Veni,vidi,vici (EDITANDO)

1. V De Violeta

Hacía ya más de una semana que Violeta comenzó la mudanza. No tenía ni idea de cual sería su próximo destino y la verdad tampoco le importaba.
Ya se había mudado cuatro veces, no tenía raíces, ni algo a lo que llamarle hogar, no tenía amigos, ni novio, ni mascota, ni siquiera un cactus a sí que no había nada a lo que aferrarse.
Estaban Max y mamá.
Eran suficiente.
Llevaba más de dos horas encerrada en aquel Volvo viejo que olía a polvo y a ensaladilla y se estaba agobiando bastante. ¿Hacia dónde se dirigían? Su madre lo había nombrado segundos antes...
¿Monteluna, quizás?
Sería otro pueblucho de mierda apalancado en la costa o en la playa o situado encima de algún acantilado al lado de un faro. Seguramente estaba cerca de alguna masa de agua por que a su madre le encantaba el mar.
Le recordaba a su padre, el abuelo de Violeta, que era marinero y murió cuando su barco quedó atrapado durante una tormenta, y así, Helena, la madre de Violeta, se quedó sola, ya que, su madre murió meses antes de un avanzado cáncer, pero eso no le impidió seguir con su vida, buscó trabajo, se enamoró y fue madre de un precioso niño moreno y fuerte y cuatro años después dio a luz a la pequeña y dulce flor: A Violeta.

Todo parece tan monótono, tan gris, tan aburrido... Pero lo que Violeta no sabe es que todo va a cambiar a partir de ahora, nada va a volver a ser lo mismo, todo gracias a su misterioso y último destino, Monteluna no va a decepcionarla.