueno veamos, sí.—Respiró profundamente y se calmó.
"Será como Adrien no te emociones _______, los riquillos como estos son creídos y tan solo por haber estudiado en un lugar con aseos que tengas papel higiénico, se creen lo mejor de lo mejorcito."
—¿Y como que nueva?—Reaccionó ella.
—Han pasado muchísimas antes que tú, pero renuncian a la semana, ¿cuánto tiempo llevas aquí?
—Creo que llevo aquí dos meses.—Dijo con voz baja, pensaba que no habían pasado tantas.
—¿Enserio?¿No mientes?—Cuestionó el chico con una sonrisa pícara.
—¡No!¿Por qué cree que debería de mentirle?—La latina se exaltó y Axel trató de calmarla.
—Es una broma, solo trato de que todo fluya, si llevas tiempo aquí tal vez nos veremos seguido. Creo que entiendo porqué ni tía me llamó.
—Yo no quiero causarle problemas, me las he arreglado hasta a—
—Anda niña no digas tonterías.—Interrumpió el de ojos más claros.—Dime, ¿cómo te llamas?
—________
—_________, ¿tienes algo que hacer en la tarde?
—¿Yo? Emmm no.— "Joder otra vez estoy titubeando."
—Salgamos a una cafetería creo que te hace falta y podemos hablar sobre él.—Y señaló con la mirada al rubio que se había sentado en su puf y miraba con la boca semi-abierta la televisión.
—Si usted quiere...
—No, si tu quieres y no me trates de de usted que no soy tan viejo, solo tengo 23 años.
—Está bien Axel.—"Es mayor que Adrien."
—Entonces hasta luego.—Y tras decir eso subió con maletas, las cuales la joven no se había dado cuenta que tenía.
"Ese hombre me da escalofríos." Dijo para sí misma.
Y tras eso fue a la cocina a por la merienda de Chat Noir.
—_______, ¿te gusta el primo Axel?—Preguntó de la nada "el niño" dándole un mordisco a su sándwich de jamón y queso.
—¿A que te refieres?—Ella se puso nerviosa y se tensó. "¿Este chico trabaja para el FBI o enserio soy tan notoria?"
—Me refiero que si te cae bien.—"Ah joder que susto."
—Ah sí claro, es muy majo, ¿te gusta jugar mucho con él?—Él asintió agarrando su peluche-muñeca de una superheroína.
—Juega conmigo, él a veces es Lepidotero, el malo de mi serie favorita, pero no jugamos desde que Ladybug se fue.
—¿Ladybug?—La niñera se inclinó al él mostrando interés al ver como el de ojos verdes tenía una mueca en su rostro.
—Sí, Ladybug y yo luchábamos contra Lepidotero, yo sé que Axel no es malo pero era divertido, pero Ladybug se fue porque no me quería, porque decía que era un mal niño y que no me soportaba.—Agreste tenía lágrimas en sus ojos y sujetaba con fuerza su muñeca.—Chat Noir es malo.
—No, no, no Chat Noir no es malo.—Reaccionó rápidamente la de ojos oscuros y trató de acomodarse con él en el puf verde.—Es un niño muy lindo, que siempre se está moviendo de un lado a otro y aunque es un poco travieso no eres malo, se te quiere mucho.—Le habló con ternura mientras el niño se acomodaba cerca de ella en posición lo más cercano al cuerpo de la chica mientras que la joven le acariciaba el cabello.
Era extraño, no se sentía cono si tuviera a un universitario cerca de ella, aunque debería sentirse así, debería sentirse extraña, inquieta y nerviosa como la hacía sentir la presencia y personalidad de Adrien, pero en cambio solo sentía como si estuviera mimando a un niño de 10 años normal. Desde que se llevaba bien con Chat Noir ya no veía la imagen que todos veían, tal vez ya había visualizado todas las fotos del chico cuando era pequeño y se estaba volviendo loca de tanto verlas, debía ser así.
De la nada llegó Fu con un vaso de agua y una pastilla, ________ se incorporó rápidamente.
—¡Maestro!—Exclamó el rubio levantándose de un pequeño salto y con sus manos tras su espalda jugueteando.
—Ya lo hablé con Adrien.—Dijo él con su monótono tono de calma.
Mientras tanto la chica miraba la escena confusa sin saber a que se refería.
—¿Qué ocurre?—Se atrevió a preguntar tímidamente aún sabiendo que Fu y ella no hablaban constantemente como lo hacía con Gina y tal vez no existía la misma confianza o al menos la chica lo sentía así.
—Adrien quiere hablar con Axel, me pidió esta mañana que hiciera entrar en razón a Chat Noir, ya que tienen muchas cosas de que hablar.—Contestó con un pequeño levantamiento de hombros.
La latina miró a Agreste que subía y bajaba sus talones mostrando su nerviosismo, todos sabían que al niño no le gustaba tomarse la pastilla, pero tenía una pequeña madurez para entender que cosas importantes tenía que hacer.
—¿Listo?—Le preguntó la de ojos oscuros con una sonrisa de lado y le frotó el hombro como señal de apoyo.
—¿Cuando vuelva jugaremos a los superhéroes?—Cuestionó tímidamente.
—Claro que sí y si quieres puedo ser una mejor Ladybug que la anterior.—Sus ojos verdes brillaron levemente y tras eso accedió a tomarse la pastilla.
Se tumbó en el puf verde y tras unos minutos de cerrar los ojos, despertó Adrien.
—Hola.—Dijo su niñera en frente de él, con sus brazos cruzados y un semblante serio, pero sin parecer enfadada.
—Gracias.—Contestó él con un suspiro de cansancio, mirando primero a Fu con una sonrisa discreta y luego a ________ sin ninguna expresión. Tras eso se arregló el vaquero azul y la camiseta negra para subir a las habitaciones.
—Te estaba esperando, no sabía cuanto tardarías.—Dijo con un tono alegre el chico de cabello oscuro mientras se acercaba para abrazarlo.
—Cuanto tiempo.—Respondió el rubio con una gran sonrisa y correspondiendo su abrazo.
—La tía Emily no me llama desde...—no terminó la frase.
—Lo sé no hace falta que la recuerdes, sinceramente prefiero ni mencionarla, sabes que para mi ella está muerta.
—No hacía falta hablar con tanto veneno.
—Nathalie no es nadie para mí, por mi que se pudra, una pena que no esté verdaderamente muerta.
No sabéis lo que me ha costado escribir este capitulo, estoy matada con los exámenes.
Llevo creo que 1 mes sin actualizar pero estas últimas semanas estoy que vivo a base de 4 horas y café, incluso mi madre me ha dicho que me ve mal. Haré lo que pueda.
Hasta la próxima.
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Infantil {Adrien Agreste y tu} [FINALIZADA]
FanfictionAdrien tiene una enfermedad que le hace comportarse como uno niño pequeño al que le gusta que le llamen Chat Noir. Nadie lo puede comprender. Hasta que tú llegas como su nueva cuidadora. ×PROHIBIDA SU ADAPTACIÓN O COPIA×