Bajo de dos en dos las escaleras de casa y abro la puerta feliz. Veo a María que me mira seriamente entre lágrimas y me preocupo.
-Sorpresa -susurra con una bolsa en cada mano- Feliz cumpleaños -dice intentando sonreír.
-Pero... -la estiro por una de sus manos y la acerco a mi haciendo que me abrace- ¿Qué te ha pasado? -le susurro y escucho un ruido, miro a mis pies viendo que ha dejado las bolsas a cada lado de mi- ¿Te crees que recibirte en casa así llorando puede ser una bonita sorpresa de cumpleaños o qué señorita? -digo separándome de ella y me mira fijamente, sigue con las mejillas mojadas. Cojo con una mano las bolsas y con la otra la cojo a ella para subir a mi habitación y así estar más tranquilas.
Se sienta en mi cama y yo me siento a su lado cruzándome de piernas.
-¿Qué ha pasado? -digo y cojo una de sus manos entre las mías.
-No importa -dice secándose las lágrimas- Tienes que abrir tus regalos -me dice y hace el intento de levantarse para cogerlos pero no la dejo.
-Yo también tengo un regalo para ti -le susurro y me mira intrigada- Pero no te lo daré hasta que me digas que te pasa.
Suelta mi mano y se recoge el pelo haciéndose una coleta, observo como le tiembla el labio y sé que a la mínima que hable se echará a llorar.
-He discutido con Jesús y al final le he acabado mandando a la mierda.
Frunzo el ceño sorprendida ante tal situación porque sé que Jesús y María son tal para cual y aunque no estén juntos sé que lo acabarán estando.
-¿Qué ha pasado? -le pregunto sin entenderla.
-Ha visto en twitter mi foto con Sergio -intenta reírse pero no puede- Sergio tía -apoyo mi mano encima de su pierna- Se ha puesto celoso y en vez de aclararle las cosas al final hemos discutido -intento no reírme pero no puedo.
-María si Sergio se nota a kilómetros que es gay -le digo y me sonríe.
-Lo sé pero él no lo ha visto así -se muerde el labio- Si hasta me ha preguntado si me he liado con él y joder -me río levemente- Lo que me da rabia es que saque conclusiones sin preguntarme antes -dice y le tiembla la voz- Me fastidia que no sepa controlar sus celos, ¿sabes? -la miro y asiento- Dice que nunca le he dicho que le quiero -le brillan mucho los ojos y es cuestión de tiempo que vuelva a echarse a llorar- Y todo por la puñetera frase que he puesto en la foto.
-Pero... -le miro y se gira para mirarme- ¿Le quieres?
Se queda unos segundos en silencio, aparta la mirada de mi y se muerde el labio. Suspira y veo como asiente.
-Dejad de ser unos orgullosos de mierda María -le riño- El orgullo no va a poder abrazarte como te abraza él.