Juego de Chicos (+18)

La petición de Matt

Se reunieron en el salón y esperaron a que Matt llegase. Tardó algo más del tiempo acordado, y Nick creyó que lo hizo solo para hacerse el interesante. Cuando llegó, todos soltaron algunas risas nerviosas, Matt el que más.

Nadie podía estar seguro de lo que fuera a pedir. Nadie se lo imaginaba siquiera, menos Nick, a quien ya le había hecho ese adelanto antes en su dormitorio.

—¿Y bien? —Preguntó Will cuando Matt se detuvo de pie frente al sofá en el que estaban todos sentados, justo igual que el día en el que les propuso jugar al Juego de Chicos—. ¿Qué piensas pedir por tu cumpleaños?

—Se me tendrá que conceder lo que quiera, ¿no? Porque, si os negáis, sería romper las reglas del juego.

—Lo que quieras, dentro de unos límites —dijo Jake, quien ese día estaba completamente serio.

Matt asintió sin eliminar su media sonrisa.

—Quiero llevar las cosas un paso más allá.

—¿Cómo piensas hacerlo? —Quiso saber Gabriel.

Matt se lamió los labios.

—Quiero que me coman la polla.

Nick tragó saliva. Jake bufó. El resto guardó silencio.

—Bueno —habló Will—. Lo vería aceptable. Algún día teníamos que dar ese paso, ¿no? Veo bien que Matt pida como regalo ser el primero.

—Pero no quiero que sea como el resto de partidas que hemos jugado, quiero que sea en privado, sin el resto mirando.

Nick se sintió las mejillas arder. ¿Iba a elegirlo a él? ¿Iba a pedir como regalo tener un momento a solas con él para algo como eso?

—¿No iría eso contra las reglas de "todos o ninguno"? —Quiso saber Jake.

—Esto no es una prueba, es un regalo. Así que no pueden aplicársele las reglas de las pruebas.

—A mí me parece bien —habló Gabriel.

Nick, que no aguantaba más la incertidumbre, preguntó:

—¿Y quién quieres que lo haga? ¿Quién quieres que te coma la polla?

Matt lo miró. Esa vez, se puso serio.

—Tú.

Nick no supo cómo reaccionar. A vista de todos, seguía siendo heterosexual. Debería negarse, o fingir fastidio, o expresar una mueca de asco, o incluso hacer algún comentario gracioso, pero estaba tan impactado por la respuesta que no supo reaccionar. No podía creérselo. Era tal su nivel de asombro que en un principio apenas escuchó cuando Matt añadió:

—Y Gabriel.

Escuchó a Jake reírse, y después a Gabriel preguntar:

—¿Qué?

—Quiero que los gemelos me coman la polla. Entre los dos, a solas. Mi cama solo para nosotros tres.

Y entonces Nick reaccionó.

—¿Tú eres gilipollas?

Jake se rio más fuerte aún esa vez. Will también sonrió. Nick fue consciente de que se estaban riendo de su enfado, lo que solo consiguió empeorar las cosas.

Matt le hizo una mueca y dijo en voz más baja:

—Ya te dije que no te iba a gustar...

¡Pero claro que Nick no se imaginaba nada como eso! ¿En qué cabeza cabía? ¿Cómo podía excitarle la idea de que dos hermanos...? ¿Cómo podía Matt utilizarlos de una forma tan asquerosa y quedarse tan tranquilo?

—Y ya te digo yo que no voy a aceptar —le respondió Nick.

—¿Por qué no? —Preguntó Matt.

—¡Pues porque es mi puto hermano!

—Técnicamente —habló Jake—, aceptasteis ese riesgo al entrar al juego. Ya lo dejamos bien claro, sin excepciones.

—Sí, pero...

—Tarde o temprano os acabaría tocando —aportó Will.

¿Es que todos estaban en su contra? Nick miró a Gabriel en busca de apoyo, pero su hermano permanecía callado.

—¿Tú no piensas decir nada?

Gabriel miró a los ojos a Nick. Negó con la cabeza y miró a Matt antes de hablar.

—¿A qué viene pedir esto?

Matt se encogió de hombros.

—Siempre había querido hacerme un trío con dos hermanas. A lo mejor con dos hermanos es incluso mejor.

—Pues no pienso participar en un trío con mi gemelo solo por tu puta fantasía —le recriminó Nick.

—Pero, Nick y yo no tendríamos que... O sea, me refiero a que no... —Gabriel no parecía saber cómo expresarse.

—No os estoy pidiendo que hagáis nada entre vosotros. Solo tendríais que... Repartiros el trabajo —se llevó la mano a la entrepierna.

Gabriel asintió.

—¿Te lo estás planteando? —Le preguntó Nick, que no podía creerlo.

—Nick, técnicamente estamos obligados. Y creo que no tendría por qué ser para tanto. Ni siquiera tendríamos que desnudarnos, ni tocarnos, ni...

—Gab, ¿me estás diciendo que no te parece para tanto el hecho de que tengamos que chupar una polla entre los dos? ¡Ni siquiera he chupado una en mi vida!

—Tu hermano seguro que puede enseñarte —dijo Jake, que no dejaba de reírse.

—Al próximo comentario te parto la cara —lo amenazó Nick.

Jake no dejó de reírse, como si no le asustase.

—Lo único que digo, Nick —dijo Gabriel usando un tono de voz tranquilo—, es que podría ser peor. Y probablemente a lo largo del juego vaya a ser peor. Will tiene razón, tarde o temprano nos acabaría tocando, ¿no? Y esto es fácil, es solo cuestión de... —Rodó los ojos—. Es cuestión de repartirnos el trabajo. Nada más.

Nick resopló. Por unos segundos, guardó silencio.

—¿Lo estás haciendo en venganza por mi castigo? —Le preguntó Nick a Matt.

—Podría ser. Pero no, no lo hago por eso. De verdad quiero hacerlo. De verdad me pone hacerlo, y no precisamente poco.

Nick notó su corazón amenazar con estallar de puro nerviosismo.

—No pienso hacerlo sobrio.

La sonrisa de Matt se ensanchó.

—Tengo alcohol, tengo una cama en mi dormitorio lo suficientemente grande para tres personas, y —volvió a tocarse la entrepierna— tengo una buena polla deseando ser compartida por vosotros.

—No me creo que hayas aceptado —susurró Jake.

Nick lo fulminó con la mirada. Pensó en golpearlo, pero se contuvo. En lugar de eso, se levantó del sofá donde estaban sentados. Se posicionó frente a Matt, a solo unos centímetros.

—Coge el alcohol y vamos a tu dormitorio.

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Qué os está pareciendo la historia? Pero que os guste lo que está aún por venir... Os informo de que estoy subiendo adelantos a lo largo de la semana en mi perfil, antes de que se estrenen los capítulos, así que si queréis estar al tanto de las últimas novedades, no dudéis en seguirme!