Zach no había dejado de recrear la imagen que vio en los vestuarios en todo ese tiempo.
En su cabeza se repetía una y otra vez. En ocasiones con una increíble similitud a cómo realmente fue, y en otras ocasiones con ciertas diferencias que la hacían incluso más... ¿Más qué?
Más excitantes, ¿verdad?
¿Cómo podía resultarle una escena entre dos chicos excitante? Pero es que, ¿cómo no iba a serlo? La manera en la que el chico negro había sabido guardar a Gabriel entre sus labios... ¿Cómo no iba a querer cualquier persona en su sano juicio querer sentir lo que Gabriel habría sentido mientras soltaba aquellos quejidos?
Zach tenía sentimientos encontrados con respecto a esa escena.
En primer lugar, se quería sentir culpable por haberla visto, por haberse quedado viéndola. Pero claro, después lo pensaba y, ¿qué esperaban haciendo eso en lugares públicos? Zach solo se topó con aquello. Él tampoco iba a ir en su vestuario con los ojos cerrados...
Por otra parte, se sentía avergonzado. No solo de haberlo visto, sino de haberla retenido tanto en su mente. De haberla recreado tantas veces.
Y, por supuesto, se sentía intrigado.
Quería ver más. Deseaba saber más.
Había podido contener toda esa mezcla de sentimientos bien guardado en su interior hasta el día en el que no pudo más.
Ese día, volvió a la escena del crimen. A las duchas. Pasó por las taquillas donde había visto esa escena, y lo hizo junto a su mejor amigo, Nathaniel.
Zach nunca, en la vida, había pensado nada obsceno de ninguno de sus numerables amigos. Pero ese día fue diferente.
Nathaniel acababa de perder la virginidad con esa chica con la que tanto llevaba saliendo, y no tuvo mejor idea que inundar a Zach con precisos detalles mientras se duchaban.
El chico aguantó en silencio mientras le contaba cómo le metió la mano por dentro de su ropa interior, cómo fue la sensación al sentir la lengua de ella chupar su miembro, cómo tuvo que aguantar para no correrse y todas y cada una de las posturas en las que se la folló.
Y Zach se imaginó la escena. Sin centrarse en la chica, sino en su amigo.
Cuando su amigo se hubo marchado, Zach dio media vuelta y volvió a los vestuarios. Se encerró en un inodoro con pestillo, y se permitió hacer lo que no se había permitido hasta entonces.
Se bajó los pantalones y comenzó a masturbarse.
Se hizo su primera paja pensando en chicos.
Primero en su amigo haciéndolo con aquella chica, con los detalles tan recientes. Después se imaginó que, en lugar de hacerlo con esa chica, hubiera hecho esas cosas con él. Incrementó el ritmo con el que se pajeaba.
Se imaginó allí mismo, en las duchas. ¿Podría hacer él con Nathaniel lo que Gabriel había hecho con ese otro chico?
Joder, le encantaría hacerlo.
Se imaginó a ese otro chico. Ni siquiera sabía su nombre, pero se lo imaginó igualmente. Se imaginó haciéndole a él lo que le hizo a Gabriel.
Y, por último, se imaginó a Gabriel. Su cuerpo perfecto, a su alcance. Y se dio cuenta de que también le gustaría haber estado en el papel del chico negro en la escena de los vestuarios, con Gabriel bien inundado en él.
Se corrió en apenas un par de minutos.
Zach tragó saliva mientras respiraba con profundidad, sintiendo todo su cuerpo estremecerse en un nuevo placer.
Cuando hubo acabado, se alegró de no sentirse arrepentido. Más bien al contrario: se sentía aliviado. Acababa de descubrir algo que podría gustarle. ¿Por qué iba a tener que sentirse avergonzado por ello?
Se limpió, se recompuso como pudo y salió del baño.
Después, cogió su teléfono y le escribió a la única persona no heterosexual que conocía: Gabriel.
"Tengo que hablar contigo. ¿Podemos quedar?".
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Perdón por haber desaparecido una semana :( Últimamente vuelvo a tener menos tiempo para escribir, pero intentaré como siempre subir un capítulo todos los viernes, como hoy. Gracias por vuestras lecturas!
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Juego de Chicos (+18)
RomanceLo único que Nick, Gabriel, Will, Jake y Matt tienen en común es que convivirán en su nueva casa de estudiantes durante todo un curso. Eso, y que los cinco han aceptado entrar en el juego que Matt les ha propuesto. Las normas son sencillas: -Nadie p...