Las cosas se estaban poniendo muy feas. H se tocó la cara con la mano y miraba hacia el techo con rabia. Los demás pensaban que se avecinaba otra de las muchas discusiones que tenían cuando eran novios.
H No sabía que hacer.
- Mery, no pienso discutir más contigo. Ya has llamado bastante la atención que es lo único que te interesa, tía, que se fijen en ti es lo único que te importa, lo demás y los demás te dan igual. -Le dijo furioso pero serio a la vez.
Mery le miraba también con rabia, sabía que estaba borracha, pero ¿porqué todo lo que hacía siempre estaba mal, sobre todo para H? Lo que dice H no es verdad. H le importa, le importa tanto que podría hacer lo que fuera por tenerle de nuevo. Le cogió del brazo con dulzura y H retiró su mano bruscamente. Estaba muy enfadado.
- Sé que estoy muy pedo, lo siento, H. Perdóname. -Se acercó a él llorando, le besó en la mejilla y le abrazó.
Aún llevando tacones, Mery era mucho más bajita que H, su cabeza quedó en el pecho de H, este la abrazó con un brazo y con el otro le acariciaba el pelo.
- No sabía que tuvieras tanta fuerza, enana. -La miró con cariño y la besó en la frente.
Violeta no podía creerlo, esa mirada, esos besos, esa forma de hablar con ella...
¡H seguía enamorado de Mery!
¿Por eso prefería ser sólo su amiga?
Violeta sentía celos.
No podía creerlo o a lo mejor no quería.
H miró hacia donde se encontraba Manu y se dirigió a él mientras seguía abrazando a su hermana:
- ¿Puedes llevar a mi hermana y a Violeta a casa? Creo que yo me quedo un rato más. -Le preguntó lanzándole las llaves de su coche. Manu le miró confuso pero aceptó. La gente empezaba a marcharse, Alex y Luc estaban abrazados en el sofá y Violeta permanecía inmóvil en la distancia.
H estaba serio.
¿En qué estaría pensando?
Cogió a Mery en brazos y la subió por las escaleras, se había quedado dormida.
Sólo quedaban ellos cuatro y un par de personas más dentro de la casa.
Manu se acercó a Violeta:
- H es un buen tío y además es mi amigo, sólo lo hace por ser educado y porque es mi hermana. -Manu miró a Violeta con tristeza pero ella no reaccionaba.
- Lo sé. Sé que es un buen chico. -Susurró y suspiró.
Manu se acercó y la cogió de la mano.
- ¿No estás cansada? Te llevo a casa.
Violeta le miró y le sonrió. En verdad era encantador.
- Sí, vámonos. Creo que Alex va a dormir bien aquí. -Se acercó al sofá, se agachó y besó a Alex en la frente.
Violeta recogió sus cosas y salieron a la calle. Eran las cuatro de la mañana y hacía bastante frío.
Manu apretó el pequeño botón negro del mando de las llaves del coche de H y entraron casi corriendo.
- ¡Qué frío hace!
- Estoy tiritando, todavía no me acostumbro al clima de Monteluna. -Dijo Violeta.
Manu puso la calefacción, cogió las manos de Violeta y las acercó a la fuente de calor.
Violeta temblaba, pero no era sólo del frío.
Manu le provocaba distintas sensaciones y no todas eran buenas.
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Veni,vidi,vici (EDITANDO)
Teen FictionQuizás creas que esta es una novela cualquiera. Pero te marcará para siempre. Todo va a cambiar en la vida de Violeta, pero no solo en la de Violeta... También en la tuya después de leer esta intrigante, misteriosa y romántica novela. Juveni...