Capítulo XLIV

19 3 0
                                    

El 30 de octubre

— Oigan— lleno Aarón a sus demás compañeros que se encontraba cerca de el— vamos a celebrar Halloween— dijo animado

— No— contesto Edgar— aquí se celebra día de muertos, que es esa cosa de Halloween— le reclamo

— ¿Y no podemos celebrar ambos?— pregunto Alem que se encontraba con ellos

— Pues si— contesto Esteban que también se encontraba ahí

— ¿Qué no el día de los muertos se celebra en familia?— pregunto Daihi

— Se supone, pero en mi familia no, con suerte y se pone altar— contesto Sebastián

— Entonces... Les parece si celebramos Halloween y el día de muertos juntos, el mismo día, para no interferir con lo que valla a hacer cada quien con si familia— propuso Esteban a lo que los demás presentes asintieron y así se pusieron de acuerdo para aquel día, le avisarían a los que no estaban presentes e irían a invadir la residencia de aquellos chicos

Al día siguiente

—Bien ya estamos aquí— dijo Manuel— ¿Y ahora qué haremos?— pregunto

— La verdad, no sé— contesto Esteban 

— ¿Entonces a que venimos?— pregunto Manuel

— A pasar el rato— contesto Edgar con duda

— Bueno— dijo Manuel no del todo convencido

— Y... ¿Quien va a tocar la puerta?— pregunto Sebastián después un rato de silencio

— ...— nadie sabía que decir, después de todo nadie quería tocarla

— Hazlo tú— dijo Manuel señalando a Sebastián

— ¿Yo?— pregunto Sebastián señalándose

— Si— contestaron los 3

— ¿Yo por qué o que?— pregunto Sebastián mirándolos

— Porque tú ya has venido varias veces así que ya debe ser normal— afirmó Manuel

— Ahora yo— se quejo Sebastián

— Si, el anterior sábado te encontré aquí— afirmó Manuel

— Ese fue el único día que viene yo solo, y no toque la puerta— dijo Sebastián en busca de defenderse— aparte de eso, tú ya has tocado la puerta— dijo Sebastián con seguridad

— Bien, entonces que toque Esteban— dijo Manuel desviando la atención

— No me opongo— dijo Sebastián al instante

— Vas Esteban— dijo Edgar apoyando

— Chakachale— se quejo Esteban— siempre hacen lo mismo— dijo mientras fingía una pose que demostraba lo defraudado que se sentía

— Desde adentro se escucha que ya llegaron— dijo Aarón abriendo la puerta

— Asunto arreglado— dijo Sebastián al ver la puerta

Todos entraron y siguieron a Aarón hasta llegar a la sala, Aarón se sentó y seguido de él Edgar, se recargo en su hombro y ambos comenzaron a ver el celular de Aarón

— Los novios pues— dijo Esteban

— Comen pan enfrente de los pobres— apoyo Sebastián

— Ya no se puede con esta juventud— les siguió la corriente Manuel

— ¿Hace mucho que llegaron?— pregunto Zac mientras entraba a la sala y los veía a todos

— Acabamos de llegar— contesto Manuel

Eight beating heartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora