Juego de Chicos (+18)

La promesa

Gabriel deseó con todas sus fuerzas que se tratase de una pesadilla. Pero no lo era. Nick estaba realmente postrado en la entrada de la habitación que los dos gemelos compartían. Su boca se había entreabierto al verlos a Matt y a él en la cama, uno sobre el otro sin ropa ninguna.

Por un par de segundos, la expresión de Nick permaneció mostrando sorpresa. Sin embargo, más tarde su ceño se frunció, lo que hizo que Gabriel reaccionara.

Acababa de incumplir las normas del juego, había usado un juguete sexual de su hermano que le había pedido que no tocase. Pero eso no era lo peor, por supuesto. Lo peor era que lo había hecho con Matt, con el chico que le gustaba a su hermano.

¿Cómo había podido pasar? No había querido. Claro que no había querido. Pero Matt... Joder, ¿cómo podía resistirse a Matt? ¿Cómo podría nadie hacerlo? Por mucha cara de angelito que el chico tuviera, Matt era tentador como el puto diablo. Y Gabriel había caído por completo en su trampa...

—Nick —pronunció Matt poniéndose en pie y corriendo hasta donde tenía su ropa interior para después ponérsela.

Gabriel hizo lo mismo sin atreverse a mirar a su hermano por pura vergüenza. Iba a odiarlo... Él le confesaba sentir atracción por Matt y Gabriel se lo había devuelto de esa forma...

—¿Qué coño haces? —Le preguntó Nick directamente a Matt.

—Estábamos... —Matt miró a Gabriel, después de vuelta a Nick. Al menos no había ni rastro de sonrisa en su expresión—. No es culpa de Gabriel, ha sido mi culpa. Yo lo convencí. Lo siento, se me fue la hoya. Ha sido un cúmulo de...

Nick miró a Gabriel mientras Matt hablaba, después analizó la habitación. Y encontró su consolador tirado en el suelo. Se agachó para cogerlo y después se acercó a Matt.

—¿Lo habéis usado? —Preguntó Nick—. ¿Se lo has enseñado? —Miró a Gabriel.

—No me lo ha enseñado —habló Matt—. Lo encontré yo. Lo saqué yo. Lo siento.

Nick reaccionó asestándole un puñetazo a Matt, quien enseguida se llevó la mano izquierda hasta la herida en sus labios. Gabriel se asustó de que le devolviese el golpe; Matt era sin duda mucho más fuerte que Nick. Podría haberlo tumbado si hubiese querido. Pero no lo hizo.

—Se acabó tu puto juego de los cojones, Matt —dijo Nick—. No contéis conmigo, no voy a volver a jugar. Y si te vuelvo a ver tocando cualquiera de mis cosas... Te juro que me voy de la puta casa para siempre.

Matt se miró la mano. Tenía sangre.

—Nick, lo siento. No sabía que te molestarías tanto.

—Recoge tu ropa y lárgate de mi cuarto.

Por solo un segundo, Matt miró a Gabriel. Después, hizo caso a lo que Nick había dicho y comenzó a recoger su ropa. Se marchó de la habitación segundos después.

—Nick —Gabriel habló por primera vez desde que Nick abrió la puerta.

—A ti también te gusta, ¿no?

De todas las cosas que Gabriel había esperado escuchar por parte de su hermano, esa era la última.

—¿Qué?

—Sabías que Matt me gustaba. Te conozco, Gab: no me habrías hecho esto si no te gustara a ti también.

—No —negó Gabriel sin estar del todo seguro de estar diciendo la verdad—. Quiero decir... Matt me atrae, pero ya está, Nick. No tienes que preocuparte por eso.

—Se acabó. No vuelvas a acercarte a él, y yo tampoco lo haré. Está jugando con nosotros, ¿no te das cuenta? Y yo no pienso ser su puto juguete.

Nick frunció más el ceño todavía.

—Lo siento, Nick.

Su hermano meneó con la cabeza.

—No estoy enfadado contigo, Gab. Eres mi hermano, no pienso enfadarme contigo por él. Pero tienes que prometer que se acabó. No vamos a dejar que un puto tío cause problemas entre nosotros. Prométeme que no volverá a pasarnos nada como esto.

Gabriel asintió con la cabeza. Llegó a sentirse enormemente culpable. No creía merecer el perdón de su hermano.

—Lo prometo, Nick. No habrá discusión ninguna entre nosotros por ninguno de los chicos.

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¿Sois team Nick & Matt o Gabriel & Matt?