Acción

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Tumbó a Will en el colchón y, tumbándose sobre él, comenzó a cubrirlo de besos. Por su ingle, por su vientre, por su cuello... Gabriel no quería dejarse ni un milímetro de su compañero de piso sin saborear, y cada beso, en lugar de saciarlo, solo le hacía sentir más sediento.

-Dios, Ryan, ¿de verdad vas a dejarme entrar dentro de ti? -Le susurró. Ni siquiera estaba seguro de que se fuera a escuchar en el vídeo. Pero es que no podía pensar en el vídeo. Ya no actuaba. Ya sentía. Le costaba la vida llamar al chico por su nombre falso en lugar del de verdad.

-¿Quieres entrar?

-¿Cuánto de mí serás capaz de aguantar? -Dijo Gabriel con inminente curiosidad.

Will se mordió los labios.

-Joder, esta vez no me veo capaz de hacer promesas. ¿Ves aquel cajón de ahí? -Dijo señalándole el escritorio-. Saca el lubricante, usa todo el que necesites y más. Y sobre todo, ve despacio, por favor.

Gabriel le sonrió, divertido. Se levantó de la cama para coger el lubricante y, cuando volvió, hizo a Will posicionarse en cuatro patas. Se colocaron de perfil a la cámara para que pudiera verse todo.

Entonces Gabriel abrió el bote de lubricante y echó una enorme cantidad sobre dos de sus dedos. Después, con cuidado, fue introduciéndolos en el orifico de Will.

Will suspiró, pero apenas se tensó. Gabriel lo sostuvo con fuerza por la cintura, disfrutando de la sensación de poder que le daba tenerlo sumiso en aquella postura, todo para él.

-Arquea un poco la espalda -le dijo.

Will así lo hizo, elevando más aún su culo para quedar en perfecta posición para Gabriel. Joder, Gabriel no podía esperar un segundo más.

Jugó más con sus dedos en su interior, sintiendo su orifico abrirse poco a poco, emanando un calor enorme. Los sacó poco después, comprobando que el agujero de Will estaba ya algo más dilatado.

No tuvo mucha paciencia, así que volvió a abrir el lubricante para cubrirse su polla esta vez.

-Si te duele, avísame. No quiero hacerte el menor daño.

Will se rio.

-Con esa polla no puedes pretender no hacerme daño.

-Will, no quiero que...

-Ryan -lo corrigió él.

-Ryan -Gabriel tragó saliva-. No quiero que hagas esto si no es lo que quieres.

-Joder, Ben. Claro que es lo que quiero. ¿Quién no iba a quererlo?

Gabriel se convenció con eso, y posó su miembro contra el orificio de Will, sujetándolo con una mano y posando la otra en la cintura del chico. Comenzó a ejercer presión, a insertarlo en su interior.

La cumbre de Gabriel se vio rodeada de calor una vez fue inundada en el interior del otro chico, y entonces se detuvo. Lo estaba haciendo. Ya no había vuelta atrás. Estaba entrando en Will. Iba a follárselo. Después de tantos juegos en esa casa, por fin iba a follarse a uno de los chicos con los que compartía piso. Y se iba a follar a su favorito.

Will gimió solo con el glande en su interior.

-Voy a seguir -le dijo Gabriel-. Hazme parar cuando no puedas más.

Siguió insertando un poco más, haciendo la respiración de Will más sonora. Dios... Abrirse paso en su interior estaba siendo de las mejores sensaciones que Gabriel había experimentado en su vida.

-¿Bien? -Preguntó.

-Quiero más.

Gabriel siguió, llegando a meter casi la mitad de su polla. Gabriel se sorprendió de que estuviera entrando sin problemas. No solía pasarle con ninguna persona, menos aún con chicos.

Juego de Chicos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora