Eight beating hearts

Capítulo XLIX

— ¿Encerio lo vamos a hacer?— pregunto Esteban agarrando a Jamal del brazo

— Ya estamos aquí— dijo Sebastián

— Ya estoy dudando si entrar a no— dijo Manuel

— No sean cobardes— dijo Edgar mientras miraba la "casa embrujada"

— Creo que yo espero aquí afuera— dijo Aaron mientras se hacía a un lado para no estorbar en la entrada

— Si, yo espero contigo— dijo Manuel mientras imitaba su acción

— Yo los acompaño— dijo Esteban haciendo lo mismo seguido por Jamal

— No que, ya estamos aquí, así que no se hagan y caminen— exigió Sebastián

— Es que da miedito— se quejo Manuel

— Esa es la idea— respondió Edgar mientras tomaba a Aaron del brazo y lo comenzaba a jalar

— Zac ven por tu novio— grito Sebastián refiriéndose a Manuel quien se negaba a moverse

— Vamos— dijo Zac mientras tomaba a Manuel de la cintura y lo terminaba cargando como saco de papas

— Eso es trampa— se quejo Manuel

— Bueno, creo que también entramos— dijo Esteban al ver que ya todos estaban decididos a entrar

— Entonces vamos— dijo Jamal mientras comenzaba a acercarse

— ¿Ya entramos?— pregunto Zac una vez ya había bajado a Manuel

— Supongo que si— dijo Alem mirando la "casa embrujada"

— ¿Entramos todos o vamos uno por uno?— pregunto Daihi

— Creo que todos juntos— dijo Edgar

— Entonces vamos— dijo Alem mientras comenzaba a entrar seguido de Sebastián

— Por qué siento que algo va a salir mal?— dijo Manuel mientras era jalado por Zac a dentro de la casa

Todos los chicos entraron a la casa y comenzaron a ver alrededor, se podía ver a simple vista el hecho que esa casa estaba abandonada, pero lo de embrujada, aún no era confirmado. La casa estaba llena de grafitis y de polvo

— Esto está demaciado sucio— se quejo Aaron

— Pues está abandonado— respondió Edgar con algo de obviedad

— Si, pero podría haber vagabundos viviendo aquí— se volvió a quejar Aaron

— Eso es cierto— respondió Daihi mientras veía una de las paredes que se veía con marcar recientes

— Hay que irnos de aquí— sugirió Esteban

— Primero vamos a explorar un poco— ánimo Edgar— aparte, todavía no pasa nada y ya me estás arrancando el brazo— se quejo mientras intentaba alejar su brazo de Aaron quien le estaba clavando las uñas mientras se aferraba a el

— Quien te manda a no ponerte un suéter con mangas más ancha— reclamo Aaron

— ¿Ahora yo tengo la culpa?— Pregunto ofendido Edgar

— Si— afirmó con seguridad Aaron

— Miren un ratón— dijo Alem mientras un ratón pasaba corriendo, esto solo ocasionó que dos de los presentes soltaran un grito