La pareja de esposos estaba agotada, ya habían pasado 6 meses desde que los sacaeon de esa posilga en el bosque para trasladarlos a lo más alto de la mafia en Berk.
Y si bien, de alguna manera les dan un mejor trato, la situación es está haciendo perder la cabeza. Ahora, todos días están limpidos, Ragnar tiene una ducha cada 5 días, mientras que Lagertha inistía en lavarse cada vez que termina de satisfacer a un hombre.
Claro que los Grimborn no estaban de acuerdo, pero accedieron para que no tenga una mala conducta con sus clientes.
-Ragnar, ya basta.- le ordenó la rubia con una voz suave, pero a la vez firma a su esposo.
El Hofferson estaba sentado en una equina de su cuarto, con sus rodillas pegadas a su torso y pecho mientras las abría y cerraba rápidamente como un tic nervioso. Tenía su vista hacia la nada, su cabeza estaba baja y sus manos juntas en puños pegados a sus labios.
Parecía un demente. Y podría estarlo.
-Levántate y ven conmigo, por favor.- le pidió ella una vez más, pero él parecía no escucharla.
-Debo protegerte... Y a Astrid...- lo escuchó murmurar muy bajo, que apenas pudo ser audible ante sus oídos.
El ojoazul ya llevaba unos meses así. Tenía varias formas de expresar su dolor y frustración de no sacar a su esposa de aquel lugar.
Algunas veces golpeaba las paredes, habían veces donde se golpeaba a sí mismo, donde gritaba con furia, donde lloraba, veces donde abraza a su esposa y le pedía perdón, veces donde creía hablar con su única hija y veces donde hacía este ipo de cosas como lo está haciendo ahora.
-Amor, se que esto es difícil, tampoco es un paseo para mí.- le dijo ella con ironía, era obvio que ser una esclava sexual, era más que una humillación havia su dignidad humana- Pero debemos ser fuertes y estar lúcidos para lograr nuestro objetivo: volver con Astrid, con nuestra hija.- habló con convicción, pero su esposo no cambió su postura.
Ella suspiró con cansancio y se hechó en la cama, necesitaba descansar, mañana será otro pesado día.
《》《》《》
-¡Astrid!- exclamaron todos sus amigos con alegría mientras iban donde ella para abrazarla.
Era gratificante verla de nuevo en la escuela.
-¿Cómo estás?- le preguntó Heather con una sonrisa en sus labios.
-Bien, gracias.- respondió ella devolviéndole la sonrisa.
-Me alegro de verla de nuevo en la escuela, señorita Jiggins.- la voz del director sobresalió entre el grupo y le abrieron paso.
-Hofferson.- el apellido que la rubia mencionó desconcertó a todos.
-¿Disculpe?- preguntó el director.
-Mi nombre es Astrid Hofferson Lothbrok.- aclaró ella con determinación.
El director miró fugazmente al meyor de los mellizos Haddock, él asintió levemente con la cabeza y entonces sonrió.
-Hofferson...- murmuró el adulto- Ese le queda mucho mejor, señorita.- le guiñó un ojo antes de irse.
Unos segundos después sonó la campana.
-Oh, no. Ya vámonos a clases.- dijo Jack sin mucho ánimo.
-Y no se olviden, que después tenemos castigo con la señora Darboos.- mencionó el Ingerman, los gemelos se miraron con pánico.
-¡A correr!- gritaron ambos antes de salir corriendo, pero Patán e Hiccup fueron más rápidos y los atraparon a tiempo.
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《CUIDARÉ DE TI》
Fanfiction《FINALIZADA》 Astrid es huérfana, a sus 12 años fue adoptada y vive con un hombre que la maltrata y abusa de ella, por eso es antisocial y no tiene amigos, se aleja de la gente e intenta que todo el mundo la vea como una persona fría para ocultar su...