《37》

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Era la mañana siguiente, todos en la residencia Haddock Snow desayunaban contentos, sin duda, a los que se les veía diferente era a la nueva pareja.

Se les veía mucho más tranquilos, aliviados, felices y con un brillo especial en sus ojos esmeraldas y zafiros.

-Bueno, bueno, bueno...- empezó Bocón con la charla, pues él no pudo celebrar buen el cumpleaños de quién considera como un hijo, ya que ayer sólo se planeó la confesión de Hofferson- Ya que los veo muy entretenidos comiendo a ustedes 2...- les dijo con picardía mientras giraba su cabeza a ambos lados para verlos, puesto que él se sentó justo en medio de ellos.

Hiccup, al escuchar sus palabras, se alarmó.

"¡Oh, no! ¡Por favor, no!" Pensó asustado y abriendo cada vez más sus ojos dejando de comer

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"¡Oh, no! ¡Por favor, no!" Pensó asustado y abriendo cada vez más sus ojos dejando de comer.

Pues, el castaño había reconocido tales palabras, las cuales fueron mencionadas por el mismo jinete en cuanto su melliza y su mejor amigo oficializaron su relación. Después de eso, comenzó a comentar cosas incómodas y contando alguno u otra anécdota de Elsa de pequeña para avergonzarla a propósito.

No podían hacer nada, era Bocón al fin y al cabo.

-Amigo, tal vez quieras un probar un poco de...- el mayor de los Haddock trató de evitar la inevitable charla que se avecinaba.

-No, gracias, Estoico.- lo cortó divertido su amigo- Bueno, Astrid, bienvenida a la familia, aunque prácticamente eres de la familia desde que naciste.- empezó Bocón volteando a verla.

La ojiazul le sonrió.

-Gracias, Bocón.- agradeció y después siguió con su desayuno.

Pero lo que no vió venir, fue que el robusto adulto levantó su brazo para poder abrazarla por los hombros y atraerla a hacia su cuerpo.

Pero lo que no vió venir, fue que el robusto adulto levantó su brazo para poder abrazarla por los hombros y atraerla a hacia su cuerpo

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-¡Sabes que me haces muy feliz que estés aquí! Y cuando pronto se casen, sabrás otros defectos de Hiccup, los cuales aún no sabes.- le comentó mientras la adolescente trataba de zafarse y los demás de la familia miraban la escena con resignación.

《CUIDARÉ DE TI》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora