《22》

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Era un nuevo día, en la noche anterior, Hiccup se quedó con Astrid en su habitación todo el día hasta que ella se durmió, luego habló con su familia y todos acordaron que lo mejor era tratarla con normalidad e ir tocándole el tema de "Jiggins" poco a poco, hasta que pueda hablarlo con soltura.

-¿Y bien?- llegaba cierta rubia a la isla de la gran cocina en la mansión Haddock Snow y recostó sus antebrazos en la misma, donde allí, un castaño lavaba los platos usados en el desayuno.

-¿Y bien qué?- preguntó el de vuelta con carisma mientra la miraba de reojo, se decepcionó un tanto al verla otra vez con su ropa oscura, debía de confesar que verla un día con otro estilo, le había encantado.

-No te hagas, Hiccup.- le reprochó Hofferson- ¿No iremos al hipódromo y a entrenar en la cabaña?- preguntó ansiosa.

-Así que te gustó, ¿eh?- le dijo en cuanto terminó su labor y volteaba a verla secándose las manos.

-Sí, ¿te digo algo? Cuando fue el día en que tu papá de sacó de ese lugar, ese hombre estaba obligandome a acostar con él de nuevo, ya estaba harta y no quería hacerlo, se enojó por eso y se abalanzo sobre mí para someterme, pero... Pero algo pasó... Pude defenderme, era como si pelear estuviera en mi sangre, sino hubiese sido por mi distracción, él tal vez no me hubiera vencido.- le contó, claro que Hiccup se dió cuenta que le costaba decir el nombre de aquel sujeto- Ahora que tú me entrenas, quiero estar lista. Sé que él me buscará y no parará hasta encontrarme, lo sé, estoy segura.- aseguró con determinación y apretando sus manos en puños.

-Está bien, tranquila, tiene sentido. Considerando que tus padres fueron unos excelentes policías y guerreros, es claro que tú adquirieras su talento nato.- la calmó de inmediato para no alterarla- Y si así lo deseas, iremos, yo... Yo...- dudó si seguir hablando.

-¿Qué?- insistió Astrid levantando su mirada para verlo diractamente a los ojos.

-Yo también me muero porque estés lista para una pelea, claro que tambien he pensado que ese sujeto no te dejará ir tan fácil y para ser honesto... Tengo miedo...- confesó bajando la cabeza- Tengo miedo, Astrid, que en cualquier momenyto corras un peligro y yo no pueda estar ahí para protegerte, jamás me perdonaría si algo más te llegase a pasar, no quiero dejarte indefensa nunca.- siguió admitiendo llegando a tocar el corazón de la rubia, cuyos ojos zafiros se aguaron, quería ir a abrazarlo, pero no podía, pues según ella, él estará más a salvo si sólo son amigos y se mantenían lo más lejos posible.

-Hiccup yo...- se le hizo un nudo en la garganta, respiró hondo y cerro los ojos, estuvo asi unos segundos hasta que se controló- Yo aprecio en serio todo lo que haces y quieres hacer por mí, no encuentro las palabras para expresar mi agradecimiento y emoción, no solo contigo, sino con tu familia también.- le logró decir. El ojiverde levantó la cabeza y sonrió.

-No tienes que agradecer nada, esto lo hago, porque te tengo cariño.- se rascó la nuca con nerviosismo- "No te imaginas cuánto".- pensó.

-Yo también te quiero, Hiccup.- murmuró ella en respuesta- "Como no tienes idea".- dijo en sus pensamientos.

-Bueno, iré a alistar mi camioneta para irnos, no nos demoraremos mucho, pues en la noche viene Jack para ayudarnos con Elsa a ponernos al día de estos 2 días.- le indicó con seriedad, recibió una sonrisa satisfecha de Astrid antes de irse a realizar lo dicho.

- le indicó con seriedad, recibió una sonrisa satisfecha de Astrid antes de irse a realizar lo dicho

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《CUIDARÉ DE TI》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora