Y así sin más relleno, digo, sin más tiempo que perder llegó el sábado, el día que todos esperaban con claras ansias.
— ¿A qué hora nos teníamos que reunir? — pregunto recién despertando Zac.
— A las 11— contesto Jamal mientras desayunaba— ¿Está bien que nosotros también vallamos? — pregunto a Aarón quien se encontraba al igual que el desayunando.
— Por supuesto, yo soy uno de los organizadores, así puedo llevar a quien me plazca— dijo mientras comía un trozo de fruta— tú irás ¿verdad?, Alem— pregunto mientras lo volteaba a ver.
— Si, sería interesante conocer este lugar— dijo con seriedad mientras seguía comiendo.
— ¿Qué hora es? — pregunto Zac comenzando a desayunar.
— Las 9— contesto Alem.
— Todavía tenemos tiempo— dijo Jamal.
— Pues yo no mucho, este cuerpo es hermosos por sí solo, pero se ve mejor con la ropa indicada— dijo Aarón mientras se señalaba, dejando a todos con una cara de qué nos les importaba.
Poco después Aarón se levantó de la mesa y se retiró a su habitación, poco a poco todos empezaron a hacer lo mismo, ya que cada uno se tenía que preparar para salir.
Paso una hora y se acercaba la hora de reunirse, ya todos estaban listos para partir, o eso era al menos por parte de los chicos de intercambio y de Yisus, porque para otros chicos que también se iba a reunir... Pues digamos que apenas se estaban levantando.
— Y si no voy— se cuestionó Manuel quien apenas había despertado y había visto la hora— creo que no voy a ir— dijo mientras se volvía a cubrir con las cobijas.
— Ya levántate— le dijo su hermano menor de Manuel a ese mismo.
— No quiero— se quejó Manuel.
— Levántate, tienes que reunirte con alguien, ¿no? — le cuestionó mientras le quitaba las cobijas de encima.
— Pero no quiero ir— dijo mientras buscaba algo que ponerse encima, a lo que su hermano aprovecho y le puso a su hermanita encima— ¿qué? — pregunto al sentir el peso sobre él y volteó a ver, mientras que su hermanita solo se limitó a agarrar la nariz de Manuel— Ya me levanto pues— dijo mientras tomaba a su hermanita y la ponía a un lado.
Y así fue como Manuel termino mínimo levantándose de su cama, que ya era ganancia.
Por otro lado, Edgar estaba quejándose en su cuarto.
— Ahorita estaría desayunado algo rico, pero no, me tenía que quedar para ir a conocer esta ciudad— empezó a quejarse con el aire, pues se encontraba solo— tengo hambre— se quejó mientras miraba el techo, y luego miraba la pequeña mesa que se encontraba cerca y vio el dinero que había guardado para comer el fin de semana— pero también tengo flojera, no quiero ir a comer— dijo tirándose nuevamente en su cama.
Mientras tanto con Esteban.
— Ya me dio flojera ir— dijo mientras paraba de hacer lo que estaba haciendo— pero bueno, para que me hecho compromisos encima— dijo para después seguir barriendo su casa— al menos me voy a salvar de seguir haciendo quehaceres— dijo algo aliviado.
Mientras tanto ahora con Sebastián
— Me morí— dijo mientras dejaba su celular de lado— solo me faltaba matar uno y ya— dijo refiriéndose a un videojuego— una partida más y me levanto— dijo volviendo a iniciar el juego— ¿qué hora es? — se preguntó a si mismo— las 10:25— dijo mirando la hora en si celular— ¿tengo algo que hacer hoy? — volvió a preguntase así mismo— creo que no... O sí, creo que sí— antes de poder seguir pensando en eso noto que el juego ya había comenzado así ignorando lo demás, después de un rato, y que perdiera otra vez— ya me acordé, hoy tenía que salir— dijo finalmente recordando— a las 11, y ya se me hizo tarde
ESTÁS LEYENDO
Eight beating hearts
Storie d'amoreLa vida de 4 chicos se ve completamente alterada por otros 4 chicos, que vienen de intercambio desde otros países. Una historia basada completamente en la fantasía, y uno que otro suceso de la vida cotidiana de cualquier adolescente.