Titanium. [Justin Bieber Fanfic]

11. Un mal comienzo.

[Lucy PV]

Me metí dentro de ring sin medir las consecuencias. Lo más grave que podía pasarme era llevarme una buena tunda del gigantesco bruto que había derrotado a Justin.

-¡No puedes estar aquí niña!.- me gritó un hombre que estaba subido también en el ring. Supuse que era el presentador y que por eso estaba alli.

-¡Ya basta! ¡Vete! .- le grité al contrincante que a pesar de ser muy robusto salió por patas del ring como asustado.

Estaba armando un buen espectáculo allí subida, estropeando la fiesta, pero me importaba poco lo que pensaran de mí.

Toqué la espalda de Justin y noté como sus pulmones se llenaban de aire poco a poco. Mi corazón, que antes estaba encogido, volvió a latir con fuerza. Intenté suspirar pero el vestido me lo impedía.

-¿Por qué me haces esto Justin?.- le pregunté aliviada y enfadada al mismo tiempo, aunque sabía que él no me podría responder en ese momento.

Por qué peleaba en ese lugar pudiendo estar en otro sitio mucho más seguro, por ejemplo en su casa, su mansión abandonada. ¿Acaso estaba loco? ¿Querría morir aplastado por ese gigante sudoroso? Aparte de herido estaba borracho. Nunca lo había visto así. Esa escena me impactaba demasiado.

-Chica, tienes que irte.- me dijo un chaval de piel oscura y ojos tristes por lo que le había pasado a Justin, sólo por eso supe que debía ser amigo suyo, sino no se preocuparía por él.

-Tenéis que curarle, tiene el hombro roto.- le advertí sin saber mucho del tema.

-Que va, sólo está dislocado.- parecía buena gente y que sabía de lo que hablaba.

-¿Sólo?.- pense sarcástica. Quizás allí estaban acostumbrados a ver lesiones de ese tipo o incluso peores pero a mi me asustaba todo aquello.

Me levanté del suelo y bajé del ring para salir a la calle y tomar el aire.
Respiré por fin aliviada una vez fuera en la calle y el aire frío se colaba por mi piel hasta llegar a mis huesos. Se me puso la piel de gallina al sentir la brisa rozarme.

Crucé la carretera con dificultad para caminar por los tacones. Entré en el hotel que aún tenía bastante gente arreglada y elegante en su interior. Me fui directa al ascensor y le di al botón apoyándome en la pared. Me sentía mareada, sin fuerzas, aturdida por lo que había visto. Recé por que nadie me interrumpiera pero estaba claro que eso era imposible.

-¿Lucy?.- levanté la vista mareada. Era Ryan el que me reclamaba.

-Déjame en paz...- murmuré sin vocalizar, sin ganas de mover ni un solo pelo por miedo a desplomarme allí mismo.

-¿Estas borracha?.- parecía sorprendido.

-¡No! Claro que no.- le aclaré. Sólo me sentía mal.

El ascensor llegó y abrió sus puertas. Di un paso hacia el frente para entrar pero me faltaba tanto el aire que me dejé caer. Quería decirle a Ryan a pleno grito que me quítase el vestido pero no podía pronunciar ni una letra. Ni un sonido. Nada.
Me había quedado sin aire. Me asfixiaba. Mis mejillas cada vez se ponían más moradas y mi mirada se perdía confundiendo las caras que me rodeaban.

Mientras todo en mi interior era caos y nervios, por fuera permanecía quieta y tranquila, como si esto durmiéndome poco a poco.

Me pusieron boca abajo en el suelo y me rajaron el vestido por la espalda. Menos mal que tuvieron la genial idea de hacerlo por que de otra manera estarían preparando un funeral. Aunque seguramente sería mucho mejor que tener que vivir aquello. Por un momento pensé que no sobreviviría. Dios... había pasado por tanto para llegar hasta ahí...¿como no iba a sobrevivir a un traje apretado?