Los tres

17.2K 875 98
                                    

Tras volver de aquella fiesta, unas horas antes de que Nick y Matt se encerrasen en el baño de la planta baja, Will reunió a Jake y Gabriel en la habitación del pelirrojo con la excusa de querer hablar con ellos.
Los dos chicos esperaban a que Will hablase con similar actitud: brazos cruzados, ceño semi fruncido, y un aparente deseo de querer marcharse de allí cuanto antes.
—Vale —comenzó a hablar Will—. Seré rápido. Os he reunido aquí porque… Bueno, el otro día Jake vio nuestro vídeo, Gab.
Gabriel puso cara de asombro, a la vez que de enfado.
—¿Qué? ¿Por qué?
El pelirrojo hizo una mueca sin siquiera mirar al gemelo.
—Yo se lo enseñé —siguió hablando Will—. Y Jake tuvo la idea de que grabáramos uno, él y yo.
—Ni en broma —se opuso Gabriel—. ¿De qué coño vas, Jake?
—¿Tienes miedo de que te robe el protagonismo, Gab? —Le preguntó el pelirrojo con aires de superioridad.
—Es que no entiendo de qué cojones vas. Primero tratas a Will como una mierda, y ahora que está bien conmigo…
—¿Bien contigo? —Preguntó Jake—. Dios, Gab, que te lo hayas tirado no significa que seas ahora su protector, deja de comportarte como tal.
—Lo único que quiero es que dejes de joderle.
Jake lo miró.
—¿Te estoy jodiendo, Will? ¿He hecho algo que te moleste desde que volví?
Will se paró un segundo a respirar. No, la realidad era que Jake no se había vuelto a portar mal con él. ¿Volvería  a hacerlo si le daba la oportunidad? Bueno, era difícil saberlo, en realidad. A menos que le diera la oportunidad.
—Sabes que si le das la oportunidad volverá a hacerlo —dijo Gab, como si leyese sus pensamientos.
—¿Y si quiero darle esa oportunidad? —Preguntó Will—. Estoy en mi derecho, ¿no?
Gabriel pareció querer decir algo, pero se contuvo.
—Gab —siguió hablando Will—, agradezco mucho todo lo que te preocupas por mí. Pero yo no… no quiero privarme de Jake. Simplemente no quiero hacerlo. No me sale. Entiendo tu miedo a que me haga daño, y puedo prometerte que si este capullo vuelve a menospreciarme lo mandaré a la mierda. Necesitaba que alguien me enseñe cómo merezco ser tratado, y tú lo has hecho, Gab. Pero ahora que he aprendido eso…
—No solo quieres que sea yo quien te trate bien. Es eso, ¿no? —Preguntó Gab. Will suspiró, sintiéndose responsable de cómo su respuesta pudiera sentarle a Gabriel—. Ey, Will, no tienes que preocuparte, ¿vale? Te tengo cariño, por supuesto, pero nunca pensé que tú y yo fuéramos a… ser nada exclusivo. Lo único que quiero es que no vuelvas a dejarte menospreciar. Si dices haber aprendido eso, yo estaré contento.
Will sintió su corazón latir con más fuerza al escuchar al gemelo decir eso. La realidad era que nunca se había sentido tan querido como por Gabriel. Deseó haber podido saber siempre que así era como debía sentirse estar con alguien que te quisiera.
—Muy emotivo —dijo Jake dando una palmada a la espalda de Gab—. Pero ahora, si nos disculpas, tenemos un vídeo que grabar.
—No —dijo Will—. No he dicho que quiera grabar el vídeo contigo. Al menos, no a solas.
La boca de Jake se entreabrió. Gabriel se separó ligeramente del contacto del pelirrojo. Y Will… tuvo que confesarse a sí mismo que disfrutó el momento de confusión entre ambos. No tuvo que aclarar nada para que los dos lo entendieran.
—Creo que estoy teniendo un dejá vu —dijo Gabriel—. Y, sinceramente, no sé de donde viene la obsesión de los chicos de esta casa por hacer un trío conmigo.
Will soltó una carcajada.
—¿De verdad hay que explicarlo?
—Espera… —Jake los cortó—. ¿Quieres grabar un vídeo los 3?
—Mi idea era hacer como un guion. Ya me han visto con Gab, así que ahora el vídeo podría empezar conmigo y Jake, y antes de que pase gran cosa entraría Gabriel, haciéndose pasar por mi novio. Y entonces vosotros como que peleáis hasta que…
—Hasta que acabamos echando a piedra, papel o tijera por qué agujero metértela —bromeó Jake—. Guion del año, Will. Sin duda.
—Dios, Jake. Si no te lo vas a tomar en serio, podemos dejarlo.
—¿Tendríamos que…? Jake y yo, ¿tendríamos que hacer algo entre nosotros? —Quiso saber Gabriel.
—No tendría sentido si solo os centráis los dos en mí. Así que sí, tendríamos que ser todos con todos.
Gabriel rodó sus ojos.
—Tengo mis dudas —dijo Jake.
—¿Qué dudas?
—No haré de pasivo con Gab. Me niego por motivos evidentes —imitó el tamaño del miembro del gemelo con sus manos.
—Ni de coña. Lo echaremos a suertes. Si te toca, te toca. Tendrás que joderte —lo advirtió Gabriel.
Jake le sonrió.
—O sea que tú ya has aceptado, ¿eh? Qué rápido te veo…
Gabriel tragó saliva.
—Puede tener su gracia, en realidad. Me preguntó quién de los dos gustará más a la gente.
Jake se le acercó.
—¿Me estás retando?
—Tómalo como lo que quieras, Jake.
Jake sacó una moneda.
—Cara, te dejo hacer de activo. Cruz… —Hizo una pausa—. Cruz y te juro que te hago morder la almohada hasta quedarme seco dentro de ti, gemelito.
Will sintió una oleada de calor recorrerlo al oírlo decir eso. No esperaba que se lo fueran a tomar tan a pecho, pero tenía que reconocer que le gustaba.
—Sé que te gusta hacer daño follando, Jake. Pero, ¿te lo han hecho a ti alguna vez? ¿Te haces a la idea de cuándo puede dolerte que te la meta entera sin apenas dilatar y con solo la saliva de Will como lubricante? Cuando tires esa moneda y salga cara, que sepas que es justo eso lo que vas a descubrir.
Jake se enfureció visiblemente, pero no dijo palabra. Lanzó la moneda al aire. Gabriel la atrapó y, tras un segundo de expectación, destapó la moneda con la palma de su mano.
Will sintió su vientre arder al contemplar el resultado. 

Juego de Chicos (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora