En la mansión Haddock Snow, ya todos habian acabado de comer, cada quien había llevado su plato a la cocina y como Valka le había dado unos días libres a su ayudante en la cocina ella se dispuso a lavar.
-¿Segura que no quiere que la ayude?- preguntó Astrid por enésima vez.
-No, linda, ya te dije que lo hago yo solita. Podré ser rica, pero no manca.- le contestó la castaña con humor, Hofferson le sonrió y salió de la cocina para irse al patio en busca de su mejor amiga.
-¿Tormenta? ¿Dónde estás, nena?- preguntó al momento en que traspasó las puertas de vidrio corredizas que separan la mansión con el patio.
No tardó mucho en ver a su mascota corretando feliz de un lado al otro, el patio rra un inmenso jardín con una gran piscina y jacussi al lado derecho de este. Sólo alrededor del jardín habían unos cuantos árboles y unas plantas altas, lo demás, era cesped bien podado.
La Golden Retriever se percató de su dueña en cuanto ella se acerco para arrodillarse y poder acariciarla.
-Así que la estás pasando bien, ¿ah?- le preguntó carismática rascándole su pansita.
-Se nota y eso es lo que queremos para ambas.- le respondió una voz que, claramente, no era de Tormenta. Astrid volteó parándose para encontrar a Hiccup detrás de ella.
-Hola, Hiccup.- lo saludó sonrojándose un poco y bajando ligeramente su vista.
-¿Deseas dae un paseo por el jardín, Mi Lady?- preguntó él como todo un caballero, embelesando a la rubia.
-¿Cómo negarme?- respondió ella con otra pregunta, pero que daba una respuesta definitiva.
Ambos comenzaron a caminar juntos por el borde del jardín, admirando la simpleza y bellaza del mismo. Por un momento, sus dedos se rozaron en su caminar, las mejillas de ambos se acoloraron y no tuvieron la valentía de hacer algún contacto con el otro, pues, esta sensación que experimentaban ahora, era como un sueño volviéndose realidad.
-Oye, amm... Mañana quisiera llevarte a un lugar para pasar un buen día y ayudarte con algo.- le comentó Hiccup después de unos segundos muy incómodos, Astrid volteó a mirarlo para prestarle atención- ¡Si lo permites! Sólo si tú lo permites.- le aclaró, pues no quería que ella sienta que está siendo obligada o algo por el estilo.
Astrid rió por su cabellerosidad y ternura.
-Me gustaría, sí, pero... ¿En qué podrías ayudarme? Creo que con la psicóloga es suficiente.- preguntó ella con situleza, no queriendo sonar malagradecida.
-Eso será una sorpresa, en cuanto estemos allá te lo diré.- le respondió Haddock levantando sus hombros y antebrazos, distorcionando su voz para sonar más gracioso.
Hofferson rió y le lanzó uno de sus puños al hombro.
-¡Hey!- soltó el castaño llevando su mano a la zona golpeada, Astrid rápidamente lamentó su acto.
-¡Lo siento, lo siento mucho!- se disculpó completamente apenada y llevando sus manos a su boca.
-No te preocupes, está bien, sé de tu carácter y creo que deberías forjarlo más.- tranquilizó Hiccup relajándose y ella también. Luego, se acercó mucho a ella para poder susurrarle al oído- Te servirá para mañana, salimos después del desayuno.- le dijo con dulzura y se separó para ir adentro de la mansión dejándola anonada por su acción junto a Tormenta.
《》《》《》
A la mañana siguiente, todos tomaban desayuno en el gran comedor central de la mansión, eran las 7:30 de la mañana exactamente.
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《CUIDARÉ DE TI》
Fanfic《FINALIZADA》 Astrid es huérfana, a sus 12 años fue adoptada y vive con un hombre que la maltrata y abusa de ella, por eso es antisocial y no tiene amigos, se aleja de la gente e intenta que todo el mundo la vea como una persona fría para ocultar su...