《CUIDARÉ DE TI》

《48》

Hiccup y Astrid subieron las escaleras hacia el segundo piso, dónde se encontraban sus habitaciones.

El castaño abrió la puerta de su habitación y la dejó pasar. Después cerró la puerta tras su espalda para verla fijamente.

Allí, recién notaba que su novia ya llevaba su pijama puesta, ella se dirigió con lentitud a la cama y se sentó, esperándolo, no dejaba de verlo. Haddock se acercó a la cama y se sentó para quitarse su playera, ya que él dormía sin ella.

-Espero que no te moleste.- le murmuró a la rubia con un poco de tartamudeo, pero a las justas logró terminar su frase, pues ella se lanzó hacia él para devorar sus labios.

Hiccup, a pesar de su sorpresa, correspondió el beso, eso hizo que su novia lo haga más intenso y apasionado. Ella se sentó a horcajadas sobre él, con ambas piernas a sus costados. El ojiverde la abrazaba con sus brazos en su espalda, pegándola más a él.

Y cuando sus lenguas ya se habían encontrado, Astrid dejó salir un suspiro que se podía confundir con un leve gemido. Ella se separó un poco de su amado para quitarse su polo de pijama, quedando en sostén y luego movió sus caderas, logrando frotar su intimidad con el miembro del chico, el cual ya estaba empezando a despertar.

Fue ahí cuando él muchacho reaccionó.

-Astrid, no...- murmuró en cuanto se separó bruscamente de ella.

-Quiero hacer esto, Hiccup, por favor.- le dijo la ojiazul mirándolo a los ojos, casi parecía una súplica.

-Mi Lady, yo no...- paró abruptamente pensando en sus siguientes palabras.

-¿Tú no quieres tener sexo conmigo?- preguntó temiendo por la respuesta.

-No.- negó de inmediato y con firmeza- Yo no quiero tener sexo contigo.- aclaró serio.

-¿Por qué? ¿Por qué no quieres tener sexo conmigo? Soy tu novia.- pronunció con dolor en sus palabras.

-El hecho de que seas mi novia no significa que yo te haga mía cuando se me dé la gana.- refutó el castaño- Y yo no quiero tener sexo contigo, Astrid. Yo quiero hacerte el amor.- confesó e hizo que los ojos de su amada se cristalizaran.

Hofferson reprimió un sollozo apretando sus labios, pero no pudo evitar soltar un jadeo después. Hiccup llevó una mano a su mejilla para acariciarla.

-Yo amo todo de ti, Astrid, no sólo tú cuerpo. Hay muchas cosas más allá de lo físico y creo que lo sabes, pero aún estás sumergida en los estúpidos estereotipos que te metió Viggo todos estos años en tu cabeza y... Si me permites, sólo si tú me permites, quisiera cambiar tu visión de una relación entre un hombre y una mujer.- le pidió con sutileza.

La rubia sonrió con ternura por el no Io que ahora tenía, él la respetaba como persona, como mujer. Estaba segura que cualquier hombre ya se hubiera lanzado sobre ella sin pedir su consentimiento o su opinión.

Eso le dió más ganas de querer experimentar cosas nuevas con Hiccup y no con nadie más.

-Quiero hacer esto, Hiccup.- reafirmó- Quiero que me quites las marcas que Viggo ha dejado en mí y las cambies por las tuyas, no quiere a nadie más que no seas tú. Y si no es ahora, ¿cuándo? Quiero que me hagas saber qué es lo que es hacer el amor, lo experimentaré solo si es contigo.- se abrió la chica mirándolo con una sonrisa, la cual él devolvió.

Se miraron unos segundos, antes de iniciar un nuevo beso, uno con mucho amor y deseo por el otro, el de querer explorar y descubrir nuevas sensaciones como pareja.

Demostrar su amor, devoción y respeto hacia el otro de otra manera.