CAPÍTULO 7 ( PARTE 3 )

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Violeta seguía acurrucada sobre el cuerpo de H rodeándose las rodillas con los brazos. H no sabía muy bien que hacer, si hablar o seguir callado.

Se decantó por hablar:

- ¿Qué pasa? Desahógate. Cuéntamelo todo. - La acarició el pelo y la besó la cabeza.

Violeta se quitó bruscamente las lágrimas de la cara con la palma de la mano. Cogió aire, lo expulsó y le respondió:

- Que soy virgen, H. Eso pasa. - Susurró.

H no se imaginaba que una chica como Violeta fuera virgen. Es preciosa, carismática y tiene un cuerpo de diez. Obviamente, habría sido mucho más fácil si no fuera virgen, las vírgenes no tenían expereriencia, lo único que tenían eran complejos y eso no molaba. No molaba nada.

Ahora lo entendía todo, entendía por qué le había quitado la mano tantas veces cuando intentaba acercarse a ella, por qué le había rechazado cuando la había ofrecido ducharse juntos o dormir juntos la siesta o por qué nunca le invitaba a su casa cuando le decía que estaba sola, que es lo que solían hacer las otras chicas con las que había estado. ¡Qué idiota! ¿Cómo no se había dado cuenta?

La miró con cariño y ternura.

- Escúchame. - Obligó a Violeta a que le mirara a la cara. - ¿Y por qué lloras? ¿Te da vergüenza ser virgen? Yo si fuera chica me sentiría orgullosa de estar buenísima y poder decir que ningún imbécil baboso se ha acostado conmigo. Y si te digo la verdad... No sé si pasará o no, pero me encantaría ser el primero. - Dijo riéndo.

- ¡H! - Le regañó su novia mientras le daba un codazo en los abdominales.

- No, pero ahora lo digo de verdad. Me gustaría ser el primero porque sé que nadie te va a tratar con tanto cariño como lo voy a hacer yo.

¡Qué coño!

Y porque te quiero.

Veni,vidi,vici (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora