Juego de Chicos (+18)

Nueva fantasía

Gabriel se había acostumbrado a soñar con los labios de Will envolviendo su cuerpo.

No había dejado de recordar cómo se habían sentido desde que los probó en las duchas, cuando Zach los pilló en pleno acto. El chico había tenido incontables orgasmos en su vida, pero pocos como el de Will.

El juego de chicos se había vuelto a interrumpir por la ausencia de Jake. Y, aunque sus juegos con Nick le hacían no sentirse necesitado, tenía que reconocer no poder quitarse de la cabeza al otro chico por muchos orgasmos que experimentase por su cuenta.

Estaba necesitado de Will. Quería más, pero lo quería con él.

El problema era que, sorprendentemente, le daba mucha vergüenza pedírselo. Era absurdo, llegados a ese punto y lo que todos habían hecho entre todos. Pero así era la realidad. No sabía cómo sacarle el tema, cómo pedírselo.

Le tomó mucho más tiempo del que pensaba proponerle lo que finalmente hizo.

Estaban juntos en la biblioteca, y Gabriel aprovechó que estaban en una mesa algo separada del resto de personas para sacar a relucir el tema. A decir verdad, el hecho de hablarlo en un lugar público le gustó.

—¿Llevas bien el examen? —Preguntó en un intento por romper el hielo.

—No. ¿Y tú?

Gabriel sonrió.

—Tampoco —hubo un periodo de silencio. Gabriel carraspeó flojito—. Sé que estás liado y todo el rollo. Pero, ¿puedo proponerte algo?

Will lo miró a los ojos desatendiendo por completo los apuntes en los que estaba centrado hacía un segundo. Esbozó una mueca.

—Depende. ¿Vas a gustarme?

Gabriel, algo nervioso, se incomodó.

—No lo sé. En realidad, es algo un poco... raro.

—Gab, todo lo que hemos hecho en nuestra casa nosotros cinco ha sido raro.

Gabriel rodó los ojos.

—Es que... He estado pensando en lo del otro día, en lo de las duchas. ¿A ti te gustó?

Will se lamió los labios.

—¿Tú que crees?

—Vale, bueno. El caso es que he pensado en eso, y he pensado en cuando Zach nos pilló y el hijo de puta se quedó mirando. ¿No crees que a él también le gustó?

Will se encogió de hombros.

—A decir verdad, parecía demasiado interesado en los detalles técnicos para ser hetero. Pero hay gente rara en el mundo.

—Es que... Hace tiempo que tengo una fantasía rara en mi cabeza. Y el otro día cumpliendo la fantasía de hacerlo en público pensé que a lo mejor podía cumplir otra fantasía contigo. Además, me dieron ganas después de que Zach nos pillara, pero el caso es que no creo que quieras porque es... Bueno, rara.

—Dios, Gab, dila de una vez.

Respiró. Se sentía nervioso. ¿Por qué? No creía estar seguro.

—¿A ti te gustaría... grabarte?

Will sonrió completamente.

—¿Grabarme?

—Si no te gustaría no pasa nada. Dios, olvídalo. Es raro de cojones.

—No, joder, explícate.

Mordisqueó un poco su bolígrafo antes de hablar.

—Pues... Grabarte. Tipo vídeo porno. Aunque no lo subamos. Solo por vernos. Por imaginar que nos están viendo. Es que... No sé, yo siempre lo he pensado.

—¿Quieres que grabemos un vídeo porno?

—Sí. Y que lo borremos, de verdad. Solo grabarlo, verlo y si eso pues... echarnos una risa. O si quieres podemos guardarlo para nosotros en caso de que nos guste.

—No —dijo Will.

Gabriel solo lo miró. Después le apartó la mirada avergonzado y asintió.

—Vale, no pasa nada. Era solo una propuesta tonta.

—No, no es eso. Quiero decir a que no nos lo guardemos.

—¿Qué?

—Joder, Gab. Que lo subamos.

Gabriel sintió el calor subir a sus mejillas.

—¿Quieres que subamos un video porno a internet?

Will se encogió de hombros.

—No quiero echarme flores, pero creo que follar se me da bastante bien. Tú pareciste satisfecho solo con una mamada. Y tú... Joder, Gab, ¿cuántas veces te han dicho que tienes literalmente el cuerpo de un actor porno? Simplemente creémonos una cuenta con nombre falso y usemos nombres falsos en el vídeo. Será muy difícil que ningún conocido lo encuentre. Subimos un vídeo, lo dejamos por un tiempo y después lo borramos.

La idea era... Arriesgada. E irresistible. Pensar en gente viéndolo le llevaba pareciendo increíblemente erótico desde las duchas. Y el otro día con Nick, cuando Will estaba delante... Bueno, Gabriel no lo habría echado, eso seguro.

¿Pero tanto como para que lo vieran cientos de personas? Joder...

—¿Estás seguro?

Will asintió.

—Mira, vamos a grabar el vídeo, y luego decidimos. Si nos gusta, lo subimos. Si no, lo borramos para siempre.

Gabriel sonrió avergonzado.

—Vale.

—¿De qué quieres que vaya?

Gabriel miró su alrededor. Por suerte, nadie había levantado la cabeza de sus apuntes a causa de sus susurros.

—¿Vamos a ponernos a guionizar un vídeo porno en plena biblioteca?

—No pensarás que me ponga a estudiar después de que me hayas dicho esto, ¿no? —Preguntó Will.

Gabriel volvió a reír.

—Vale, pues pensemos un tema. ¿Qué nos pega?

—El rollo compañero de piso. Eso siempre funciona.

—Podríamos hacer el cliché de compañero hetero y compañero gay. No sé por qué, pero a la gente le suele gustar ese rollo.

Will sonrió.

—A mí me flipa ese rollo.

—¿En serio?

—Sí. Podemos hacerlo. Hacemos eso de que tienes un tirón y me pides un masaje aún sabiendo que soy gay porque confías en mí aunque en el interior estés deseando que me aproveche.

—Joder, te has puesto creativo.

—No, más bien me he puesto a copiar de lo que hace literalmente medio internet.

—Vale, ¿y luego qué?

—Luego, la acción.

—Sí, pero... ¿Vamos a planear lo que hacemos?

—No.

—¿No?

—Se supone que tú esperas que solo te dé un masaje. Quedará mejor que te sorprenda de verdad lo que yo haga después.

De nuevo, Gabriel se sintió ardiendo sus mejillas.

—Eres un hijo de puta, Will.

Will le dedicó otra mueca antes de levantarse de la mesa para marcharse.

—Ven mañana por la tarde a mi cuarto. Nick y Matt estarán en la biblioteca, así podremos hacer ruido.

—¿Vamos a hacer ruido? —Preguntó Gabriel.

—Ya lo verás, Gab. Ya lo verás.

---------------
¿Quién tiene ganas de leer el siguiente capítulo?