H y Violeta se miraron y se rieron.
- No, no estamos saliendo. Somos... Amigos. - Dijo Violeta mientras H pasaba su brazo por los hombros de la chica y asentía.
- Vale, vale. Lo que vosotros digáis.
Los tres se rieron.
- Un momento, ¿Mery? ¿Es tu hermana? - Le preguntó Violeta para cambiar de tema. Sabía que el chico le resultaba familiar. Pero ¿Mery? ¡Tenía que ser ella!
El primer día que la conoció no se llevaron precisamente bien y al pasar las semanas cada día se llevaban peor. Todo por culpa de H.
- Sí, es mi hermana pequeña, bueno, tengo tres más. -Dijo frotándose el pelo frenéticamente. Era encantador. - Yo llevo un año fuera... Estudiando.
- ¿Y dónde has estado?
- Pues en... Stormfert. - Le respondió sonriente.
¿Stormfert? Helena le había contado a Violeta miles de historias sobre la juventud y el noviazgo con Paul, el padre de Violeta. Los dos habían vivido allí, en Stormfert. Arrecifes de coral, playas paradisíacas, arena negra, volcanes...
Cuando Violeta era pequeña soñaba con vivir allí.
Se acercaban las 04:00 de la mañana y ya era hora de irse a casa.
H y Violeta entraron para buscar a Alex, recoger sus cosas y marcharse.
Alex y Luc estaban apartados del resto de la gente y lo que les pareció raro es que ya no bailaban como lo hacían antes, sino que, Alex tenía sus brazos en el cuello de Luc y Luc, la manos en su cintura mientras Alex apoyaba la cabeza en su pecho.
- Creo que no es buena idea molestarles ahora, H. -Le dijo Violeta mientras los contemplaba con cariño.
- Tienes razón, tienes razón.
- H, cielo, ¿quieres ser el siguiente? - Gritó alguien.
Era Mery. Llevaba unos pantalones de cuero negro, muy cortos de tiro alto con botones dorados, un top también negro, apretado, con flores rosas, un collar con forma de cadena dorado y unas preciosas cuñas de terciopelo rosa. A H le costaba no fijarse en sus atributos. Él siempre dice que Mery está buenísima pero que puede estallar en cualquier momento.
Bajaba las escaleras delante de un chico, no era muy guapo pero tenía un cuerpo esculpido en el gimnasio.
Mery estaba despeinada, llevaba el pintalabios granate corrido por la cara y su chaleco vaquero lo llevaba aquel chico encima del hombro, parte de su pintalabios recorría el cuerpo de ese chico. Todos sabían donde habían estado.
- Entonces qué, ¿te apuntas? - Le preguntó a H mientras se acercaba a ellos. Miró a Violeta con descaro, cogió las manos de H y se las colocó en su culo, mientras le sonreía acercó su boca a su oreja y le susurró:
- Llevo toda la noche pensando en ti.
- ¿En serio? ¿Pensabas en mí mientras lo hacías con Chris? - Le preguntó H sin poder evitar reírse.
- Pero es distinto, cariño. Hoy me apetece... Chocolate. - Le susurró Mery después de darle un beso en la oreja. Había dado en el punto débil de H, siempre lo hacía. A H le volvía loco. Se estaba excitando y eso no era bueno.
- Lo siento, nena. Hoy no va a poder ser. - Le dijo mientras la apartaba.
- ¿Qué? ¿Porqué? - Le miraba con perplejidad y empezaba a subir la voz. Todos les miraban. La música se había apagado.
- María, estás borracha.
- ¿Y qué? Los dos lo estábamos la primera vez que lo hicimos. -Le provocó y le acarició el cuello.
H apartó su mano con cuidado.
- Es distinto, yo ahora no estoy borracho.- Eso a Mery no le sentó muy bien, se acercó desafiante y le dio una torta en la cara.
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Veni,vidi,vici (EDITANDO)
Ficção AdolescenteQuizás creas que esta es una novela cualquiera. Pero te marcará para siempre. Todo va a cambiar en la vida de Violeta, pero no solo en la de Violeta... También en la tuya después de leer esta intrigante, misteriosa y romántica novela. Juveni...