Juego de Chicos (+18)

"Entonces, ¿aceptamos?"

Los cuatro chicos se habían sentado en el sofá frente a Matt, tal y como este les había pedido que hicieran.

Los dos gemelos, Nick y Gabriel, se habían acoplado en la esquina derecha del sillón. El grupo llevaba solo una semana conviviendo en la casa de estudiantes, pero ya había sido tiempo suficiente como para que Matt se diera cuenta de que Nick y Gabriel se seguían el uno al otro hasta tal nivel que parecían siameses...

Los otros dos chicos, Will y Jake, reservaban cierta distancia entre ellos. Matt creía que, de los cinco estudiantes, ellos dos eran probablemente los que peor se llevaban.

Matt, que permanecía de pie frente a ellos cuatro, se dio cuenta de que estaba incluso un poco nervioso. Antes de empezar a hablar, tragó saliva y se recordó a sí mismo: solo será un juego. Un estúpido juego.

—¿Recordáis algo de lo que pasó anoche cuando llegamos a casa? —Preguntó Matt rompiendo el silencio de la habitación.

Will pareció echar alguna que otra mirada al resto de chicos. Después, volvió su vista hasta sus manos.

—Sí, más o menos —respondió Nick. Sonrió—. Yo al menos no estaba tan bebido.

Habían vuelto de la fiesta que Sue, una chica de la universidad, había dado en su casa. Matt había bebido bastante, a decir verdad, aunque recordaba perfectamente todo lo ocurrido. De hecho, nunca había llegado a beber tanto como para olvidar cosas.

—Con algunas lagunas —habló Jake—, pero sí. Claro que me acuerdo.

—¿Y os acordáis de...? ¿Os acordáis de lo que Gabriel propuso?

Entonces reinó el silencio. Nadie se atrevió a mirarse. Gabriel y Nick se separaron levemente. Después, Gabriel sonrió.

—Lo dije de broma, que conste. De hecho enseguida paré cuando...

Jake enseguida lo paró.

—No hace falta que des detalles.

Lo que Gabriel había propuesto la noche anterior, según él a modo de broma, fue que los cinco jugaran al juego de la galleta. Consistía en que todos se posicionaran en círculo alrededor de una galleta o cualquier otro alimento, y entonces comenzarían a pajearse con la finalidad de eyacular sobre el alimento. El último en correrse se comería la galleta manchada por el resto.

Era cierto que nadie había tomado la propuesta de Gabriel en serio; se habían reído al escucharlo. Jake, por su parte, incluso se había llegado a sacar la polla por un breve momento, justo cuando Gabriel dijo retirar la propuesta.

Todos se fueron a dormir poco después, y el comentario de Gabriel no había llegado a más. Hasta ahora...

—¿Por qué sacas el tema? —Preguntó Will.

Matt se lamió los labios.

—Lo estuve pensando durante la noche, lo de la propuesta y demás. Y se me ocurrió a la idea de... De jugar a un juego.

Nick rio en voz alta.

—¿Estás proponiendo jugar a la galleta sin haber bebido? Eso es todo un paso.

—No, jugar a la galleta no —respondió Matt.

—¿Entonces? —Quiso saber Jake.

—Lo de la galleta es una tontería. Un círculo, cinco o diez minutos y se acabó. Yo me refiero a algo más profesional.

—Que yo sepa —siguió Nick— todavía no se ha abierto la categoría de la galleta en los juegos olímpicos, siento desilusionarte.

Matt rodó sus ojos.