Juego de Chicos (+18)

El mejor regalo

—¿Quién de los dos quiere empezar? —Pronunció Matt.

Dios... Nick realmente se moría de ganas por probarlo. Nunca antes lo había hecho, por supuesto. Pero sentía su cabeza llena de preguntas que deseaba responder. La más importante: Nick se moría por descubrir cuál era el sabor de Matt.

—Yo... —Nick se sentía sin aire para hablar—. Yo nunca he...

Matt sonrió ante su incapacidad para concentrarse en decir más de tres palabras seguidas.

—Puedo empezar yo, si queréis... —Se ofreció Gabriel.

Pero Matt ni siquiera miró al otro gemelo.

—No... Creo que prefiero empezar con el chico hetero. ¿Por qué no te acercas y me sacas la lengua, Nicky?

Quería hacerlo. No, no solo quería hacerlo. Se moría por hacerlo. Nick no había deseado algo tanto en su vida.

Matt se puso en pie sobre la propia cama y Nick, estando de rodillas, sacó la lengua.

Matt agarró el cuello del chico con la mano izquierda, sujetando su polla con la derecha. Acarició levemente la nuez de Nick.

—Lámela —le ordenó.

Nick obedeció. Lamió el miembro del otro chico desde la raíz hasta la punta, haciendo que el rubio soltase aire de sus pulmones mientras subía. Al terminar, Nick cerró de nuevo la boca.

—¿Quieres más? —Le ofreció Matt, y Nick asintió—. Pues saca otra vez la lengua.

Nick volvió a hacerlo y Matt posó la punta de su polla sobre su lengua, la extendió sobre la misma, y después la golpeó ligeramente.

—Y, ahora, ¿por qué no cierras los labios y pruebas a comerme la polla?

Nick se separó de él momentáneamente.

—Te juro que como te pases te la arranco de un bocado, Matt.

Matt rio ante su comentario.

Sin decir nada más, Nick se acercó y cerró sus labios sobre la cabeza de su miembro. Notó a Matt tensarse y pasar su mano del cuello a su pelo, donde apretó. Nick saboreó con la lengua y captó una esencia que no era capaz de describir, pero de la que necesitaba más. Fue dejando que entrase más de su polla en la boca. Hasta que, a mitad de camino, sintió algo de fatiga.

Nick se retiró de inmediato y jadeó.

—No está mal —dijo Matt acariciándole la mejilla—. Un poco de diente, pero para ser tu primera vez, tienes talento —se giró hacia Gabriel—. Probemos contigo...

Gabriel, por supuesto, no tenía nada que ver con Nick. No necesitó orden ni indicación ninguna. Se acercó a Matt y, sujetándole la polla con una mano, se encargó de lamer sus testículos con la otra. Matt, al igual que con Nick, lo agarró del pelo y apretó con fuerza.

Gabriel subió de sus testículos a su tronco, después a la cabeza de su miembro y más tarde se la introdujo en la boca, entera. Matt abrió la boca y le faltó poco para doblarse de placer.

Otra cosa más en la que Nick estaba a años luz para ser tan bueno como su hermano...

Gabriel continuó chupando por un tiempo y, la expresión de Matt era tan placentera que, de nuevo, Nick creyó que sobraba en esa habitación. Matt ya había conseguido demostrar que Nick se equivocaba al decir que era hetero y ahora, tras probar a ambos, sabía de sobra que Gabriel era mejor que él en todo. ¿Para qué más lo necesitaba a él? Probablemente se correría en poco más de un minuto y aquel reto de mierda habría acabado sin que Nick hiciera apenas nada.