Capítulo XXXIII

16 3 14
                                    

El miércoles

Edgar, Aarón, Daihi y Sebastián estaban vagando por la escuela, pues su clase se había cancelado.

— ¿Y ahora que hacemos?— pregunto Daihi.

— No se, pero se pasó el profe, nos tuvo que dejar esperando a que llegara por 20 minutos para que al fin y al cabo no fuera a llegar— se quejo Sebastián.

— Qué más da, oigan ¿Esos de ahí no son, Esteban, Jamal, Manuel, Zac y Alem?— pregunto Daihi mientras los señalaba.

— Si son— contesto Edgar.

— ¿Reunión secreta acaso?— pregunto Sebastián.

— No lo sé, pero hay que comprobarlo— contesto Aaron.

— Vamos— dijo Daihi y todos comenzaron a acercarse, una vez ya estaban lo suficientemente cerca saludaron llamando la atención de los presentes.

— Hola— saludaron.

— Hola— saludaron algo sorprendidos pues no los habían notado. Poco a poco los chicos empezaron a mezclarse entre los demás, algunos tomaron asiento y otros simplemente se quedaron parados.

— ¿Que no tienen clase?— pregunto Esteban.

— Teníamos, pero el profe no llego— explico Edgar mientras tomaba asiento al lado de Esteban.

— ¿Por qué?— pregunto Manuel.

— No llegaba el profesor y después de un rato alguien nos avisó que el profe no iba a llegar a la clase— explico Aarón mientras se paraba al lado de Edgar.

— Eso lo explica— dijo Manuel.

— ¿Y qué hacen todos ustedes aquí?— pregunto Daihi.

— Es qué estábamos viendo al pájaro que Alem ha estado cuidando estos días— respondió Zac, justo en ese momento Sebastián se quedó parado sin hacer algún movimiento, pues estaba a punto pararse a lado de Alem.

— Voy a comprar algo, ¿Alguien quiere algo?— pregunto Sebastián mientras se alejaba de Alem todo lo posible.

— ¿De cuando acá tan amable?— pregunto Manuel intentando no reírse.

— Yo siempre he sido amable— contesto ofendido Sebastián mientras posicionada su mano en su pecho para remarcar el hecho de que se ofendió ante aquel comentario.

— Creo que me perdí esa etapa— dijo Manuel aún conteniendo su risa.

— Ya me voy, si quieren algo vayan ustedes— dijo ya molesto Sebastián.

— Es broma— le medio grito Manuel después de empezarse a reír y que Sebastián se alejara algunos metros— me traes algo, luego te pago— volvió a gritar.

— ¿Qué quieres?— pregunto Sebastián.

— Lo que sea— respondió Manuel, ya cuando Sebastián se estaba llendo Alem hablo.

— Yo te acompaño— dijo Alem mientras se paraba de su asiento.

— No hace falta— respondió Sebastian al ver al pájaro que traía Alem entre sus manos.

— Dame ese pájaro— dijo Jamal pues aunque no lo pareciera le gustaban los pájaros.

— Toma— se lo entrego y se apresuro a alcanzar a Sebastián— Voy contigo— dijo mientras ponía su mano sobre el hombro de Sebastián.

— Evita tocarme por favor— dijo Sebastián con un tono de molestia mientras quitaba de manera brusca la mano de Alem.

— ¿Qué le pasa?— pregunto Aarón viendo la escena.

Eight beating heartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora