Juego de Chicos (+18)

"¿Quién de los dos quiere empezar?"

Matt cerró la puerta de su habitación una vez que los dos gemelos hubieron entrado. El chico respiró profundamente intentando calmar el acelerado ritmo de su corazón y alzó la botella de vino que había traído.

—Bueno... ¿Quién quiere empezar a beber?

Nick le quitó la botella de las manos con una mirada de rencor. Matt se preguntó si volvería a estar enfadado con él. ¿Tenía derecho a estarlo? Sabía de sobra que la prueba no sería agradable para él, pero... Así era el juego, ¿no? Matt se sintió algo culpable.

Nick bebió unos largos buches y se sentó en la cama de Matt, junto a su hermano, a quien le pasó la botella y bebió igualmente. Matt se recostó junto a ellos.

—No puedo creerme que hayamos aceptado... —Dijo Nick.

—En mi opinión, estás haciendo una montaña de un grano de arena —aportó Matt.

Nick lo fulminó con la mirada.

—Ten cuidado con lo que dices.

Matt levantó las manos en señal de inocencia.

—Lo que quiero decir es que sois hermanos, pero, por ese mismo motivo, ¿acaso nunca habéis...?

Gabriel lo miró con ceño fruncido.

—¿Qué quieres decir?

—Bueno, no sé. ¿Nunca os habéis hecho una paja juntos, por ejemplo?

—¡No! —Respondió Nick, bebió de nuevo de la botella—. Bueno, compartimos cuarto, y a veces no queda otro remedio que... Pero siempre desde la distancia. En la vida nos hemos tocado el uno al otro de esa manera.

Matt le tomó la botella y tomó su primer trago.

—Pues no parecíais tan escandalizados cuando aceptasteis jugar al Juego de Chicos.

—No es que esté escandalizado —intervino Gabriel—. Es que... Esto es raro, lo más raro que he hecho nunca. Estoy nervioso.

Matt se rio.

—¿De qué te ríes? —Quiso saber Nick.

—Es que no me puedo creer que nunca os lo hubierais planteado. Si, por ejemplo, una chica que os gustase a ambos os hubiese propuesto un trío, ¿no hubierais aceptado?

Esa vez fue Gabriel quien rio.

—Nick no comparte conmigo ni sus juguetes sexuales, ¿qué te hace pensar que compartiría a una chica?

Matt rio y Nick golpeó a su hermano antes de seguir bebiendo.

—Deberíamos romper un poco el hielo —dijo Matt—. Entre los tres. Podríamos empezar por desnudarnos.

—No voy a desnudarme —advirtió Nick.

—¿En serio?

—No necesitamos desnudarnos para chuparte la polla, ¿no? Tú tampoco lo necesitas.

—Yo... —Empezó a hablar Gabriel—. Yo si creo que deberíamos desnudarnos.

Nick lo miró para hacerle saber que se sentía ligeramente traicionado.

—Mira, si quieres hacerlo de mala manera, sin siquiera desvestirte, me da igual, hazlo, Nick. Pero así no lo vas a disfrutar.

Nick rio esa vez bien alto.

—¿Y a ti que te hace pensar que exista la mínima posibilidad de que yo disfrute chupándotela?

Matt le quitó la botella y dio un gran trago antes de hablar.