Capítulo XXX

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Al día siguiente
(9:45 AM)

— ¿Ya esta todo listo?— pregunto Edgar.

— Si— contestaron Daihi y Ahora.

— Ahora solo falta que llegue Sebastián y le sacamos la verdad— dijo Edgar.

— Ya llegué— dijo Esteban acercándose a sus amigos junto con Jamal y Mai.

— Hola— saludo algo incómoda Mai pues no conocía a casi nadie.

— Hola— la saludaron de vuelta.

— ¿Y ya están todos? — pregunto Esteban.

— No, faltan Manuel y Zac que están en clases, y Alem, ¿Por qué no vino Alem?— pregunto Edgar.

— Dijo que tenía cosas que hacer y tampoco le interesaba— contesto Daihi.

— Bueno, solo falta el próximamente interrogado— dijo Esteban.

— Le dije que llegara 10 minutos antes de que iniciarán las clases, solo queda esperar— dijo Edgar.

No pasaron más de 3 minutos y Edgar comenzó a mandar mensajes a Sebastián de que se apurara.

— ¿Qué dice?, ¿Ya va a llegar?— pregunto Daihi.

— Dice que ya llegó a la escuela, ahora solo falta encontrarlo— informo Edgar— Bueno, ya no es necesario, dice que ya nos vio— dijo Edgar mirando a su alrededor.

— Ahí está— dijo Esteban señalando a dónde se encontraba Sebastián.

— Hola— saludo Sebastián una vez ya estaba enfrente de los chicos que harían el "interrogatorio".

— Siéntate— ordenó Edgar .

— Tengo un mal presentimiento— dijo Sebastián mientras dudaba si sentarse o salir corriendo de ese lugar tan rápido como pudiera.

— Que te sientes— dijo Manuel llegando con Zac.

— Bueno pues— dijo Sebastián después de haber visto que ya no podría huir— Ya, ¿Contentos?— pregunto una vez ya sentado.

— No— respondieron casi todos.

— Que carácter— se quejo Sebastián.

— ¿Que hiciste ayer? — pregunto al instante Edgar.

— Nada— contesto Sebastián después de pensar un poco.

— ¿No qué tenías muchas cosas que hacer? — pregunto Daihi.

— Define ayer, ¿Después de las 12 AM?, O ¿Desde que me desperté?— pregunto Sebastián después de unos segundos de pensar.

— Después de despertarte— dijeron Manuel, Esteban y Edgar después de pensar un poco.

— Bueno, me desperté a las 9, desayuné,— empezó a enumerar con los dedos— me tire en mi cama a dormir otro rato, de ahí me volví a despertar a la 1, de la tarde, y fué que mí mamá me mandó a comprar algo para hacer de comer, así que salí de mi casa y fui al centro, caminando, por qué no había taxi por el desfile,— se quejo— de ahí compre lo que me pidieron, volví a mi casa, tuve que hacer la comida— dijo en forma de queja— comí, ví anime, me bañé, hice la tarea, y me dormí otra vez— terminó de contar Sebastián.

— ¿Qué no dijiste que tenías muchas cosas que hacer?— pregunto Esteban.

— ¿Tú qué hiciste ayer?— pregunto Sebastián a Esteban con una mirada acusadora.

— Nosotros estamos preguntando— contesto Esteban.

— Bueno, dejando eso de lado, ¿Ayer te reunirse con alguien?— pregunto Daihi.

Eight beating heartsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora