[Lucy Punto de Vista]
Aquel "si quiero" escondía un "no quiero" enorme. No quiero casarme con Rolandelli. No quiero que mi hermano sufra más por mi, se lo debo. No quiero tener que tratar con una madre tan fría como la que me había tocado a mí. No quiero alejarme de Justin. No quiero que Justin pierda su oportunidad de oro de recuperarlo todo...
Justin estaba viéndolo todo desde la cristalera del jardín. Me sorprendí un poco... Esa mirada, esos gestos, su ropa, sus labios,... me están confundiendo. Se supone que no quería saber nada de mi porque no contesto a mi carta ni se presentó para fugarse conmigo... ni para hablar conmigo.
Todo eso pasaba por mi mente cuando supe que era mi turno.
-Si quiero.- pronuncié, desatando una gran oleada de aplausos mientras el corazón me daba un vuelco y sentí una aguda punzada en él, o en lo que me quedaba de él.
Miré hacia el público evitando el típico beso de boda pero Rolandelli no tenía ninguna intención de dármelo.
-Este es mi regalo de boda - me ofreció una caja cuadrada de plata bastante plana con unas letras grabadas en oro en la tapa. Que desperdicio de oro.. No tenía ni idea de lo que escondía en su interior pero parecía bastante caro. Al abrirlo descubrí una finísima cadena de plata con un magnífico diamante en en centro que brillaba mil veces más que la luna en la noche más oscura.
-Gracias, me siento muy alagada...- respondí con timidez mientras una sirvienta me lo colocaba desde atrás.
Estaba claro que lo único que quería era mi firma en los papeles y tenerme contenta. Su única intención era poder restregarle a Justin que se lo había quitado absolutamente todo.
Me dirigí hacia mi hermano y le abrace con fuerza.
-Estás muy guapa - me dijo.
-Sólo por fuera - le respondí seria.
Había hecho todo este paripe por no decepcionarle pero quería que supiera que estaba totalmente descontenta con esta situación.
-Lo has hecho muy bien mi niña - me felicitó mi madre. Me dio dos besos y se fue corriendo tras el camarero que llevaba las copas de un fino champán que el mismo Rolandelli había encargado para la boda.
-Creo que yo también necesito una - me acerqué a la bandeja para recoger mi copa pero justo antes de que la atrapara entre mis dedos alguien se me adelantó.
Tomó un sorbo delante mía, regodeándose en su rapidez para quitarme la bebida. Miro fijamente mi nuevo colgante y su expresión cambio totalmente. Parecía haber palidecido. De pronto otra persona la empujó desde atrás sacándola de su asombro. Su copa se precipitó sobre las otras de la bandeja y todo quedó perdido de champán.
Su cabello rojizo estaba empapado en champán, al igual que su vestido violeta.-¡Justin! ¿Qué coño te pasa? - protestó ella montando una escenita delante de todos los invitados.
-Perdona Anna, es que ya llevo dos de aquellos cubatas azules de allí ...- señaló el casi sin tenerse en pie.
-Compórtate.-le regañó ella como si tuviese algo que ver con el, cosa que me sorprendió bastante - Eres peor que un niño chico - el rió al escucharla - ¿Acaso quieres que nos echen? - le preguntó seriamente.
-No no... ahora que estaba ya cogiendole el gustito a eso de la alta sociedad...- me miró con asco.
-Pues deja de liarla y no te acerques a...- se acercó a su oído para susurrarle algo y él siguió sonriendo.
-A sus ordenes capitana.- exclamó bajo la mirada de todos.
-¿Estás bien? - me preguntó Ryan al ver que todo el alboroto que se había armado en el jardín era por culpa de Justin.
-Perfectamente, menos mal que no me ha manchado el vestido...- le dije mirándome por todos lados. El césped del jardín estaba completamente encharcado por la bebida y varios camareros ya estaban poniendole remedio a eso y a los cristales rotos.
-¿Donde está la pelirroja?- me preguntó Ryan buscándola con la mirada.
-¿Anna? Supongo que fue al baño. La he visto entrar en la mansión. -le respondí y el se fue directito hacia la mansión. Seguramente iría a advertirle que sacara de allí a Justin.
-Estás que te cagas - me susurró Justin en el oido sobresaltándome con voz medio ronca y sin vocalizar muy bien.
-Mientes muy bien- Le miré detenidamente y sus ojos no parecía los de un borrachos.
-No en serio, estás muy buena con ese vestidito aunque no te pega nada... yo me ofrecería a quitártelo pero ...- miro disimuladamente a Orlando que no nos quitaba la vista de encima.
-Es la sombra de Rolandelli - le explique.
La orquesta comenzó a tocar una canción bastante lenta como para bailarla en pareja.
-Vamos nena- soltó la copa haciendo que se estrellara contra el césped y me agarró de la cintura.
No entendía a qué venía toda esa atención por su parte y eso me incomodaba.
-Para de romper cosas - le advertí intentando apartar sus manos de mi cadera.
-Déjate llevar - insistió con voz cansada.
-¡Estás muy borracho!-exclamé.
Se tocó el pecho, dónde está su corazón y hizo como si yo se lo hubiera dañado. Lo cierto es que ese gesto me hizo un poco de gracia y solté una pequeña risa. Al darme cuenta de que me había reído, me aclare la voz y me serené de nuevo, volviendo a la seriedad de siempre.
-No digas estupideces, me ofendes.
-Justin no sé qué te traes entre manos pero a mí no me engañas, no estás borracho, además esos cubatas azules no llevan alcohol, tú mismo me lo enseñaste un día - le desmantele todo su patético teatrito.
-Pero ellos no lo saben - sonrió junto antes de empujarme hacia la gran piscina de espuma que se encontraba en el jardín.
Intenté mantener el equilibrio pero su fuerza había podido tumbar todo mi peso y el vestido no ayudaba mucho.
Estaba agarrada de su brazo pero este se me resbaló. Caí al agua congelada en menos de un pestañeo aunque para mí fue una eternidad. ¡Qué vergüenza! ¿Como se había atrevido Justin a hacerme esto?Se agachó para quedar cerca de mi rostro enfurecido.
-Ahora si que te queda bien ese vestido- se burlo.
Mi miré rápidamente el pecho y todo el vestido estaba transparentando mi cuerpo. Me tape de inmediato e intente salpicarle de agua.
-¡Eres imbecil!- grite enfurecida mientras el reía a carcajadas.
Unos guardias le cogieron por debajo de los brazos, él se tambaleó siguiendo con su teatro, y se lo llevaron a rastras por todo el jardín mientras él no paraba de gritar que le trajeran otro cubata.
Los camareros intentaban ayudarme a salir de la piscina pero el vestido pesaba demasiado, tendría que quitármelo. Y eso hice. Puede que pensaran que estaba como una puta cabra pero sus caras pedían más espectáculo. Justin había empezado esto y yo haría que se convirtiese en un total escándalo. Creo que es lo que él quería. Que Rolandelli no pasara desapercibido ese día como de costumbre solía hacer en todos los eventos públicos a los que iba. De hecho ni siquiera se encontraba en el jardín en aquel desastroso momento.
Me deshice del vestido y me quedé totalmente desnuda para salir de la piscina sin ningun impedimento. Los camareros trajeron manteles para internar taparme pero yo los rechazaba a todos. Entré en el hotel y subí a mi habitación dejando atrás todo ese barullo de gente criticándome.
-Te lo tienes bien merecido Rolandelli- dije para mis adentros.
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Titanium. [Justin Bieber Fanfic]
Fanfiction"Mantuvimos la mirada el uno en el otro y podia jurar que por un momento me senti segura. Pero eso era una tonteria. Todos sabiamos que Bieber no sentia nada por nadie, no tenia ningun tipo de ataduras. De lo contrario seria su ruina, o eso solia de...