¿Quieres oírme decir lo mucho que me encantas?

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Escucho como Dani no deja de dar vueltas en la cama y suspira por décimo cuarta vez, intento pasar de él pero al final acerco mi mano a la mesita de noche y enciendo la lamparita. Me giro para mirarle y él al notar que la luz está encendida me mira.

-¿Va todo bien? -digo incorporándome hasta quedar apoyado con la espalda en la pared.

-No lo sé -dice y me imita, se coloca exactamente como yo.

-¿Qué es lo que pasa? -le pregunto sin entender.

-Me pone muy nervioso -dice como si fuese a entenderle- Sara -dice y no puedo evitar sonreír- Quiero decir -se pasa una de sus manos por el pelo y eso solo lo hace cuando está nervioso- Me pone nervioso el no saber qué decirle -se pasa la lengua por los labios-, quiero decir -intenta explicarse y no sabe cómo, me río- Pensaba que hablaríamos después de habernos visto durante todo el día y no me ha dicho absolutamente nada -asiento entendiéndolo- Me pone nervioso si esto queda aquí, ¿me entiendes? -sonrío- Quiero decir, ¿y si esto era lo que realmente quiere y al haberlo conseguido ya está?

-¿Eso es lo que te preocupa? -le pregunto y cierra unos instantes los ojos para después abrirlos y mirar hacia el techo.

-Lo que me preocupa es que... -se queda callado.

-Va -le animo- Dilo.

-Si lo digo será cómo más real -admite y le sonrío.

-La echo de menos -me dice- Y sé que es raro, quiero decir hemos hablado solo unos días pero realmente me lo he pasado bien. 

-Lo sé -le digo- Yo también -le sonrío y asiente.

-Eres su favorito -me dice Dani y no le entiendo.

-¿Qué? -me río- Ah, le gusto más yo a Sara es eso, eh.

-No -se ríe- Idiota, a María.

-Oh -digo sorprendido, me paso una mano por el pelo- Qué bueno es saber eso -digo.

-¡Te has puesto rojo! -me señala.

-Déjame en paz -digo tumbándome de nuevo y girándome en la cama.

-¡Ohhhhhhhh! -escucho reír a Dani- Te gusta, eh.

-Déjame -le digo y apago la luz.

-Pero no me lo niegas -le escucho reír.

No puedo evitar sonreír, me giro para mirarle entre la oscuridad.

-Solo me parece guapa, ¿vale? -lo escucho reír más fuerte- Vete a dormir y déjame descansar.

-¡A JESÚS LE GUSTA MARÍIIIIIIA! -canta y no puedo evitar reírme. 

Veo que se sube encima de la cama y sigue cantando mientras salta, no puedo dejar de reírme. Enciendo la luz y le miro con los brazos cruzados, le tiro un cojín y se ríe, en uno de esos tantos saltos se tropieza con él y acaba en el suelo. Ésta vez el que se empieza a reír soy yo y segundos después se suma él. No puedo parar de reír, es tanto que acabo llorando y cuando uno decide parar el otro sigue riendo y es un bucle que nunca se acaba. 

-¡NIÑOOOOOOOS! -chilla mi madre y sigo riéndome debajo de la sábana, no puedo con mi alma. 

Escucho como Dani se sigue riendo, me asomo por la sábana y le miro.

-Después de reírme todo lo que me he reído -le susurro- Quería saber si estás bien, como te has caido -digo intentando sonar serio.

-Vete a la mierda -dice él riendo.

-Eso ha sido el karma hermanito.

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"¿Cómo se te puede querer tan fuerte?"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora