Me ha dicho que me hablaría después de cenar, ¿habrá acabado ya? Llevo media tarde enganchado al móvil por su culpa. Supongo que no sabréis de lo que hablo, es Sara. Desde que hemos empezado a hablar no hemos parado. Miro twitter y sigue sin haber respuesta, entro en su perfil y veo que hace dos minutos ha puesto un tweet:
"@svxn_ Ya no puedo más..."
¿Estará bien? ¿Tengo derecho a preguntarle? Dejo el móvil justo al lado y cierro los ojos. Es genial, Sara digo, en unas horas he visto lo cabezota que puede llegar a ser, lo graciosa y divertida que es. Sé que su color favorito es el verde, que su número predilecto es el seis, que de pequeña hacía futbol pero se lesionó y decidió dejarlo. Tiene 17 años, no tiene hermanos y antes no vivía en Madrid. Sé que detrás de esa fachada de chica que se divierte por todo, hay alguien sensible y... bueno, creo que no sé más pero lo que sí sé es que me ha hecho sonreír durante toda la tarde y eso era algo que necesitaba mucho y no lo sabía.
Suspiro y vuelvo a coger el teléfono, nada, ni un mensaje. Vuelvo a entrar en su perfil y me río.
"@svxn_ si lees esto, no voy a mencionarte pero sabes que hablo de ti, tengo dm limit"
Le doy fav y me río solo, sabía que tenía que ser por algo. Abro de nuevo nuestra conversación y me debato en si hacer o no lo que estoy pensando, sé que recibirá los mensajes si le hablo pero no sé si es buena idea. Dejo de pensar en ello al escuchar como se abre la puerta, es Jesús. Entra y se pone el pijama, quizás podría preguntarle.
-Anda que ya te vale -me reprocha- Me has dejado tirado y así cualquiera se divierte jugando -me río- Solo espero que fuese importante lo que tenías que hacer.
Asiento y veo como se tumba en la cama. Le imito y me tumbo en la mía, suspiro.
-Anda, suéltalo ya -me dice. Cómo me conoce.
-¿Es posible encontrar a alguien que se acerque a ti por cómo eres? -le digo- Quiero decir, después de todo esto que hemos logrado, después de haber llegado a donde estamos, ¿crees que si aparece alguien en tu vida es por todo lo que le aportas o por ser quien eres? ¿No tienes miedo de ello?
-Sé que es posible -admite- Sólo hay que saber encontrar a esas personas y mantenerlas -me sonríe- Seguro que sabrás bien o no a lo que viene, eres listo.
-A veces dudo de ello -le digo seriamente- ¿Y si me equivoco?
-¿Por qué tan filosófico? -me pregunta y le miro.
-¿Te acuerdas de Sara? -se ríe y me mira.
-Para no acordarse, estaba chalada -me dice y me río.
-Le gusta Justin Bieber.
-Oh dios mío, la quiero -dice y me río.
-Se lo diré -le suelto sin pensar y ladea la cabeza.
Me sonríe y se incorpora en la cama.
-¿Así que es eso lo que te preocupa? -me pregunta y asiento- No le des más vueltas, haz lo que te apetezca, es muy maja -asiento.
-Llevo toda la tarde hablando con ella y me estaba preguntando si... -me rasco la nuca- ¿Crees que me equivoco si le doy el teléfono?
-¿Ha salido corriendo a los cuatro vientos diciendo que está hablando contigo? -me pregunta y niego- Ahí tienes la respuesta.
Lo miro, me acerco a su cama y le choco la mano, sabe que se lo agradezco.
-Y ahora déjame dormir ´-me río- Más te vale que cuando aparezca una chica que me guste me des esos consejos.
-Ni lo dudes -digo y vuelvo a mi cama.
