Juego de Chicos (+18)

"Una boca es una boca"

Nick no podía evitar creer que alguien se habría dado cuenta de que Gabriel habría trucado los papeles. Enseñó el primer nombre, el de Will, para ganarse la confianza del resto. Sin embargo, a partir de ahí había empezado a inventarse los nombres para que, como Nick le había pedido, a él le tocase al lado de Matt.

El chico rubio no parecía para nada descontento con su posición en el círculo. En realidad, Nick pensaba que no hubiese estado descontento con ninguna de las posiciones. Parecía saber contentarse con lo que sea que obtuviese...

El juego lo comenzaría Will, quien tendría que masturbarse sobre Nick. Viendo que había perdido en la galleta, Nick tenía esperanzas en poder abandonar el círculo antes de que Will se corriera sobre su espalda. Aun así, se posicionó a cuatro patas mientras Will terminaba de desnudarse.

Después, Will se acercó de pie hasta Nick y posó una mano sobre la cintura de Nick. Estaban autorizados para tocar a la persona sobre la que tuvieran que eyacular, pero solo con las manos. No valdría ninguna otra parte del cuerpo.

El temporizador que Gabriel había programado sonó y el minuto comenzó. Nick cerró los ojos mientras Will se pajeaba sobre él. Era poco tiempo, se decía a sí mismo. No le daría tiempo a acabar. Estaba a salvo.

Tal y como había esperado, su minuto terminó antes de que pudiera eyacular, lo que significaba que era el turno de Nick. Se puso en pie y miró a Matt, quien mantenía su mueca. Nick no le había especificado a su hermano nada sobre la parte del cuerpo en la que querría correrse, pero desde luego Gabriel le había dado la mejor de todas...

Matt era de lejos el más musculado de todo el grupo, eso era más que un hecho. Pero aun así, su cara seguía siendo para Nick su parte favorita. Sus rasgos afilados y sus ojos azules formaban una perfecta combinación con su tono bronceado. Aun así, lo mejor para Nick eran las expresiones de su rostro. Sus miradas, sus sonrisas... Era como ver una fusión perfecta entre ángel y demonio.

—No sé si estoy preparado para que me apuntes con eso —le confesó Matt.

Nick se agarró la polla con su mano derecha.

—¿Por qué no te pones de rodillas y lo compruebas?

Matt obedeció sin siquiera pensárselo. Nick sintió su corazón desbordar al ver al chico arrodillado frente a él, y fue tal su excitación que se creyó capaz de terminar incluso en un minuto.

El reloj sonó indicando el inicio del minuto, y Nick abandonó sus pensamientos para concentrarse. Posó su mano izquierda sobre la nuca de Matt y, con su polla a solo centímetros de la cara del chico, comenzó a pajearse.

—¿Alguna vez has tenido una como estas tan cerca? —Le preguntó Nick mientras se masturbaba.

Matt parecía completamente nervioso desde el punto de vista de Nick. Aun así, también se mostraba sumiso con sus manos a la espalda. Nick deseó que pudiera hacer cualquier cosa que él le pidiese.

Matt negó con la cabeza en respuesta a Nick.

—¿Y tú? —Le preguntó Matt—. ¿Alguna vez has apuntado a un chico con ella?

—No —Nick rio—. A un chico nunca. Vas a hacer el primero en probarme.

Matt hizo una mueca y se lamió los labios.

—¿A qué sabes, Nick? —La pregunta de Matt sonó como un susurro.

Nick le retiró el pelo de la frente con la mano que tenía libre.

—Averígualo —Matt no dijo nada a eso, así que Nick fue más allá—. Saca la lengua.

Matt sonrió plenamente, entreabriendo la boca.