Abro los ojos y me estiro en la cama bostezando, miro hacia la mesita de noche y veo que el reloj marca las 11:46. Sonrío al ver que sigo en mi línea de dormir hasta las tantas. Acerco a tientas una de mis manos a la mesita para coger el móvil, abro el whatsapp y sonrío al ver la cantidad de "felicidades" que tengo pero aún así voy a la conversación que me interesa. Por fin miércoles, pienso. Doy al nombre de "mi niño Danié" que cambié el nombre hace unos días y leo el mensaje:
"Llámame cuando veas esto cielo."
Sonrío aún más si eso es posible y le doy a llamar. Un tono, dos tonos y...
-Cariño -se oye al otro lado.
-Mi chico -digo y sé de sobras que acaba de sonreír.
-Felicidades dormilona -me dice y me muerdo el labio.
-No me acabo de despertar -le digo.
-Ya, y yo no soy el chico más guapo del mundo -dice y me pongo a reír.
-¿Qué hablas? -digo.
-¿No estábamos diciendo mentiras? -dice y le oigo reír, joder, cómo le echo de menos- Bueno nena, yo quería que me llamaras para decirte una cosa -cierro los ojos disfrutando de la forma en la que me llama- Verás como es tu cumple hoy quería traerte al mejor chico del mundo para hacerte feliz pero no estoy disponible, lo siento -dice y me pongo a reír.
-Eres tonto -digo y suspiro.
-Te quiero -dice y sonrío aún más.
-Lo sé tonto -respondo- ¿Cómo va por ahí?
-Me echas de menos, eh -se ríe- Yo también nena -me responde- Pues va genial, ahora mismo estoy tomando el sol y joder, qué bien se está -se ríe- Cuando vuelva ni me vas a reconocer de lo morenito que estoy.
-No te me quemes eh -le digo contenta.
-¿Vienes tú a ponerme cremita? -pregunta y me río.
-Creo que cuando llegue ya se habrá hecho de noche, díselo a Jesús -se ríe.
-Nena no tiene la misma gracia que lo haga él, a él no le puedo besar.
-Claro que puedes -le digo y ambos nos ponemos a reír- Sería raro pero puedes.
Escucho su risa al otro lado del teléfono y me muerdo el labio mientras los dos permanecemos en silencio. Me paso una mano por el pelo nerviosa deseando que estuviese aquí abrazándome y diciéndome lo mucho que me quiere.
-Te echaba de menos pero creo que eso es algo que ya sabes -responde y aprieto bien el teléfono a mi oreja sin decir absolutamente nada- ¿Va todo bien nena? -pregunta y cierro los ojos.