CAPÍTULO 6 ( PARTE 4 )

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Helena se había marchado hacía ya varias semanas. Y aunque los chicos se apañaban bien solos y las personas de su alrededor habían aceptado sin hacer demasiadas preguntas, que su madre se había tomado unas vacaciones para trabajar en un futuro proyecto artístico sobre tribus indígenas del Amazonas, Max no estaba conforme.
Sabía que esa tal Reina de Corazones tenía algo que ver en la huída de su madre.
Helen es una buena persona, se lo repetía todos los días, no estaría metida en ningún lío de bandas ni de drogas ni nada por el estilo. ¡Por favor! ¡Si a su madre le daban miedo los gatos!
Había entrado millones de veces a su habitación para buscar cualquier tipo de pista o de información que pudiera serle útil, pero le fue en vano.
Acabó por descubrir que sólo había una persona que podía ayudarle, pero esa persona había desaparecido de su vida hacía ya mucho tiempo y su orgullo le impedía pedirle ayuda.
A parte de su orgullo, seguramente aquella persona no querría saber nada de él en absoluto, sino lo habría intentado alguna vez durante sus veintiún años de su vida.

Seguía investigando quién podría ser la Reina de Corazones y qué motivos podría tener para querer hacerle daño a él y a su familia.
Él, Max, no tenía ningún problema con nadie y Violeta... ¿Y Violeta? Empezaba a conocer a mucha gente nueva a la cuál él no conocía, a lo mejor tendría que involucrarse más en su vida privada, en su grupo de amigos y sabía perfectamente a quién acudir y cómo hacerlo.

Veni,vidi,vici (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora