Capítulo 38

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HARRY

Entré en la furgoneta negra, era blindada con cristales tintados. Me dejaron en el banco trasero de la furgoneta, cerrando la puerta a mi paso y colocando los pestillos para evitar una posible fuga. No había nadie conduciendo aquel vehículo por el momento, solamente esperaba que no fuese un gilipollas. Puesto que me tenía que llevar a una cárcel a la afueras de la ciudad Londinense. Valerie llevaba unos días viviendo en Inglaterra, así que suponía que vendría a verme.

Observé aquella furgoneta, las paredes eran grises y los asientos delanteros, de cuero negro. Alrededor, habían policías comentando cosas, varias patrullas escoltarían la furgoneta, o eso creía.

Un hombre de cabello castaño con mechas pelirrojas y ojos claros se acercó al vehículo, con un chaleco negro en el brazo y su uniforme reglamentario de policía. Sonrió al escuchar algo que le dijeron sus compañeros que estaban hablando al lado de la furgoneta. Parecía simpático.

Abrió la puerta de la furgoneta y suspiré, comenzaba mi viaje hacia la mierda. Observé el techo, mordiéndome el labio. Sonrió mirándome, y puso en marcha la furgoneta.

-¡Hola! -Saludó el hombre, tratando de ser agradable. Comenzó a conducir dejando atrás la comisaría de policía y para mi sorpresa, ningún coche patrulla nos escoltaba.

Suspiré de nuevo, no me apetecía saludar y ser una persona agradable cuando estaba pasando por los peores momentos de mi asquerosa vida. Lo único bueno que me había pasado, me lo habían arrebatado, y sí, estoy hablando de Valerie.

Sin que me diese tiempo a pensarlo, el hombre había girado su cabeza y me estaba observando. Por suerte, la autopista era una carretera en línea recta y no había mucho de lo que preocuparse:

-Soy Christopher, tu compañero de viaje -¿Compañero de viaje? Encima de intentar ser simpático era imbécil, genial-, y cómplice.

-¿Qué coño hablas? -Él tornó la mirada a la carretera. Escuché una pequeña risita por su parte que incrementó mis nervios, hasta que él habló:

-No vas a ir a la cárcel, Styles. Estoy aquí para simular tu muerte, trabajo para Louis.


VALERIE

Habían pasado cinco días. Cinco días desde que se suponía que iba a ser trasladado a la cárcel. No sabíamos nada de él. Las últimas noticias eran de la desaparición de Harry cuando iba de camino a la cárcel.

Creía que mi mundo se había desmoronado, pero no hasta que aquel mediodía, mientras comía con Gemma en el salón de mi apartamento en Londres, escuché las noticias. Mis sentidos se pararon completamente. Mis ojos ardieron, mi cuerpo estalló en llanto y mi corazón se rompió de todo: Harry Styles estaba muerto.




La Mafia #2 (Harry Styles)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora