《44》

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Los pares de ojos azules se conectaron.

Astrid no podía creer lo que veía, tenía a su padre a metros en frente de ella, pero no podía ser cierto.

Él estaba muerto. ¿O no?

-Astrid...- soltó Ragnar en un hilo de voz, sus ojos comenzaron a aguarse y sonreía con la inmensa alegría de por fin ver a su hija, quien ya no era una bebita, sino toda una jovencita.

Él salió del arbusto de dónde se escondía, quería correr a ella para estrujarla entre sus brazos y sentir la calidez de su cuerpo, besarla en toda la cara para decirle cuánto él y su esposa la amaban.

Pero no podía, tenía que darse prisa o no dudarán en acercarse a su hija. Ellos estaban cerca.

-T-Tú...- titubeó la rubia viéndolo asombrada y sus ojos también se aguaban- Tú eres...- no logró terminar.

-Astrid, no te acerques.- le pidió su padre al verla caminar hacia él- No estás a salvó conmigo, solo debes decirle a Estoico que tu madre y yo no estamos muertos, por favor, hija.- le dijo apresurado.

-¿Qué?...- murmuró la chica dejando escapar un par de lágrimas.

No pudo decir más, pues el ojiazul salió corriendo en dirección contraria, vió la camioneta negra en dónde lo habían trasladado, allí también estaban los Grimborn.

-¡Alto! ¡Espera!- gritó Astrid corriendo tras él. Estuvo persiguiendo a su padre por unos buenos minutos, hasta que él entró a un callejón sin salido y ahí lo acorraló- ¡No puedes aparecerte, decir una cosa así y salir huyendo! ¡¿Ustedes están vivos?! ¡Sabes lo loco que se oye eso!- comenzó a reclamarle sintiendo un remolino de emociones en su interior.

-Debes irte.- le dijo de nuevo él algo más cortante.

-No.- negó la rubia otra vez- ¡Te hemos llorado pensando que estás muerto! No puedo irme y dejarte.- chilló limpiándose amargamente una lágrima.

-Por favor, Astrid... ¡Mierda! Esto es exactamente lo que quería...- Ragnar no pudo terminar.

-Mi hermano, sí.- escucharon la voz de Ryker junto a otro hombre detrás de Astrid. Ella se sobresaltó y se colocó al lado des su padre, él la puso detrás para protegerla.

-Déjala ir, Ryker.- bramó el mayor de los Hofferson Lothbrok.

Grimborn rió.

-¿En serio crees que estás en posición para exigir algo, Hofferson?- le preguntó con ironía- Dame a tu hija por las buenas y no la lastimaré aún.- miró a Astrid con perversión.

La chica no tardó en identificarlo, pues tenía la misma expresión de su hermano menor. Después de meses, ella volvió a temer por su vida.

-No te la entregaré.- respondió su padre- Primero muerto.- añadió antes de correr contra ellos 2 para pelear y conseguir que su hija huyera.

La adolescente no perdió tiempo y corrió hacia la salida del callejón, pero el otro hombre que estaba con Ryker la intersectó. Gracias a las clases de su novio, Astrid le dió pelea al sujeto por unos minutos, hasta que él la tumbó al piso y se colocó sobre ella tratando de ahorcarla. Ella forcejeaba, pero no podía quitárselo de encima, sin embargo, Ragnar puso en segundo lugar su pelea con Ryker y embistió al sujeto para que este chocara contra la pared y quedase inconsciente.

Astrid le agradeció y comenzó a correr hacia su escuela. Volteó para ver si su padre o Ryker la seguían, allí vió como el delincuente noqueaba a su papá y corría tras ella.

-¡Hiccup! ¡HICCUP!- chillaba mientras corría, a pesar de estar con tacos, por la adrenalina, corría a todo lo que sus piernas le daban. Pero cuando estaba a 2 cuadras del estacionamiento de la escuela, vió a lo lejos a su novio y amigos salir del instituto educativo y preocupándose al no verla allí, iba a gritar una vez más, pero una camioneta se posó frente a ella, casi atropellándola- ¡Aaahhh!- se quejó de dolor al sentir una descarga eléctrica recorrer por todo su cuerpo.

《CUIDARÉ DE TI》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora