Matt había bajado a por algo de picar después de terminar el juego. Pasó unos minutos descansando en el sofá y, al terminar de comer, subió de nuevo a la planta alta para darse una ducha antes de echarse a dormir.
Justo iba a cerrar la puerta del baño al entrar cuando alguien lo impidió empujando desde fuera. Sorprendido, Matt volvió a abrir y entonces se encontró con Nick. A decir verdad, Matt no había esperado que nadie en la casa siguiera despierto a esas horas de la noche.
—¿Podemos hablar? —Susurró Nick. Parecía avergonzado.
—Sí, claro.
Nick entró en el baño y cerró la puerta. Matt se sentó sobre el lavabo y Nick permaneció frente a él. Se llevó ambas manos a la cabeza y cerró los ojos. Después volvió a abrirlos y frunció el ceño.
—¿La he cagado con lo de antes? Con lo del juego.
Matt soltó una risa.
—¿Quieres decir con quedar el último? De todas formas, con tus puntos acumulados sigues en segundo lugar.
—No, Matt, me la sudan los puntos. Sabes a lo que me refiero, a lo que he dicho. Lo que te he dicho.
Matt se sintió repentinamente un poco nervioso.
—Oh.
En realidad, sí que le habían impactado las palabras de Nick. No solo sus palabras, sino su forma de decirlas. No había más que deseo en su voz. Deseo combinado con una brutal ferocidad.
—No tendría que haberlo dicho. Lo siento, Matt. De verdad que lo siento.
Matt sacudió la cabeza.
—Es un juego, Nick.
—No lo decía en serio. Yo no quiero... O sea... Quiero decir que no lo haría. No haría lo que dije, ¿vale? Porque lo dije y seguro que ahora todos me tenéis por un puto salido que...
—Nick, literalmente casi todo el grupo ha terminado la noche cubierto de semen. Nadie piensa que seas un salido.
Nick se ocultó el rostro con ambas manos. Matt, para quitarle peso al asunto, le golpeó levemente con una patada.
—Es un juego —volvió a hablar Matt—, olvídalo. Hasta la próxima, al menos.
Nick se descubrió el rostro. Respiró profundamente, asintió y se apoyó contra la pared.
—¿Cómo estuviste seguro de que sería buena idea jugar a esto?
Matt se encogió de hombros.
—No lo sabía. Era imposible saberlo. Incluso ahora sigo sin saber si lo es o no.
—¿Y entonces cómo sabremos si deberíamos dejarlo y convivir como lo hacen todos?
—¿Quieres dejarlo?
—No —respondió rápidamente Nick—. Pero hoy ha sido como... Ha sido la primera vez que me he dado cuenta de la importancia que tiene. Cuando jugamos parece que seamos todo pollas, culos y caras bonitas. Pero somos personas. De hecho, vivimos juntos. Y no sé si... Si me siento bien confesando algo a alguien con quien después voy a compartir taza del váter.
Matt le hizo una mueca.
—Mira, hace un rato me has dicho que... ¿Cómo era? Que querías perforarme la garganta hasta asfixiarme o algo así.
Nick se cubrió la cara de nuevo y Matt rompió a reír.
—Para empezar, no he dicho eso. Y para terminar, ¿tienes que recordarlo? Joder...
—Me has dicho todo eso —continuó Matt—. Y aun así, Nick, eso no quiere decir que mañana cuando despierte no piense darte los buenos días mientras desayunamos juntos en el mismo sofá.
Nick se descubrió la cara, una vez más.
—¿Te vas a poner cursi? —Le preguntó.
—Lo que quiero decir es que ningún puto calentón puede hacer que dejemos de ser amigos, Nick. No voy a estar pensando en lo que quieras hacerme mientras me lavo los dientes a tu lado, o mientras estudiamos juntos.
Nick asintió.
—Vale. Lo que pase en el juego se queda en el juego. Es eso, ¿no?
Matt asintió.
—Tú lo has dicho.
Nick sonrió y se levantó. Caminó hasta la puerta, como para marcharse.
—Y, Nick... —El chico se giró para escuchar lo que Matt quisiera decirle—. Como consejo para la próxima vez que intentes hacerme abrir la boca... No pienso comérsela a nadie hasta que no esté seguro de que el chico al que se lo haga vaya a devolverme el favor.
Nick bufó.
—Prueba con mi hermano, gilipollas.
—Buenas noches, Nicky.
Nick frunció el ceño.
—Ahora en serio, ¿a qué coño viene ese puto mote?
Matt rio.
—¿No te gusta?
Nick rodó los ojos.
—Buenas noches, gilipollas.
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¿Y si....? ¿Y si Matt se tomara muy en serio ese "prueba con mi hermano".........?
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Juego de Chicos (+18)
RomanceLo único que Nick, Gabriel, Will, Jake y Matt tienen en común es que convivirán en su nueva casa de estudiantes durante todo un curso. Eso, y que los cinco han aceptado entrar en el juego que Matt les ha propuesto. Las normas son sencillas: -Nadie p...