VALERIE
Había pasado una semana desde que me había mudado a Nueva York con Harry y a decir verdad, no echaba de menos Londres. Nos habíamos instalado en un apartamento del centro, en un gran edificio, desde todas las ventanas habían preciosas vistas de la ciudad. Nunca antes había visto edificios tan altos, y ahora, vivía en uno de ellos. Era un lugar inmenso, muchísimo más grande que mi antiguo apartamento. Se podía ver el amanecer todas las mañanas, me gustaba ver cuando el sol aparecía entre los rascacielos.
Me había acostumbrado a vivir allí rápidamente. Era un lugar grande y agradable, me gustaba salir a pasear y perderme por las calles descubriendo lugares inéditos y curiosos. Además, era uno de esos lugares en los cuales encontrabas gente de todo tipo. Y eso garantizaba en parte, tu anonimato.
Aquella mañana desperté cerca de las once, observé a mi alrededor y no encontré a Harry. Cerré los ojos y me estiré en la cama. No me apetecía despertarme, pero me preguntaba dónde se había metido Harry.
Al cabo de unos minutos me levanté, observé el gran ventanal, se veía todo Nueva York y en la lejanía, Central Park. ¿Cuánto debería costar ese apartamento? No tenía ni la más remota idea, pero suponía que más de un millón.
-¡Harry! -Llamé, esperando que apareciese el chico con una sonrisa en los labios y me diese un beso de buenos días. No contestó nadie, salí de la habitación y me paseé por las habitaciones, no estaba. Cuando salí al salón me encontré con una nota: "He salido, Harry". Ha salido, vale, pero ¿dónde? Podría ser un poco más específico, en mi opinión.
-Pues vale -Suspiré, dirigiéndome a la cocina. Cogí de la nevera yogur griego y le puse cereales, a continuación me fui al sofá a ver la televisión. No había nada que me interesase, hasta que llegué a un canal que estaban retransmitiendo "Friends".
Había visto ese mismo episodio miles de veces. Pero siempre, me gustaba verlo de nuevo, era entretenido.
El ruido de la puerta abriéndose llegó a mis oídos, acompañado del ruido de unos zapatos de tacón, probablemente botas, pues era invierno. Solo podía ser una persona: Gemma.
-¡Valerie! -Canturreó casi gritando cuando entró por la puerta. La desventaja de ese gran piso era, la distancia que había de habitación a habitación, odiaba no poder ver quién entraba por la puerta desde mi sofá.
-¡Estoy en el sofá! -Exclamé de vuelta. Rápidamente apareció Gemma, vestida con unos jeans negros y una chaqueta del mismo color. Sus mejillas habían tomado un color rosado, seguramente del cambio de temperatura.
-Qué vaga eres, ¿tanto te cuesta salir a recibirme?
-En una semana te he cogido confianza -Contesté, mientras ella se sentaba a mi lado. Era cierto, Gemma era ese tipo de persona la cual era fácil cogerle confianza. Tenía una personalidad muy amistosa y como Harry, tenían un humor especial, pero eso les hacía únicos.
-¿Te apetece salir a pasear? -Preguntó de repente-. No me apetece quedarme toda la mañana a esperar que Harry aparezca por la puerta.
-Por mi bien -Apoyé la idea de Gemma. Yo tampoco quería quedarme encerrada toda la mañana, prefería hacer algo más, y pasear por Nueva York siempre era una de esas ideas que no podías rechazar. Me levanté y observé a la chica rubia-. Me voy a cambiar y en unos minutos estoy lista.
-¿Unos minutos? ¿Estás segura? -Preguntó con un toque de ironía-. Si eres como yo, tardarás más de media hora.
-No sé cuanto voy a tardar, Gem -Contesté mientras caminaba en dirección a mi habitación. Al ser un piso tan grande, había espacio para todo, así que teníamos un vestidor.
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La Mafia #2 (Harry Styles)
Fanfiction¿Qué sucede cuando un mafioso tiene la intención de perseguirte hasta matarte? Harry Styles y Valerie Parker han marchado a Nueva York con la intención de huir. Al principio todo parece funcionar de maravilla, pero ¿qué pasa cuando descubren dónde...